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“Iremos hasta las últimas consecuencias”, afirmó ayer Javier Díaz, el hijo de Antonio Díaz, el hombre de 76 años dado por muerto en la Cínica Cruz del Sur de Caleta Olivia, y que después se comprobara que no solamente no había sido él la persona informada como fallecida, sino que, además había otra serie de “irregularidades” que involucraban a otro paciente.
Los hechos ocurrieron entre la noche del lunes y la madrugada del martes, y trascendieron mediante un posteo en la red social Facebook, por el testimonio de Javier, quien ayer en dialogo con Mas Prensa, relató el terrible momento sufrido por la familia, y confirmó que el miércoles presentó la denuncia y ahora espera que lo llame la fiscalía local.
Se trata de un gravísimo hecho en donde no solo se realizó un acta de defunción con datos erróneos, sino que además se entregó el cadáver a una familia que no tenía relación con el fallecido.
Además de la denuncia realizada por los familiares del difunto, se habría comprobado – mediante la historia clínica que estaría en poder de la Justicia – se le habrían suministrado medicamentos que correspondían al tratamiento de Antonio Díaz, quien aún continúa internado en el mencionado centro médico, aunque los familiares intentan retirarlo para “llevarlo a otro lugar de atención”; de acuerdo a lo confirmado a este medio por Javier.

Javier difundió el caso

Los detalles del caso fueron detallados horas después de lo ocurrido por Javier, en su cuenta de Facebook.
“Quiero informar por este medio, a todos los conocidos amigos y familiares que se tomaron el tiempo para saludarme ante el triste hecho que publique al momento de recibir la noticia de que mi padre había fallecido, él se encuentra en un estado crítico, pero CON VIDA… repudio a la Clínica Cruz del Sur ante semejante negligencia y acto inhumano al cual nos sometió a toda la flia de mi padre”, fueron las palabras con las que Javier contó sus primeras sensaciones, luego que le informaran de la muerte de su padre, y que posteriormente se comprobara que se trataba de otro paciente internado.
“Desde anoche – por la noche del lunes – donde se nos informan que mi padre había fallecido. Por la mañana al ver el cuerpo nos damos cuenta que no es, donde la clínica nos trata de locos al decir que el cuerpo sin vida cambia, al generar el reclamo nos topamos en la clínica con los familiares del verdadero difunto, generando un daño irreparable para esta familia y para la nuestra”, remarcó en esas primeras horas, aún embargado por el dolor provocado y por la angustia vivida.
Es que todo esto ocurrió en el local de la funeraria, donde junto a su madre, familiares y amigos se habían dirigido para llevar adelante el velatorio.
En ese inicial posteo, Javier había anticipado: “Legalmente se están haciendo y se están tomando todas las medidas correspondientes, pero así mismo quiero pedir se comparta y se le haga un juicio social para que ninguna familia pase por algo parecido… mis más sentidos pésame para la familia de la persona fallecida en esta semejante negligencia. Les pido disculpas a todas las personas que esta negligencia les causó tristeza o sentimientos encontrados, pero bueno, imagínense lo que pasamos como familia…COMPARTIR”, cerraba el texto con el cual detalló la escandalosa situación a la que fueron sometidas dos familias.

Angustia y confusión

Javier y su familia son oriundos de Los Antiguos, pero desde hace años recide en la vecina ciudad de Comodoro Rivadavia, junto a su familia.
Según explicó, el pasado jueves 20, internó a su padre en la Clínica Cruz del Sur, por un cuadro de neumonía. Una vez ingresado en ese centro médico, se le informó que sería medicado y monitoreado; pero días más tarde se le comunicó que el cuadro se había agravado y que por una falla “multi orgánica” sería puesto en cuidados intensivos.
“Nos dijeron que lo medicarían y que controlarían su evolución”; explicó Javier. Ni el no su familia esperaban que poco tiempo después les informaran del deceso.
“Estaba con mi mujer, que esta embaraza, en casa y recibo un llamado de la persona que lo cuidaba diciéndome que desde la Clínica le habían informado de la muerte de mi papá. Yo estaba en shock, y como pude, gracias al apoyo de mi señora viajé desde Comodoro a Caleta para ver que había pasado. Pero cuando llegó a la Clínica mi madre no estaba; porque ya estaban en la casa funeraria. En ese lugar estaba todo listo para el velorio y ahí vi el certificado de defunción con los datos de mi papá; pero el fallecido no era él”, recuerda aun consternado Javier.
En medio de esa terrible y confusa situación la familia regresa a la Clínica y comprueba que Antonio estaba vivo y permanecía en la terapia.
“Un policía conocido me dejó pasara a ver y cuando entré comprobé que era mi papá que estaba vivo y consiente”, dijo sobre ese momento en el que la angustia se mezclaba con la sorpresa y la alegría.
Vale mencionar que cuando la familia vio al difunto, insistió que no era Antonio, pero atribuyeron esta afirmación al “shock” de la lúgubre noticia y a que posiblemente por “la medicación dada”; podría haber cambiado de fisonomía.
“De lejos, cuando entré lo estaban descubriendo y pegué un grito. Ese no es mi papá, les dije”, recordó y explicó que de allí salieron para buscar explicaciones en el centro de salud.
A partir de allí se inició una verdadera odisea, no solo para la familia Díaz, sino también para los familiares del difunto.

Dudas del caso

Al llegar en busca de explicaciones, se encontraron con otra familia – también de apellido Díaz – que buscaban información sobre otro paciente internado.
“Ellos, estaban buscando saber que había pasado cuando yo entré diciendo que me habían entregado el cuerpo de una persona que no era mi papá. A ellos también los habían notificado del fallecimiento”, señaló Javier.
A partir de allí se sumó confusión “porque nadie reconocía nada. Nadie explicaba cuál era la situación. Entonces me dijeron que me iba a atender el director. Pero antes, supongo para que le informaran a él que pasaba, recibió al médico que estaba de guardia. Luego entré yo y me dijo que había sido un error de números; pero que por lo menos debía estar contento que mi padre estaba vivo”, afirmó Javier dando detalles de esa conversación.
Toda la situación era verdaderamente escalofriante, había un fallecido que había sido entregado a otra familia, pero que, a su vez, podría haber habido una “confusión” en el tratamiento.
Es que, al día siguiente, familiares del difunto que pudieron acceder a la “Historia Clínica” le dijeron que estaba internado para una intervención quirúrgica que no requeriría de medicación específica, pero que aparentemente había recibido tratamiento para una neumonía.
Todo esto podría confirmase cuando se inicien las actuaciones judiciales, ya que Javier no pudo acceder a l Historia Clínica de su padre, y por eso el miércoles concurrió a hacer la denuncia.
“Todo esto es muy grave, y afecta no solo a nosotros, sino a la otra familia. Mi duda, es de que falleció la otra persona y si a mi padre le administraron la medicación correspondiente”, indicó sobre las dudas que despierta el caso.
En medio de esta incertidumbre, tras realizar la denuncia espera ser llamado por la fiscalía que deberá investigar el caso.
“Esto nos afecta mucho es algo que no podemos entender. Incluso mi tía –hermana de Antonio – que es una persona mayor, está con tratamientos psicológico ya que no puede dormir y sueña con que le entregan otro cuerpo en lugar de su hermano. Esto es muy grave”, insistió Javier.