Mientras crece la polémica por la negativa de la Mesa de Conducción de Cambia Santa Cruz para cerrar un acuerdo en el partido SER; y la contundente réplica de un sector del radicalismo, que ve como “necesario” ese acercamiento para vencer al oficialismo en las próximas elecciones; un repaso por las “alianzas” que tuvo la Unión Cívica Radical de Santa Cruz en los últimos años, plantea el interrogante de porqué esta vez no quieren sumar al partido liderado por el diputado nacional Claudio Vidal.
En septiembre del 2011, diversos artículos periodísticos mencionaban casi con sorpresa que el entonces “diputado radical por Santa Cruz, Eduardo Costa, se sumó a la lista de candidatos a gobernadores de la UCR que cambiaron la estrategia luego del magro resultado de Ricardo Alfonsín en las primarias del 14 de agosto. Costa salió a buscar el apoyo del peronismo disidente y cerró un acuerdo con la delegación local de las 62 Organizaciones peronistas, que a nivel nacional comanda el duhaldista Gerónimo “Momo” Venegas. Además de la boleta de Alfonsín, Costa llevará de candidatos presidenciales a Hermes Binner, a Elisa Carrió y ahora también podría llevar a la fórmula Eduardo Duhalde-Mario Das Neves”, mencionaban las crónicas. Sobre esa estrategia, el ahora Senador decía: “Se puede trabajar desde la disidencia política y más que nada cuando todo indica que la próxima presidente va a ser Cristina Fernández”, se sinceraba Costa, al ser consultado por medios locales respecto de una eventual relación institucional con el kirchnerismo.
Ya en ese momento, la postura de Costa generó algunos cortocircuitos hacia adentro del frente que componían la UCR, con la Coalición Cívica y el partido Socialista. En ese momento, un artículo del diario porteño mencionaba que “el senador radical y candidato a la reelección, Alfredo Martínez, le dijo a Página/12 que se sorprendió la semana pasada al enterarse del acuerdo y que no compartía la decisión tomada por el candidato. De todas maneras, Martínez remarcó que están en condiciones de hacer “una buena elección”, aunque puso en duda el aporte de votos que generaría el pacto con Duhalde”.

Estrategia

Si bien, ese no es el único antecedente de acuerdos “extra partidarios” con polémica dentro de la UCR provincia; en este caso el tema llegó a la Justicia Electoral nacional cuando se impugnó la posibilidad de que una misma boleta a los candidatos a presidente Eduardo Duhalde y a gobernador Eduardo Costa (UCR) para las elecciones de aquel 23 de octubre de 2011.
Vale recordar que la impugnación había sido presentada por el apoderado del Frente para la Victoria de Santa Cruz, Iván Saldivia, y ratificada por la Justicia electoral por considerar que “es una estrategia política para inducir al electorado”.
No obstante, los referentes del PJ – puntualmente “Momo” Venegas y dirigente peronista Julio Bárbaro- viajaron a Río Gallegos para formalizar un acuerdo que en principio había sido impulsado por el Partido Unidos por Santa Cruz y referentes del duhaldismo en esta provincia. Cabe mencionar que para esa elección aparecieron en el centro de la ciudad de Río Gallegos, carteles y pasacalles que indicaban: “Costa – Cristina”, que indudablemente postulaban que ante un inminente triunfo del oficialismo a nivel nacional, se podría “combinar” las opciones de oposición y oficialismo.
También, hay que recordar que en el 2019, el espacio opositor “Nueva Santa Cruz (NSC)” – expresión local de Juntos por el Cambio que llevaba como fórmula presidencial a Mauricio Macri-Miguel Ángel Pichetto – incluía en su alianza a Eduardo Costa (UCR), Gabriela Mestelán (Encuentro Ciudadano), José María Carambia (Movere), Antonio Tomasso (PRO), Daniel Vidal (Fe-Movere); pero también al ex funcionario Kirchnerista Omar Fernández (por el Socialismo) y José Blassiotto ( del Frente Renovador que lideraba Sergio Massa, actual Ministro de Economía y candidato “K” a la Presidencia).

Ahora, a pocos días de la Convención radical que definirá si se abre la posibilidad que, otro dirigente político provenientes del sector sindical (Claudio Vidal), pueda forjar una alianza que sume al frente opositor que enfrentará al Kichnerismo, quedará abierta la incógnita si el centenario partido, puede hacerse cargo de los efectos que un “si” o un “no”, tendrá en los resultados de las elecciones de agosto en donde se definirá quien gobernara la provincia los próximos 4 años.