Si el idioma español de por sí resulta complejo de aprender debido a la diferenciación de géneros, variedad de sinónimos y múltiples tiempos verbales; el español que se habla en la región del río de la Plata suma como variable el tono en que se dice una misma frase, como modificador de sentido. Esas diferencias pueden ser cruciales en algunas palabras de uso doméstico como “boludo” cuyo significado es “tonto”.
El origen de la palabra “boludo”, se remonta a las guerras de la independencia cuando las milicias rurales se unieron al ejército libertador, armadas con bolas de piedra unidas a tientos de cuero, cuchillos y lanzas. Esos milicianos llamados “pelotudos” o “boludos”, se ubicaban en la primera línea de combate, seguidos por los lanceros. Su estrategia eran voltear de sus caballos al enemigo para dejarlos a merced de los lanceros.
Desde la visión del ejército español, tecnológicamente superior, este grupo era visto como un conjunto de ingenuos o incapaces dispuestos a morir inútilmente. De ahí la sinonimia con “tonto” o “gilipollas”.
Si bien elsignificado de “boludo”corresponde al de insulto, su sentido puede variar según la situación, la relación entre las personas y la modulación al pronunciarla.
Así, entre amigos, se emplea como muletilla al final de cada frase, sin énfasis y con baja sonoridad; como sinónimo de “amigo” o “camarada”.
-¿Cómo estás, boludo? Ayer pasé cerca de tu trabajo …
-¿Y por qué no pasaste a saludar, boludo?
-Estaba apurado, boludo. Tenía cosas que hacer…
Pero si esta palabra se usa entre desconocidos, cobra el sentido de insulto. A partir de ese lugar, con la combinación de potenciadores, ironías, metáforas y vuelos poéticos, es posible desplegar la totalidad de su poder descalificador. Algunos ejemplos:
¿Sos boludo? ¡Mirá cómo me cruzaste el auto!
¿Sos o te hacés? Por “¿sos boludo o simulas ser boludo para sacar ventaja?”. En este caso la desaparición del término implica su existencia.
¿Me está tomando por boludo? Por “¿Me estás tomando el pelo?”
Si se trata de descalificar a todo un grupo conectándolo generacionalmente y como indicador de que la imbecilidad es tan grande que se transmite de una a otra generación, es posible escuchar “Boludo el padre, boludo el hijo” por “De tal palo tal astilla”.
A veces la ironía es un recurso eficaz para señalar que alguien de dudosa aptitud, ha obtenido un logro significativo o ventaja sobre sus competidores en frases con “Miren al boludo…”
También cuando se trata de victimizarse a sí mismo para dramatizar un problema ocasionado por alguien y que el dicente debe solucionar en “Llamen al boludo de siempre para arreglar este quilombo”.
Pero si se trata de agregar una dosis de ira la frase, el reemplazo de la palabra “boludo” por “pelotudo”, lo logra con su sonoridad.
“Ud. no es más pelotudo porque no tiene más tiempo”.
Un agregado interesante es el adjetivo “medio” a boludo o pelotudo, para construir otra ironía irritante.
“¿Sos medio boludo o me parece?” por “sospecho que estás alcanzando la condición de inepto si sigues por ese camino”
“Ese mecánico es medio pelotudo. Me cobró de más”, por Ese mecánico es irresponsable con sus precios.
Entre los potenciadores está “flor”, ruralismo que significa “mejor en su género”, y “re” prefijo que seguido de un adjetivo, redobla el sentido. Veamos algunos ejemplos:
“Hay que ser flor de pelotudo para pintar de verde esa Ferrari”.
“Eran pocos los re pelotudos, y parió la abuela” por “sobraban los imbéciles y la abuela de los imbéciles dio a luz a otro más”
Si pensamos al insulto como un recurso para expresar la visión crítica sobre el mundo que nos rodea, entonces podría verse como un indicador de tipo cultural, que revela la agudeza de una sociedad para enfrentarlo, corregirlo, o producir su status quo. El agregado de ironías, potenciadores y demás, recoge aún más elementos del imaginario y por qué no del anecdotario de cualquier colectivo social.