¿Quien es Natalia Chemor?
Karin Silvina Hiebaum – International Press
Hagamos historia sobre las palabras del Dr. Antonio Tourville durante la Pandemia en el Distio Río Negro:
„Justicialismo versus liberalismo
Esta pandemia ha mostrado crudamente las diferencias entre dos modelos: el justicialista y el liberal. El liberalismo tiene como “objetivo uno” la defensa y libre funcionamiento del aparato productivo, financiero y comercial. Para ello, frente a la pandemia levanta banderas de libertad y presiona a como sea la abolición de toda medida de prevención, como la cuarentena, propendiendo a la infección del conjunto, al que denominan rebaño . Subordinan la salud y la vida individual al funcionamiento económico. Actitud que condena, en un alto porcentaje, a los adultos mayores, a los diabéticos, a los hipertensos, a los inmunodeprimidos, etc. Porque, como dijo la directora del FMI, que los viejos vivan mucho atenta contra este sistema. Ejemplos de esta política son EE.UU., Inglaterra, España, Italia, Francia, Brasil, Colombia, etc. y, localmente, Jujuy, Córdoba, Mendoza, CABA, Río Negro, Neuquén, La Plata. Los resultados están a la vista.
El justicialismo, en cambio, tiene como “objetivo uno” al hombre, y lo expresa en uno de sus principios: “Hay que poner al capital al servicio de la economía y ésta al servicio del hombre”. Por ello el presidente y sus colaboradores tratan de combatir los males de la pandemia, que son los contagios y la muerte, utilizando la única herramienta conocida, que es la cuarentena o aislamiento social y, paralelamente, conseguir pronto la solución de todo esto, que es la vacuna.
Pero para esto no solo hay que batallar contra el virus, sino que hay que hacerlo contra el modelo liberal con el cual se encolumnan las potencias occidentales y, en nuestro país, Juntos por el Cambio y poderes económicos y mediáticos. Han instalado que la responsabilidad la tiene el pueblo, denominando a esto conciencia social, como si podría luchar solo para parar al virus propagado por el “rebaño” creado y conducido por ellos.“
Sobre el Diario Rio Negro
El diario Río Negro asumió desde su fundación el rol de vocero del pueblo al que pertenecía. Desde el día en que por vez primera salio a la calle, el 1 de mayo de 1912, su misión no fue sólo la de lucrar: influir en la sociedad y en los actores que protagonizaron y protagonizan la construcción social y cotidiana de la realidad se convertiría por siempre en su gran desvelo. Claro que la forma en que el diario llevó a cabo esta práctica a lo largo de las décadas fue variando, pero distintos trabajos de investigación dan cuenta de que el objetivo primordial se ha mantenido incólume: ser el representante de la comunidad y, desde se lugar, alzar su voz a favor los intereses generales de la región.
Con la pretensión de conocer en mayor profundidad al diario Río Negro y su rol dentro de la sociedad valletana, se ha elaborado este presente trabajo que aborda un período aún no estudiado de manera exhaustiva por investigadores sociales, y que forma parte de una tesis de grado que tiene a dicho periódico como uno de sus objetos de estudio e investigación.
El espacio de tiempo al que me refiero es el denominado “onganiato”, ese período iniciado en junio de 1966 con el golpe de Estado que llevó al general
∗ Integrante del proyecto “Prensa, cultura y política en la Patagonia norte (1940-1980)” dirigido por la Dra. Leticia Prislei. Centro de Estudios Culturales Contemporáneos. Universidad Nacional del Comahue.
Por ejemplo, en el trabajo dirigido por Leticia Prislei (2001) se analizan distintas facetas del diario Río Negro, durante la primera mitad del siglo XX; por otro lado, en la reciente obra dirigida por Juan C. Bergonzi (2004) se aborda el estudio de dicho periódico entre 1980 y 2000. 3 La tesis trata sobre la violencia política y los medios de comunicación, especialmente sobre cómo los medios construyen sus representaciones sociales en torno a los conflictos sociales.
Juan Carlos Onganía al poder, y que inauguró el proceso dictatorial conocido como “Revolución Argentina”. Si bien mi interés en la época abarca en su totalidad a las décadas del ’60 y ’70, en especial los agitados años que precedieron al último gobierno militar que sufrió este país, creo que es importante saber cómo fue precisamente ese punto de inflexión que se produjo durante la dictadura de Juan Carlos Onganía, y cómo informaba el diario Río Negro al respecto. Elementos que resultan imprescindibles para poder continuar en un futuro próximo un trabajo de investigación que sí comprenda temporalmente el momento de mayor actividad político-guerrillera que tuvo nuestro país en la segunda mitad del siglo XX.
En este sentido, en lo que sigue veremos cómo se construía día a día el diario Río Negro, y conoceremos un poco de su propia historia. Podremos saber así quién es este actor político que intentará influir, con sus representaciones, a los otros actores sociales que se desarrollan en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén hacia fines de los ’60. Partiendo de la premisa de que los medios de comunicación no son espejos que simplemente reflejan lo que tienen ante sí, ya que ellos deciden y interpretan la realidad a su manera con la intención de proteger y favorecer sus propios intereses políticos y económicos (Gomis 1991)4, nos será necesario saber quién es el encargado en este caso de la construcción de esa imagen de la realidad, y cómo es que la construye. Una realidad que, como se verá hacia el final del trabajo, el Río Negro miraba en clave liberal y con fuertes rasgos moralistas.
Un diario argentino, pero patagónico
El diario Río Negro salió a la calle por primera vez el 1 de mayo de 1912. En ese entonces estaba dirigido por su creador, Fernando Emilio Rajneri, y así fue hasta 1946 cuando tomó el mando su hijo mayor, también llamado
Esta periodizada en la dictadura de Juan Carlos Onganía, y utiliza como fuente principal al diario Río Negro.
