Por Ezequiel Beer

moneda

Hoy siendo un nuevo aniversario de la Independencia Argentina y a treinta días – y monedas – que nos separan de las elecciones PASO son quizás un condimento necesario para reflexionar someramente sobre la situación del país sin pecar de inexactitudes o aciertos.
Paralelamente los cuarenta años de Democracia que coinciden con los veinte años del Kirchnerismo/Cristinismo en el poder político permite deslizar algunas consideraciones pertinentes.
El primer dato sobresaliente es el índice de pobreza estimado en un 43% de la Población que en términos reales se puede estirar un par de puntos algo que se evidencia en las principales arterias y calles del país con la legión de cartoneros, mendigos, durmientes a la intemperie y un cumulo de vendedores ambulantes.
El segundo dato es que el nivel salarial medio se coteja con aquel percibido en paises-plataformas geoeconómicas del Sudeste Asiático donde en su mayoria no gozan de derechos laborales o sindicales algo que – todavía – aquí se sostiene a grandes rasgos.
El tercer dato es el agravante fenómeno inflacionario que permanentemente corroe los ingresos populares que sumado a la Estanflación y a la caída del tipo de cambio real da a lugar a la paradoja de re activación de las Economías Regionales ante una marcada re primarizacion que les permite exportar y recibir dólares y activar su economía que – por otro lado – también puede explicar sus triunfos electorales mientras que la región pampeana que se sostiene particularmente tambien por su mercado interno se encuentra alicaída o no crece lo suficiente o en comparación regional.
El cuarto dato es el nivel récord de endeudamiento externo – de la anterior administración y de la actual – que limita al borde de la cesación de pago con el FMI siendo el Ministro de Economía y Candidato Presidencial el Abogado Sergio Massa un delicado equilibrista entre asumir los compromisos, declarar el Default o conseguir financiamiento alternativo a un país que lleva ya casi nueve quiebras financieras internacionales.
El quinto factor es la licuación permanente de las reservas de divisas del BCRA ante la continua presión devaluatoria interna y externa, la demanda de dólares del sector importador y la remisión al extranjero por parte de las empresas transnacionales y de selectos ciudadanos que giran también sus utilidades por fuera del país.
En el medio de esta coyuntura el nuevo sello político del oficialismo ha «optado» por Sergio Massa como candidato único de unidad mientras que una dura interna entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta presagia aun un final incierto pero lo concreto es que se someten a que la ciudadanía en su conjunto sea la que decida quien sera el candidato que represente a Juntos Por El Cambio.
La espuma «libertaria» ha cesado – por lo visto y medido – siendo una incógnita si ese guarismo pasara a algún referente de la oposición o tendrá un destino incierto pues su acumulación se daba por el hastío sobre la política.
Quizás un dato no muy alentador es que en las elecciones provinciales pasadas casi un 50% del padrón electoral no fue a votar, voto en blanco o impugno. Veremos como eso se traslada sobre la madre de todas las batallas: La Provincia de Buenos Aires.
Si bien treinta días puede ser poco tiempo en la Argentina – y mas de hoy – puede ser una eternidad que permita operaciones y alquimias conducentes a dar inesperados resultados.
Aun estamos esperando.

Ezequiel Beer
Geógrafo UBA
Analista Político