Karin S. Hiebaum
El barro judío de Palma de Mallorca es una de las grandes sorpresas de la capital balear. Aunque la presencia de los judíos en Palma es una constante desde hace siglos -algunas fuentes indican que desde el siglo V- la judería de Palma es una de las grandes desconocidas de la ciudad. En los últimos años, el Ayuntamiento de Palma ha tratado de poner en valor el legado de los judíos de Mallorca, señalizando las calles que se corresponden con el Call Menor y el Call Mayor, que son los nombres con los que se conoce a los barrios en los que residieron los judíos de Palma, o poniendo en marcha el Centro de Interpretación Maimo ben Fairag, que lleva el nombre de un rico comerciante judío del siglo XIV. Actualmente puedes recorrer el barrio judío de Palma por tu cuenta o con alguna de las visitas guiadas que se organizan, algunas de cuales incluyen una visita a Inca, donde creen haber encontrado restos de un mikveh, como se conocen los lugares para los baños rituales judíos.
Mi enhorabuena a Rafael Duràn Lucena por su dedicación y el amor que le pone a las visitas que nos están descubriendo Ciutad histórica.
Hoy las explicaciones durante el recorrido por el barrio de la judería en Palma han sido magistrales y la zona ofrecía vistas y lugares en los que rememorar nuestra Historia disfrutando de un tiempo primaveral, cuenta Francisco Fernández Ochoa del PLIE Baleares.
Comunidad judía de Mallorca
La presencia de los judíos en España ha sido prolongada y duradera.
Su legado, en forma de tradiciones y de espacios urbanos, sigue siendo una realidad en muchas ciudades y en los últimos años se han sucedido las acciones orientadas a recuperar su patrimonio, como sucede con las juderías de España.
El caso de la comunidad judía de Mallorca es un ejemplo representativo de que los decretos de expulsión no pusieron fin a la presencia de judíos en España.
Historia de los judíos de Palma
La historia de los judíos de Palma ha estado marcada por largos periodos de convivencia armoniosa, pero también por otros de una gran saña y violencia.
Los judíos que vivieron en Palma configuraron una comunidad homogénea y estable hasta, prácticamente el siglo XVII, cuando fueron obligados a convertirse al Cristianismo.
Durante la etapa musulmana, muchos judíos de Palma trabajaron como funcionarios.
Varios estudiosos consideran que esto puede explicar que muchas de sus residencias estuvieran alrededor del Palacio de la Almudaina.
Judíos de Palma en tiempos de Jaime I
En el siglo XIII, Jaime I conquistó la isla y mantuvo buenas relaciones con la comunidad judía de Mallorca.
De hecho, les concedió diversas propiedades, lo que dio pie a la creación del primer barrio judío reconocido como tal, el Call Menor, o Callet.
Algunos historiadores sitúan la sinagoga de este primer barrio judío de Palma de Mallorca en el actual callejón de la Reixa.
Judíos de Palma en tiempos de Jaime II
Jaime II ordenó el traslado de los judíos de Palma a otro lugar, más alejado del centro, surgiendo así el segundo barrio judío de Mallorca, o Call Mayor.
Aunque hoy en día no quedan vestigios explícitos, los estudiosos de los judíos de Palma lo ubican entre las actuales calles Sol, Montesion, Posada de Montserrat y Sant Alonso.
Tuvo un muro que lo delimitaba y, teóricamente, lo protegía, aunque de poco sirvió para evitar el asalto al call de 1391. Este suceso transformó completamente la vida de la comunidad judía de Mallorca.
Asalto al Calle Mayor de Palma
Igual que había sucedido en otros barrios judíos próximos (por ejemplo, el call de Tárrega en 1348) un grupo de cristianos exaltados atacó el barrio judío de Mallorca, matando y destruyendo todo lo que pudo.
En el asalto fueron destruidas las tres sinagogas que se habían construido en este segundo barrio judío de Palma.
Conversión de los judíos de Palma
La comunidad judía de Mallorca sobrevivió con cierta libertad durante 40 años más, pero en 1435 fue obligada a convertirse al Cristianismo.
