El gobernador electo encontrará un panorama de devastación total. Deuda por miles de millones, menores ingresos y una estructura súper poblada que supera los 90 mil personas dependiendo de un salario del Estado. La herencia dejada es una “bomba atómica” programada para explotar; y de acuerdo a lo planificado por Alicia Kirchner y sus secuaces, la explosión debería ser a corto plazo. En este escenario, las intenciones del kirchnerismo de restar “gobernabilidad” al futuro gobierno de Claudio Vidal, son un hecho; pero el margen de maniobra de la nueva gestión deberá tener una vinculación directa con el respaldo obtenido en las urnas.

La provincia no solamente esta vaciada, sin recursos producto del saqueo sistemático (negocios armados por años para que los fondos vayan a para a sus cuentas personales) sino que además tiene una deuda multimillonaria que contrajo la administración de Alicia que no solo fue para pagar la campaña – que perdieron – sino también para “tapar” los enormes huecos financieros que dejan en cada área de gobierno.
Si bien esto no empezó a gestarse luego de las elecciones de agosto que consagraron a Claudio Vidal como gobernador luego de tres décadas de hegemonía K; se profundizó a partir de la derrota provincial y ante la cierta posibilidad de perder las elecciones nacionales luego del lamentable gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Este “plan” se puede seguirse casi a detalles en las publicaciones de los Boletines Oficiales de los últimos seis meses donde el gobierno en huída, puso en papeles el diseño de la “trampa” que dejarían a Vidal.
El panorama para el nuevo gobierno, que fue votado con la esperanza de un cambio, como reclamo contra la corrupción y el atropello de una administración K que despreció a los empleados públicos y abandonó la gestión de la provincia descaradamente, es absolutamente dificultoso.
Los números están en “rojo” en todos los aspectos, y se agravaron en los últimos meses. Y si a esto se suman los recortes que anticipa el nuevo gobierno nacional, la gestión de Vidal no solo necesitará de la inteligencia necesaria para solucionar problemas financieros, sino también que el respaldo político obtenido en las urnas se verifique en la sociedad para eludir el escenario de conflicto que planea poner en marcha el kirchnerismo a partir del 10 de diciembre.

Menos recursos

Un dato concreto es que el presidente electo Javier Milei, prometió en su campaña terminar con las transferencias por fuera de la coparticipación; sumado a otras medidas que por el momento se insinúan como recortes. Si bien estas acciones ya anticipadas apuntarían a la necesaria “baja del gasto público”; nuestra provincia que durante décadas recibió fondos indiscriminadamente, dejaría de recibirlos. Y el problema no es que en un esquema de crisis se recorten gastos y haya fondos discrecionales terminen; el problema es a donde fueron a parar esos millones que transferían a Santa Cruz y que hoy no están ni en un “asiento contable”. Esa es la mayor prueba del saqueo y el robo del cual fue víctima Santa Cruz.
Ahora con un panorama de incertidumbre; es necesario clarificar y entender como el Kirchnerismo transformó una provincia rica, con recursos múltiples y con pocos habitantes; en una provincia pobre – con santacruceños pobres – sin recursos y además, hipotecada y endeudada.
Un detalle a tener en cuenta, es que de acuerdo a las proyecciones, las provincias mas afectadas por estos recortes serán los distritos del norte; Santa Cruz y, en menor medida, San Luis.
Según el calculo realizado por Politikon Chaco, que publicó recientemente el diario La Nación, quien asuma el gobierno en esas provincias tiene razones suficientes para estar preocupadas.
“La recaudación del IVA hasta el 24 de este mes muestran que tiene razones para preocuparse. Ya con impacto pleno del “Compre sin IVA”, puesto en marcha por Sergio Massa en plena campaña electoral, está 13 puntos porcentuales abajo que en el mismo mes del 2022.
No se trata de una medida del gobierno nacional que deberá entrar en funciones en unas semanas, se trata de las “irresponsables” medidas que tomó Massa en su carrera a ganar las elecciones; a cualquier precio. Y el precio lo pagarán las provincias y especialmente Santa Cruz.
El impacto en la coparticipación de ese programa y del cambio en Ganancias que, en el último bimestre de este año, implica para las provincias una resignación de $118.000 millones.
Alejandro Pegoraro, director de Politikon Chaco, señala que otra forma de medir el impacto que tendría la eliminación de las transferencias arbitrarias es medirlos per per: por los de los primeros diez meses de este año Santa Cruz perderá con $ 81.546, segunda luego de La Rioja con $ 143.768 por habitante.

La deuda que deja Alicia

Si bien el tema de las maniobras administrativa que está llevando impúdicamente Alicia para no dejar cabos sueltos y poder “acomodar” sus cosas antes de salir de Casa de Gobierno; esto no sería lo más preocupante; ya que ordenar la administración y corregir la estructura burocrática era claramente uno de los problemas que Vidal tenía en claro que enfrentaría. Lo más preocupante de la “herencia” es la multimillonaria deuda que deja la administración “K”.
Se trata de diez mil millones de un “préstamo” que Alicia le pidió al Ministro y candidato Sergio Massa; en mediante un “Convenio de Asistencia Financiera”. El Decreto que lo “blanquea” tiene fecha 31 de agosto, días después de que el oficialismo perdiera las elecciones.
A esto se suman otros convenios firmados con nación para el envió de fondos “a cuenta” que dejarían a la nueva administración como virtual “deudor” del próximo Presidente.
El Decreto 1013, especifica que se trata del Expediente MEFI-Nº 411.510/23, elevado por el Ministerio de Economía, Finanzas e Infraestructura, que refiere al Convenio de Asistencia Financiera firmado en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, el pasado 17 de agosto, “entre el Estado Nacional, representado por el Ministro de Economía, Doctor Sergio Tomas Massa, por una parte, la provincia de Santa Cruz, represen por el Ministro de Economía, Finanzas e Infraestructura, Licenciado Ignacio Perincioli, por la otra parte y el Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial, representado por su Directora Ejecutiva, Licenciada Claudia Graciela Álvarez”.
El monto es de diez mil millones de pesos ($ 10.000.000.000),y precisa que “el préstamo se hará efectivo mediante uno (1) o más desembolsos”. El Decreto de Alicia también confirma que la deuda que reconoce Santa Cruz al 31 de julio pasado es de dos mil novecientos treinta y nueve millones de pesos ($ 2.939.848.002,52). Es decir, los números son más que elocuentes, y podrían sintetizar una realidad: Alicia deja una provincia desordenada, endeudada y quebrada.

