El concepto por excelencia que tenemos de los lunes es de pesadez, aburrimiento y una amalgama de cosas negativas. No es de extrañar que, a raíz de ese pensamiento, el resto de la semana transcurra de forma molesta. ¡Ya es hora de cambiar eso! Vamos a mirar a la adversidad (lunes) con la mejor actitud positiva que podamos.

Karin Silvina Hiebaum – International Press

Ya sea que esté lloviendo o que el día sea radiante, el clima de tu vida lo pones tú y sólo tú. Es por eso que hoy te traigo lo que en las redes se ha puesto muy de moda: los «lunes positivos».

Es una tendencia creciente en las redes sociales. Cada vez más, los usuarios de las diferentes redes colocan algún mensaje positivo al inicio de la semana, como si de un mantra se tratase. De este modo agregan algo de vitalidad al lunes.

Aunque esto sea algo que se practica en las redes, podría extrapolarse como una tendencia que pueda aplicarse en nuestro día a día. Si estás interesado conocer más sobre los lunes positivos, no dejes de leer y déjate envolver por los consejos que te voy a dar.

parte de esta tendencia. Pues, estás en el lugar indicado, a continuación, te dejo una serie de consejos que pueden serte útiles.



Ten un pensamiento positivo

Iniciar la semana con buen o mal pie depende de ti, y para mediar eso, lo mejor es tener pensamientos que vayan de la mano. La psicología cognitiva está de acuerdo con que la fuerza que le damos a nuestros pensamientos es un factor importante.

Es por eso, que para iniciar la semana correctamente y tener un lunes positivo necesitas pensar en cosas que sean de tu agrado. Un pequeño ejercicio que puedes realizar es oler alguna fragancia agradable para ti. También pensar en algún recuerdo muy bonito de tu infancia o releer alguna carta de un viejo amor que recuerdas con cariño. Todo esto u otras cosas que encajen contigo te harán tener una actitud más positiva, mejorando tu día y el de la gente que te rodea.



Actúa de manera positiva.

Para acompañar ese pensamiento anterior lo mejor es una acción que se corresponda con ello. Sirve poco o nada que pienses en rosas si actúas como una seta. No te pedimos que seas el Capitán América, pero sí que actúes como una buena persona y créenos, notarás una diferencia. Por ejemplo, simplemente, empieza por sonreír.

Además, complementando el pensamiento con la actitud podemos contagiarlo a los demás, generando así, un entorno positivo adecuado para desenvolvernos.



Deshecha la negatividad

Deshecha la negatividad

Coge con tus manos todo lo negativo (en sentido figurado) que puedas encontrar y, sin dudarlo, tíralo todo a la basura. Ten en cuenta que, aunque creas tener una actitud y un pensamiento positivo, la negatividad es un enemigo al acecho.

No te dejes seducir por ella, sírvete de los dos primeros consejos y mantenla al margen de tu día. Hacer esto es complicado, lo sabemos todos, pero no es algo especialmente imposible.

Te supondrá un par de intentos, pero al notar lo bien que se siente uno al tenerla lejos, ya no querrás volverla a tener. Haciendo esto te será más fácil alejarla.



Cree en ti

Creer en uno mismo

Con los tres puntos bien sólidos, este será un poco más sencillo de instaurar. Nuestro desarrollo biopsicosocial es holístico, y el primer paso es creer que puedes lograrlo.

Trázate una meta a corto plazo y muy realista. Algo que puedas realizar ese mismo día o en el transcurso de la semana. Así, una vez logrado, la satisfacción que obtendrás al hacerlo te motivará a proponerte otra y mejorará tu humor.

Sabemos que muchas veces plantearte una meta suele ser frustrante. A veces te pones una meta que no se puede realizar o que tarda mucho. Por eso te recomendamos que analices muy bien la meta que vayas a trazarte para que su logro esté garantizado. Que se trate de una meta alcanzable. Logrando lo que te propones consigues elevar tu autoestima.



Elige

Tómate el derecho de elegir. No tengas miedo a expresar lo que sientes, deseas o piensas; ni menos de elegir lo que quieres hacer. Para todos es importante la satisfacción de elegir, no te sientas inferior o creas que por hacerlo eres egocéntrico. Tus decisiones y elecciones son tan válidas como las de los demás.



Reflexiona

Date unos minutos para reflexionar si lo que vas a hacer es positivo o no. La reflexión es un acto humano, aplícalo diariamente para lograr resultados favorables. Piensa muy bien si alguna acción que hiciste hirió a alguien o no fue del todo buena.

Asumiendo esa postura te harás consciente de tus actos y responsable de los resultados. Dentro de poco tiempo, podrás comenzar a mediar todos los hechos, hasta hacerlos positivos.



Asume

Ser una persona positiva no siempre es color de rosa. Saber reconocer cuando fallas y asumir la responsabilidad de tus errores es una forma de ser positivo, por muy contrario que suene.

Si bien errar es de humanos, cuando asumes lo que has hecho, reflejas una actitud positiva, confianza y serenidad. Postura que, si se ve reflejada, puedes asumir con facilidad e instaurarla en ti, volviendo tu lunes positivo y responsable.



Contagia al resto

Cuando tienes una actitud positiva se nota y, además, es contagiosa. Te sorprenderá lo mucho que puede ayudar una sonrisa y un par de palabras amables en tu entorno diario.

Ya sea en el trabajo, en el colegio o en tu hogar, al ser amable con las demás personas sirve de mucho tanto para ti como para ellos. Recuerda, tu actitud es como si fuera un boomerang, y éste se devuelve con el doble de fuerza con la que lo lanzas.