Casi todos los judíos de Palma lo hicieron, aunque muchos mantuvieron en secreto su fe anterior.
Esos falsos conversos crearon una comunidad reducida pero resiliente. Sus descendientes pasaron a ser conocidos como chuetas.
Proceso inquisitorial del XVII
En el siglo XVII se desarrolló un proceso inquisitorial contra muchos vecinos del carrer del Segell.
Esta calle era una de las importantes de la judería de Palma.
Su nombre fue utilizado para identificar, de forma negativa, a los sospechosos de seguir perteneciendo a la comunidad de judía de Mallorca.
Aunque la investigación terminó sin sentencias a muerte, abundaron las expropiaciones y las humillaciones públicas de muchos de los judíos de Mallorca.
La “gran evasión de los judíos de Palma
A finales del siglo XVII se organizó una huida en grupo bastante más importante que las fugas puntuales que se habían ido realizando hasta entonces.
La marcha fue frustrada por una tormenta que impidió que el barco que les iba a recibir pudiera acercarse a la costa.
Ese lugar de la huida fallida es uno de los puntos que se puede conocer durante las visitas organizadas al barrio judío de Palma de Mallorca.
Varias personas detenidas en aquel suceso fueron condenadas a muerte.
Pese a todo, la comunidad judía de Mallorca no desapareció completamente y, con mayor o menor evidencia, ha llegado hasta la actualidad.
Hay quien piensa que el “hecho insular” ha sido determinante en la permanencia de los judíos de Palma, incluso tras periodos de persecución.
Apellidos judíos de Mallorca
Los apellidos judíos de Mallorca se pueden clasificar de dos maneras: apellidos chuetas y apellidos judíos.
Entre los primeros destacan, por ejemplo, Fuster, Aguiló o Segura. Entre los segundos, Bofill, Jordá o Vidal.
Los chuetas fueron los descendientes de los judíos conversos, durante mucho tiempo considerados una de las minorías marginadas de las islas.
Hay expertos que creen que no basta con la conversión para poder hablar de chuetas y que es a partir del siglo XVII cuando se puede empezar a hablar de ellos en sentido moderno.
Sinagogas de Palma de Mallorca
Si quieres descubrir los lugares más importantes de la comunidad judía de Palma, merece la pena que visites los lugares en los que estuvieron sus sinagogas.
Hay que entender que las sinagogas no eran sólo lugares de culto; también se utilizaban como lugares de formación y socialización.
Sinagoga del Call Menor
Antes de la creación del primer barrio judío de Palma, el Call Menor que se fundó con Jaime I, hubo una sinagoga en el solar donde hoy se ubica el Parlamento balear.
La sinagoga del Call Menor parece que se situó donde hoy se ubica el Banco de España, en la calle Sant Bartomeu.
Sinagogas del Call Mayor
El segundo barrio judío de Palma, o Call Mayor, llegó a tener hasta tres sinagogas, que fueron destruidas durante el asalto de 1391.
La primera de ellas fue conocida como Sinagoga Mayor. Algunas fuentes dicen que no era demasiado grande y otras consideran que fue la más importante de cuantas tuvo el barrio judío de Palma.
En lo que sí coinciden es en que tuvo una decoración muy especial y lujosa.
Sobre los restos de esta Sinagoga Mayor se construyó la capilla de Nuestra Señora de Montesión, que los jesuitas ampliaron y asociaron con un centro educativo a partir de su llegada a Mallorca, en el siglo XVI.
La segunda sinagoga del Call Mayor de Palma estaba en el actual solar del Seminario Viejo, en la calle de la Posada de Montserrat.
Y la tercera, la Sinagoga Nova, o Nueva, estuvo en la casa de Aaron Mani, en la Calle de Peleteria, ya que así lo dispuso él en su testamento.
Tras los destrozos de 1391, fue rehabilitada por un grupo de judíos portugueses que llegaron a Palma.
Rafael Duràn ha hecho pasar por la piedra, un monolito en el acceso al parque del Mar desde Sa Porta d´es Camp. Como podéis ver el humor no falta, aunque han habido momentos de indignación al ver que no se conserva lo nostro como toca.