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La frase: “con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes”, pareciera cobrar sentido hoy en Santa Cruz, y pese a que ese apotegma, se le atribuye al general Perón; lo cierto es que grafica una realidad del presente del radicalismo santacruceño.
El desencadenante de esta situación fue el comunicado emitido por la denominada Mesa de Conducción Cambia Santa Cruz, que anticipó públicamente que ese sector de la oposición no haría “Frentes” por fuera de los partidos que la integran (UCR, Pro, Ari-CC, Encuentro Ciudadano y Socialismo), en momentos en los que el crecimiento del partido SER, comienza a preocupar al oficialismo y al gobierno Kirchnerista que busca mantenerse en el “poder” luego de más de 30 años de hegemonía.
“Los partidos que integran Cambia Santa Cruz reafirman su voluntad de trabajar para transformar la provincia generando un nuevo modelo político y social que incluya a todos los santacruceños, que genere trabajo y oportunidades en la provincia y permita el crecimiento de todos, impulsando la industria, el comercio y la producción”, inicia el comunicado que pondría punto final a la especulación de un acuerdo con otros espacios.
“Buscamos llegar al Gobierno Provincial”, afirma el comunicado, pero dado que “cierra” la posibilidad de alianzas “por fuera”, el margen para lograrlo se acota; tal vez de manera sustantiva.
No obstante, la conducción de “Cambia”, confirmó: “Creemos que no es posible establecer alianzas electorales que no respeten ni respondan a dichos objetivos, que desvirtúen los valores originales que nos llevaron a trabajar juntos”.

Cambia Santa Cruz, no sumará

Las expectativas estaban puestas en la posibilidad de un “gran acuerdo” que le permitiera a la oposición ir con “todos” sus candidatos reunidos en un solo Lema – estrategia propiciada por el sistema electoral vigente en la provincia y por el adelantamiento de las elecciones a gobernador que dispuso el gobierno- y de esta forma “sumar” todos los votos para vencer al kirchnerismo.
El panorama nacional, con una Cristina Kirchner en declive y un enorme desorden interno del Frente de Todos, y la perspectiva provincial con un oficialismo dubitativo a la espera de lo que decidiera la familia Kirchner (Cristina, Máximo y Alicia), abrieron un contexto favorable para que un acuerdo opositor, del tipo “programático”, sea efectivo.
Por eso, cuando la Mesa de Conducción de Cambia Santa Cruz se anticipó a decir que irían “por su lado”, generó un inmediato descontento, sobre todo en las filas de un sector del radicalismo que ya venía dialogando para formalizar un acuerdo con SER.
Precisamente, días atrás, el legislador nacional y dirigente petrolero Claudio Vida, se había pronunciado al respecto reclamando: “responsabilidad, respeto y coherencia” a la “vieja dirigencia política” santacruceña.
“Mientras que la mala política de esta provincia siga jugando al bueno y al malo y no se pongan a trabajar; lamentablemente la gente va a seguir sufriendo”, había sentenciado Vidal.
“¿Hasta cuándo la política tradicional del oficialismo y de la oposición hablando de sus referentes máximos, van a seguir ninguneando a la gente, van a seguir mirando a un costado, van a seguir bastardeando al pueblo de Santa Cruz? ¿Qué les pasa? ¿No tienen corazón? No se dan cuenta que el Pueblo se cansó?, advirtió Vidal.
Entre líneas del mensaje podía percibirse un llamado a la coherencia, principalmente de la oposición, para buscar una salida “nueva” a la situación política, económica y social de Santa Cruz.
En esta misma línea se habían pronunciado también dirigentes radicales, muchos de ellos reclamando públicamente un acuerdo abierto a otros espacios. Uno de ellos fue el candidato del Pro, el reconocido periodista Mario Marcki, que durante su visita a la zona norte no había descartado el “dialogo” con Vidal. También dirigentes locales en distintas partes de la provincia propiciaban un acercamiento; y hasta se hablaba de “trabajar juntos” en una serie de puntos de acuerdo.
Pero conocido el comunicado de la Mesa de Conducción de Cambia Santa Cruz, esa expectativa se transformó en desconcierto y luego en enojo.

