Luego de más de tres años, el tristemente célebre delincuente César Alejandro Hernández, conocido como “Chatrán”, fue desaojado por orden judicial de una vivienda de Cañadón Seco, a la cual había alquilado pero luego se apropió mediante la adulteración de un boleto de compra venta.
El inmueble estaba en sucesión familiar y que había quedado a cargo de un vecino jubilado de apellido Vega, quien a fines del mes de julio de 2020 lo ofreció en alquiler a través de redes sociales.
Poco tiempo después apareció como interesado el hábil embaucador, presentándose como empresario dueño de un aserradero, fiel a su estilo y modus operandi delictivo, convenciendo de esta manera a Vega de no exigirle un garante.
El vecino descocía la trayectoria de quien posee un amplio prontuario por delitos cometidos en numerosas localidades patagónicas e incluso de otras regiones del país y cayó en la trampa, firmando un contrato de alquiler.
Pero solo percibió el pago del alquiler por tres meses -que por aquella época era de unos veinte mil pesos- ya que “Chatrán” le envió una carta documento comunicándole que había adquirido la propiedad, para lo cual exhibía un boleto de compra venta, obviamente apócrifo.
El locatario recurrió a la justicia pero todo se fue dilatando y el estafador aprovechó para realizar algunas mejoras e incluso apoderarse de un departamento chico que se encuentra en el mismo terreno y no figuraba en el contrato de alquiler original.
Finalmente, un juzgado civil de Caleta Olivia falló a favor de Vega y varios oficiales de justicia se hicieron presentes a principios de la semana pasada en la vivienda con la orden de desalojo.
No hubo necesidad de intervención policial, aunque se sabe que efectivos de la División Infantería se encontraban en las inmediaciones para actuar en caso de ser requeridos.
La presencia del estafador había causado gran malestar entre los vecinos de Cañadón Seco que nada podían hacer para que se fuera de la localidad e incluso en una ocasión amenazó de muerte al presidente de la Comisión de Fomento, Jorge Soloaga, por haber repudiado su asentamiento en esa comunidad.