Fernando Emilio. Nacido y criado en la ciudad de General Roca, al noroeste de la provincia de Río Negro, el diario mantuvo durante casi toda su existencia un estilo de funcionamiento propio de una empresa familiar. Así, en 1951 la dirección del periódico pasó de Fernando Emilio Rajneri (h) a Nélida Esther Rajneri, quien en 1958 fue reemplazada por su hermano Norberto Mario. Dos años más tarde Fernando Emilio (h) tomaría nuevamente a su cargo la dirección, y desde 1967 hasta 1986 sería director el abogado Julio Rajneri. Cuando Alfonsín designó a éste como ministro de Educación de Río Negro en 1986, fue contratado el periodista James Nielson: primera y única vez que la publicación no estaba bajo la firma de un miembro de la familia. En 1987 y hasta 1992 volvería a la dirección Nélida Esther y desde ese año hasta la actualidad, tomaría nuevamente las astas Julio Rajneri.
Durante su primer año de existencia el periódico se editaba cada quince días, transformándose luego en semanario y permaneciendo así hasta 1958. Desde el 9 de febrero de ese año, y junto a las expectativas políticas y sociales que provocaba la asunción de un nuevo presidente constitucional –el candidato de la UCRI, Arturo Frondizi-, el Río Negro se convierte definitivamente en diario. Como señala Juan C. Bergonzi (2004), el flamante diario reafirmó ese día, con la transcripción del editorial de su número inaugural, el compromiso asumido por su fundador en 1912, al calificarse como “exponente y proponer a los lectores aportes desde la austeridad del emprendimiento a favor de la justicia, del orden y de los intereses generales de la región” (Bergonzi y otros, 2004:40). Una cualidad que durante las primeras décadas de su existencia se auto adjudicaría este medio de comunicación, al bregar por un periodismo que oficiara de “equilibrador de los conflictos sociales” y que al mismo tiempo fuera un “factor de unión a través de la gestación de fórmulas de avenimiento que permitieran la evolución pacífica, típica de una sociedad civilizada” (Ruffini, 2001:115).
Por decir que lo que intentan proteger y favorecer son sus propios intereses de clase.
Conociendo más sobre la historia de O gañía, respeto de patria, estaremos dialogando con el Periodista Pedro Guberman ob el invitado Alberto Ongania, quien también pone su granito de arena en la política liberal argentina.
Sobre Natalia Chemor
Chemor rechazó la propuesta de ser candidata a intendente de Tortoriello en Cipolletti en el mes de enero
Chemor rechazó la propuesta de ser candidata a intendente de Tortoriello en Cipolletti
La dirigente de la Cámara de Industria y Comercio desistió el ofrecimiento de Cambia Río Negro, el partido de Aníbal Tortoriello. Adujo motivaciones particulares y agradeció la posibilidad que se le planteó.
La dirigente de la Cámara de Industria y Comercio, Natalia Chemor, decidió finalmente no aceptar la candidatura a intendente de Cipolletti que le había ofrecido Cambia Río Negro, el nucleamiento que encabeza el diputado nacional Aníbal Tortoriello, quien había avalado la postulación.
La empresaria, dueña de una pyme del sector cárnico, manifestó que, por lo que conoce, la alianza opositora, sucesora de lo que fuera Juntos por el Cambio, daría a conocer el nombre de su aspirante a jefe comunal la semana que viene.
Es de prever que el sector político apurará los tiempos de definición de sus principales candidaturas, puesto que el intendente Claudio Di Tella ya hizo público que las elecciones municipales se concretarán el próximo 16 de abril, en coincidencia con los comicios provinciales. Los días pasan volando y se tienen que instalar en la sociedad los nombres de los candidatos.
Chemor le comunicó a LMCipolletti la decisión que había adoptado, la cual, por supuesto, se la había transmitido antes a los integrantes de espacio político que le hizo la propuesta, al que ella apoya y seguirá respaldando desde el llano o en el lugar en que le toque estar.
La dirigente de la CIC, conocida por su labor en el sector comercial y empresario en general, se inclinó al final por un no. Explicó que, después de pensar varios días el ofrecimiento, resolvió rechazarlo por las complicaciones que puede representar para su actividad particular.
Recordó que es propietaria de «una pequeña pyme», la que requiere de toda su atención, y más en tiempos económicamente difíciles como los actuales. Además, no quiera dejar su labor en la CIC.
Por otro lado, consideró que, de lograr la victoria, el período entre los comicios y la asunción del cargo el 10 de diciembre podía ser, para ella, un plazo demasiado largo y desgastante. La posibilidad de ser blanco de cuestionamientos en ese término, por anticipado, no le gustó para nada. Y más para ella, que viene de la actividad privada y no del mundo de las carreras políticas.
Consultada por si no había tenido consenso en el conjunto de las fuerzas políticas de Cambia Río Negro, algo que ella esperaba, expresó que en los ambientes partidarios «siempre se pisa algún pie», pero enfatizó que tal no había sido la razón de su desistimiento.
«No es mi tiempo para ser candidata a intendente», manifestó y dijo que seguirá acompañando a la alianza, cuyo ofrecimiento agradeció. Añadió que tiene proyectos para la ciudad en los que viene trabajando hace tiempo y que pondrá a disposición de quien sea elegido intendente.
Chemie, miembro líder de „Mujeres por la Patria“ en compañía de Laura Lavalle y Sole Bensusan comienza con su misión política en Cipoletti. Más información en los próximos días junto a Pedro Guberman.