Karin Silvina Hiebaum – International Press

Como venimos diciendo, somos seres sociales, está en nuestro ADN. Esto implica que tenemos la capacidad de influir en nuestro entorno al igual que el entorno también influye en nosotros.

¿De qué manera el entorno nos influye?

La psicología social es la rama de la psicología que estudia cómo el entorno social influye directa o indirectamente en la conducta y el comportamiento de los individuos.

Se ha demostrado que nuestro entorno influye en nuestra manera de ser, de disfrutar, en nuestros hábitos, en conseguir lo que nos proponemos, etc. Desde el barrio en el que vivimos, nuestros vecinos, el coche que nos compramos, nuestra familia, amigos, compañeros del trabajo, las rrss, el clima y hasta nuestras propias creencias o la información que obtenemos influyen en nosotr@s de una manera muchas veces inconsciente.

Esto no es nada nuevo ya que desde hace siglos, el feng shui estudia el chi (la energía) con el fin de lograr que los espacios tengan una influencia positiva para las personas que los ocupan simplemente cambiando la disposición de la casa o añadiendo o quitando elementos para potenciar el chi.

Jim Rohn dice que “Nos convertimos en una combinación de las 5 personas con las que pasamos más tiempo. Podemos adivinar la calidad de nuestra salud, actitud e ingresos con tan solo mirar a las personas que nos rodean. Con el tiempo empezamos a comer lo que comen, hablar como hablan, leer lo que leen, pensar lo que piensan, ver lo que ven, tratar a la gente del mismo modo o incluso vestir igual que ellos”.

Esto no es sólo por la influencia que ejerce el entorno sobre nosotros sino que además, los seres humanos aprendemos por modelado, es decir copiando el comportamiento de los demás.

Lo que está claro es que no podemos escapar de la influencia de los entornos, todo influye en todo. ¿Alguna vez no habéis pensando que los perros se acaban pareciendo a sus dueños o que son los dueños los que se parecen a sus perros?