La destrucción política de la economía chilena
Estamos ad portas de un desastre y los políticos solo piensan en las próximas elecciones
Chile se encuentra en una situación económica muy compleja, y quienes más han contribuido a esta debacle han sido los políticos, con medidas populistas cuyo remedio será peor que la enfermedad.
El COVID ha sido usado por la izquierda chilena con fines electorales, lo cual ha presionado a un débil gobierno a gastar muchísimo más de lo que recauda y no hay margen para una reforma tributaria. Ya no hay a que subirle impuestos. Y de seguir este camino el escenario será peor.
Una extraordinaria liquidez producto de la expansión del gasto público, extensión del IFE, nula reducción presupuestaria y retiros de fondos de pensiones, ante el riesgo de una expropiación, han llevado a salirnos de la meta de inflación ( 3 %) situándonos en 4,5 %. El peso chileno es la moneda que más se ha depreciado en el mundo durante agosto.
Esto es muy importante, ya que 70 % de los bienes no se producen en Chile y se compran en dólares. Mientras más depreciado esté el peso respecto al dólar, más aumenta el costo de la vida para los chilenos y afecta en mayor medida a los más pobres.
Y por si esto fuera poco tenemos una pérdida de aproximadamente 1.400.000 puestos de trabajo (en el gobierno anterior se crearon solo 500.000 nuevos puestos de trabajo) y una tasa de desocupación alrededor del 10 %, un PIB tendencial muy bajo en torno al 2 % y un país que llegará al 50 % de deuda como porcentaje del PIB a la vuelta de la esquina.
Acá claramente los principales responsable de esta debacle son los políticos. Ellos no han reducido un peso el gasto, hablan de margen de endeudamiento y más beneficios sociales, renta universal, subsidio al empleo, recibir inmigrantes, etc. No entienden que no hay margen para seguir estirando el elástico.
Sin orden no puede existir una recuperación económica y el COVID- 19 ha sido el principal aliado del actual gobierno para evitar que siga la destrucción del país. En Chile claramente se perdió el Estado de derecho hace mucho rato, cortesía de la izquierda.
Chile debe crecer en condiciones normales entre 4 % y 5 %, ya que la población crece en torno al 1,3 % anual, mas la inmigración, y nuestro país no ha logrado crecer en 8 años a más de 1,8 % en promedio, con déficit y una deuda que solo en intereses deberá pagar el próximo gobierno de alrededor de 5700 millones de dólares.
Estamos ad portas de un desastre y los políticos solo piensan en las próximas elecciones.