Una fórmula imposible

Hay que recordar que el senador y ex candidato a gobernador, Eduardo Costa había insinuado un posible acuerdo hablando de una fórmula “Reyes-Vidal”, algo que todos sabían que en la práctica era impracticable. No sirvió el falaz argumento sobre los votos que respaldarían esta composición de fórmula a gobernador; dado que el petrolero había obtenido por si mismo en su espacio, más votos que la diputada nacional radical. Pero además, la Ley de Lemas –utilizada a favor- permitiría que ambos fuesen separados y a la vez sumaran.
Desde SER, uno de los que criticó este amague de acuerdo, que a la vista de la mesa de Cambia Santa Cruz quedó trunco, fue el diputado provincial José Luis Garrido, que criticó : “Algunos se llenan la boca hablando de cuestiones que después no concretan y esto es lo que está sucediendo”, apuntó. Además, vinculo la decisión tomada como “un producto de una interna del radicalismo que se sienta en la mesa de Cambia Santa Cruz” y que responde más “a los intereses personales de un grupo de dirigentes que a los intereses del partido o de los santacruceños”.
Este análisis de Garrido también se puede corroborar en las palabras de la diputada provincial por la UCR, Nadia Ricci, quien reclamó: “No sólo no estamos de acuerdo con el comunicado, sino con la posición del radicalismo en esta mesa. Lo que pedimos es que sea la convención la que tome una decisión”, insistió Ricci en dialogo con el programa “La Otra Gestión” (Radio Nuevo Día). La legisladora anunció además que se envió una nota al Presidente de la convención radical para que se convoque a los integrantes del partido a una reunión en donde se defina una postura. Claramente, no se trata de una interna sobre los candidatos internos, sino una disparidad de criterios sobre la estrategia enfrentar al gobierno. Por eso, Ricci aclaró que su candidata es Roxana Reyes y que es a quien va a acompañar, pero advirtió: “La posibilidad que tenemos hoy de ampliar nuestro frente, para poder terminar con 40 años de kirchnerismo, no sólo tiene que ver con una cuestión electoral.”
Sobre esto, Ricci fue clara: “Si no nos unimos todos los que estamos en la oposición, va a ser imposible.”

Una “oportunidad”

En cuanto al pedido a la conducción radical emitido por el Comité Perito Moreno de la UCR (localidad de donde es oriunda Ricci) el documento señala que tras una votación
“unánime de los presentes”, se definió solicitar una “convocatoria a convención partidaria, con el fin de escuchar la voz de cada uno de los comités de la provincia, para definir el tipo de acuerdo con otros partidos políticos, que deseen integrar el frente Cambia Santa Cruz”.
En cuanto a la necesidad de abrir el “Frente”, el documento considera: “la oportunidad que se nos presente para las próximas elecciones, no pueden ser opacadas por intereses personales ni decisiones arbitrarias que perjudican a las localidades del interior con amplias posibilidades, en acuerdos con otros partidos, de ganar intendencias, concejalías y diputaciones y en el gobierno provincial desterrar definitivamente al kirchnerismo”.
Planteadas las cosas de esta manera dentro del radicalismo provincial, y luego que trascendiera que otros dirigentes de la UCR, reclaman un cambio de estrategia para “ganar” la gobernación, todos son especulaciones. No obstante, se sabe que es poco probable que la Mesa de Cambia Santa Cruz, “cambie” su postura, dado que durante los últimos meses; el dialogo para un acuerdo fue “periférico” y no permeó a la “cúpula” del radicalismo.

Divididos contra el “aparato”

Con experiencias negativas en elecciones pasadas; es muy probable que el oficialismo ponga en marcha “todo su aparato” – constituido principalmente por organismos del Estado – en busca de condicionar a los votantes “rehenes” y a sectores que dependen laboralmente y directamente del gobierno. Esta estrategia, con la que el gobierno descarta un nuevo triunfo, sólo se podría contrarrestar con un “Frente opositor amplio”; algo que la mayoría de los santacruceños intuye.
En este contexto, el “factor” radical va a ser decisivo, y no tanto por la “cúpula”, sino en las “bases”; que tal vez expresen ese proverbio: con los dirigentes a la cabeza, o con la cabeza de los dirigentes”. En un final “abierto para el resultado de la próxima elección.