Al promediar la tarde del miércoles quedó inaugurada en el acceso a Cañadón Seco la obra de reconstrucción del sitio donde se reguardaron a los caballos criollos que utilizaron operarios ypefianos entre 1960 y 1969 para recorrer y apuntar datos sobre el bombeo de pozos y niveles de producción de las baterías petroleras cercanas a Cañadón Seco.
La recreación de lo que ahora es un paseo público se basó en los restos que quedan de una estructura que sostenía un galpón para guarecer la canallada, colocar el forraje, como también válvulas de una red de agua, una tranquera metálica y soportes de caños en los que se colocaban las monturas y riendas de la tropilla de tordillos, zainos, bayos y tobianos.
Además, se recopilaron testimonios aportados por varios familiares de aquellos “gauchos petroleros” y por otros vecinos que residen tanto en Cañadón Seco como en Caleta Olivia y otras localidades de esta provincia.
La iniciativa surgió de la subdirectora de Protocolo y Ceremonial, Andrea Vera, quien se la transmitió al jefe de la comuna, Jorge Soloaga quién no dudó en darle inmediato curso institucional, canalizando su concreción a través de la Dirección de Obras y Servicios.
Finalmente, la recreación de la “Caballeriza de YPF”, en la cual ya se montaron las figuras metálicas a escala real de dos caballos, diseñadas por el escultor metalúrgico local Carlos Miranda, pudo ser inaugurada el miércoles, en el marco de los festejos alusivos al 79° aniversario de la fundación de esa localidad.
Lo trabajos también incluyeron el desmonte de maleza y la colocación de cartelería ploteada en la que se describen el circuito histórico y recuerdan los nombres de los primeros “caballerizos”, entre ellos Teófilo Vergara, Mateo Jara, Pantaleón Navarro, Ambrosio Chiquelli y de otro de apellido Valdebenito, además de quien fuera el líder de ese sector, Bonifacio “El Gaucho” Luna, el cual igualmente cobró notoriedad por su trayectoria gremial.
Asimismo, se emplazó el cerco alambrado como el que originalmente existió en ese lugar y se construyó una plataforma para tres mástiles para banderas, todo lo cual demandó una inversión de algo más de 3,5 millones de pesos, utilizándose fondos de la propia comuna.
Pudo saberse que esta es una primera etapa ya que se proyecta recrear algunas de las otras instalaciones de la caballeriza, como ser corrales, galpones para almacenaje de forraje y casillas en las que se resguardaba el personal de turno.

NOSTALGICA HISTORIA
La recopilación histórica de este espacio da cuenta que a medida que se iba expandiendo la zona de exploración y de producción de pozos de petróleo, luego que ese recurso se descubriera a mediados de 1944, los operarios “bateristas” debían realizar extensos recorridos a pie ya que los caminos eran rudimentarios, por lo cual la empresa estatal tuvo que buscar una alterativa al no poder utilizar vehículos motorizados.
De esta manera se decidió utilizar caballos pero como los que había en la zona no eran suficientes, autorizó la compra de una primera tropilla de 40 animales en la estancia “El Chacay”, cercana a Lago Posadas, y su arreo a campo traviesa hasta Cañadón Seco demandó casi cuarenta días.
El trabajo a caballo duró casi una década hasta que fue reemplazado por el trazado de mejores caminos, dando lugar al paso de vehículos motorizados.
Entonces, la caballeriza fue quedando literalmente en el olvido, aunque es probable que su operatividad esté asentada en alguno de los fríos y distantes archivos de la compañía petrolera.
La recuperación de ese preciado recuerdo patrimonial generó un indescriptible sentimiento de emotividad en los familiares de los legendarios “caballerizos” que fueron invitados a descubrir una plaqueta recordatoria e incluso uno de ellos, Alberto Luna (hijo del Bonifacio) rememoró su niñez en ese espacio cuando acompañaba a su padre junto a otros dos hermanos e incluso narró algunas anécdotas.
Además, la comuna les hizo entrega de presentes recordatorios e igualmente formalizó un reconocimiento a la promotora de la iniciativa, Andrea Vera.

NUEVO SITIO EMBLEMÁTICO
Tras ello hizo uso de la palabra el presidente de la Comisión de Fomento quien en principio resaltó la importancia de ir recuperando paulatinamente la historia aún no escrita de Cañadón Seco.
Jorge Soloaga agradeció el aporte de la empleada de Ceremonial y Protocolo, del personal operativo de la Dirección de Obras y Servicios y del escultor local Carlos Miranda, también autor de otras obras de relevancia.
“Estamos recuperado historias como ésta, la de la caballeriza de YPF y de quienes fueron sus protagonistas, acompañados por las familias Luna, Chiquelli y Jara y de otras que si bien no pudieron estar presentes hoy aquí, nos acompañan a la distancia”, expresó.
Rememoro también que en los últimos años se fueron recuperando otras historias, como la de los jóvenes de Cañadón que fueron víctimas de la última dictadura militar y la de los soldados correntinos que en 1982 vinieron a custodiar la playa de tanques petroleros, antes de ser trasladados a Malvinas para defender la soberanía nacional.
En esa misma línea aseguró que se irán rescatando otras historias de la génesis del pueblo a medida que se logren nuevos testimonios y en el caso de la caballeriza, resaltó que “hoy tenemos un nuevo sitio emblemático que nos hace recordar cómo eran los difíciles tiempos en los comienzos de la actividad petrolera”.
“Es por ello que nos sentimos honrados de que se haya trabajado con seriedad y responsabilidad para que hoy tengamos un nuevo sitio que contribuye a recuperar la historia de nuestro pueblo”, puntualizó.