Ama y haz lo que quieras…
Hermoso título y palabras que salen del alma de esta gran cantante y autora Monica Posse. Ya nos mimaba en los años 80 y 90 con sus temas, y aún sigue endulzándonos con su voz y sus letras.
Si hacemos del Amor el motor de nuestras acciones, estoy segura que todo irá mejor y siempre buscaremos el bien de nuestra familia.
“Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos”. San Agustín de Hipona.
Pero ¿nosotros hacemos todo con amor? Aquí te dejo mis 5Tips para educar a nuestros hijos con amor y para el Amor.
PRIMERO. Ámate a ti misma para que puedas amar a los demás.
Nadie da lo que no tiene y por lo mismo es muy importante querernos a nosotras mismas para amar a nuestra familia.
Una forma de lograrlo es sanando las heridas que la vida te va dejando, perdonando constantemente a los que nos han lastimado y sobre todo, perdonándonos a nosotras mismasporque es normal cometer errores y hay que aprender de ellos.
Si logramos esto, además educamos a nuestros hijos al reconocernos débiles y que nos equivocamos, pero que todo lo hacemos por amor.
SEGUNDO. Que todo lo que hagas sea con amor.
Es muy importante que desde nuestra intención lo que hagamos sea desde el Amor y por amor ya que así tendremos cuidado de no dañar a los demás con nuestras acciones.
Nuestra pureza de intención es muy importante. Debemos querer a nuestros hijos y por eso hacer lo que debemos hacer, aunque a veces esto implique una corrección o una prohibición.
Nuestros hijos si pueden ver que lo que hacemos es por amor o por coraje, que los regaños o correcciones son para que sean mejores.
Que todo nuestro ser transmita ese amor por nuestra familia y así, cualquier error nuestro quedará superado por el Amor.
TERCERO. Que tus hijos sepan que los amas.
Es muy común ver a niños y jóvenes gravemente lastimados porque sus papás no les expresaron su cariño por ellos.
Es muy importante hacer todo para que nuestros hijos sepan que los amamos, no importa que sea obvio, siempre es mejor que se los hagamos sentir.
Y si nuestros hijos son pequeños esto es más fácil porque no les da pena que los abracemos o que los acariciemos, pero conforme crecen se vuelve más difícil expresarles nuestro cariño, por eso es mejor comenzar desde pequeños.
Mis hijos ya tienen 30, 26, 17 y 15 años y no les da pena que les diga que los amo o que los abrace cuando caminamos juntos.
Todo es cuestión de hábitos y de sensibilidad.
CUARTO. Que ellos se acostumbren a expresar el amor.
Es muy común ver ahora a jóvenes fríos que no pueden expresar lo que sienten porque no aprendieron a hacerlo en familia.
Es necesario que nuestros hijos no tengan remos ni pena de expresar que están felices o que están tristes o que están enojados, pero es de vital importancia que aprendan a expresar el amor hacia los demás
Y para eso deben aprender de nosotros, cuando los acariciamos o les decimos que los amamos.
Esto es más sencillo para las niñas, pero es raro o más importante para los niños porque a ellos, conforme crecen, la sociedad les va imponiendo estereotipos y en ellos no va lo de decir te amo.
Pero si nos ven a nosotros decirlo y abrazarlos, seguro que no les costará tanto trabajo romper con los paradigmas y ser auténticos.
QUINTO. Amamos cuando menos se lo merezcan.
Aquí es donde viene la prueba de fuego, amarlos cuando menos lo merecen.
Cuando se han portado mal, cuando nos han hecho groserías o cuando merecen ser castigados o afrontar una consecuencia por sus actos.
Ahí es cuando más hay que demostrarles que los amamos, para que comprendan muy bien que todo lo que se va a hacer es por amor y no por coraje.
Que si hay acciones que no les van a gustar mucho es para su crecimiento y porque los queremos tanto, que siempre buscamos su bien.
En fin, si hacemos del Amor el motor de nuestras acciones, estoy segura que todo irá mejor y siempre buscaremos el bien de nuestra familia.
… “ama y haz lo que quieras”, decía San Agustín, afirmando la integridad en el bien de aquel que ama de verdad… así, ante cualquier duda, ante cualquier dilema, tú asegúrate de hacerlo por amor y estarás haciendo lo correcto… el problema es que amar no es tan sencillo, porque a veces aquello que crees que es amor no dura en el tiempo… otras veces, detrás de un acto aparentemente generoso, descubres que te estás buscando a ti mismo, que en realidad te ofuscas si no se te agradecen lo suficiente… quieres amar, pero depende de a quién, hay gente a la que eres incapaz de amar porque te producen rechazo, o te son desconocidos, o simplemente porque ellos tampoco te tratan bien… a veces no te atreves a amar por miedo a que te hagan daño, prefieres simular un sucedáneo de amor, que te permita pasar sin que te duela… en ocasiones, amar supone renunciar a tu tiempo o a tu libertad… ¡qué fácil es querer el bien, pero qué difícil hacerlo bien!… un corazón endurecido por el egoísmo, no puede hacer lo que quiera porque no ama… un corazón plastificado por la indiferencia, no puede hacer lo que quiera porque no ama… un corazón hinchado por la soberbia, no puede hacer lo que quiera porque no ama… un corazón de “carne”, frágil y vulnerable, donde caben silencios y palabras, oración y acción, lágrimas y amistades, consuelos y broncas, alegría y cruz, no intenta hacer lo que quiera porque amando respeta… la #rosasinporqué ama sin más y de más, la gratuidad la lleva a hacer bien el bien sin presunción ni vanidad… ¿cómo está tu corazón?, ¿pretendes una libertad absoluta siendo tan solo un ser contingente?… (con el Evangelio de hoy, San Mateo 13,10-17)…