Agenda urgente

Lo que Santa Cruz vive hace años es una administración deficiente y absolutamente negligente. Podíamos atribuir la “quiebra” de la provincia a incapacidad de gobernar y administrar; pero tal vez a la vista de las acciones recientes del gobierno de Alicia, simplemente fue “vampirizar” a Santa Cruz, al punto de dejarla al borde del colapso financiero y social.
Según el economista de Ieral de la Fundación Mediterránea, mencionado en el informe Marcelo Capello: “El ahorro corriente negativo revela que hay endeudamiento para pagar gastos corrientes, un comportamiento fiscal nada recomendable”.
De acuerdo al trabajo de Capello, las otras jurisdicciones que muestran una elevada relación entre transferencias corrientes y ahorro corriente son Buenos Aires (160%), Río Negro (67,3%), Misiones (51,2%) y Santa Cruz (55,1%). “Los gobernadores apoyan medidas electoralistas y después reclaman; si no hay suficiente independencia, autonomía, es un riesgo”, dijo el economista a La Nación.

Margen de maniobra

Vidal no solamente encontrará “cajas vacías” sino también deudas contraídas por miles de millones. Cualquier escenario que haya calculado respecto al estado del Estado provincial es absolutamente mas grave. Un paralelismo se podría dar en Chubut, donde el gobernador electo Ignacio Torres ya anticipó que no podrá pagar los aguinaldos y responsabilizó a Alberto Fernández. Esto ocurre precisamente por la medida de la rebaja de Ganancias realizada por la presente gestión y ante eso le reclamó al Presidente un DNU para compensar los recursos antes de que finalice su mandato.
“Este gobierno tiene que resolver sus propias cagadas”, expresó sin eufemismo el gobernador electo a Radio Mitre y consideró que la cuestión “debería resolverse desde el Tesoro nacional” y que “no tiene que haber una ingeniería fiscal” tal cual le había garantizado Massa a los gobernadores a quienes prometió coparticipar el Impuesto al Cheque, algo que no ocurrió.
Hasta ahora, todo parecieran ser “pálidas”; pero el “margen de maniobra” estará nuevamente en el acompañamiento de la gente que votó el cambio.
Tres décadas atrás, un recientemente electo Nestor Kichner asumió y aplicó uno de los ajustes mas btutales que se conozcan en la historia de Santa Cruz; puso en marcha una Ley de Emergencia y aplicó recortes indicriminados. Pero todos asumieron que era lo que había que hacer; e incluso la oposición – que prácticamente no existía – lo apoyó.
Este no será el caso: el kichnerismo “afila el cuchillo” para sacarlo en la primera oportunidad que pueda. Y seguramente esta oportunidad sería el descontento social por la acotada capacidad de pago que tendrá el gobierno. De allí, a prenderle fuego a la provincia habrá un paso. Nuevamente, la capacidad de maniobra de la gestón actual estará en la capacidad que tenga Vidal de comunicar el desastre recibido; el saqueo que sobrevino en la provincia; y los pasos necesarios para poner nuevamente de pie a Santa Cruz.

Vidal no solamente encontrará “cajas vacías” sino también deudas contraídas por miles de millones. Cualquier escenario que haya calculado respecto al estado del Estado provincial es absolutamente mas grave. Un paralelismo se podría dar en Chubut, donde el gobernador electo Ignacio Torres ya anticipó que no podrá pagar los aguinaldos y responsabilizó a Alberto Fernández. Esto ocurre precisamente por la medida de la rebaja de Ganancias realizada por la presente gestión y ante eso le reclamó al Presidente un DNU para compensar los recursos antes de que finalice su mandato.
“Este gobierno tiene que resolver sus propias cagadas”, expresó sin eufemismo el gobernador electo a Radio Mitre y consideró que la cuestión “debería resolverse desde el Tesoro nacional” y que “no tiene que haber una ingeniería fiscal” tal cual le había garantizado Massa a los gobernadores a quienes prometió coparticipar el Impuesto al Cheque, algo que no ocurrió.
Hasta ahora, todo parecieran ser “pálidas”; pero el “margen de maniobra” estará nuevamente en el acompañamiento de la gente que votó el cambio.
Tres décadas atrás, un recientemente electo Nestor Kichner asumió y aplicó uno de los ajustes mas btutales que se conozcan en la historia de Santa Cruz; puso en marcha una Ley de Emergencia y aplicó recortes indicriminados. Pero todos asumieron que era lo que había que hacer; e incluso la oposición – que prácticamente no existía – lo apoyó.
Este no será el caso: el kichnerismo “afila el cuchillo” para sacarlo en la primera oportunidad que pueda. Y seguramente esta oportunidad sería el descontento social por la acotada capacidad de pago que tendrá el gobierno. De allí, a prenderle fuego a la provincia habrá un paso. Nuevamente, la capacidad de maniobra de la gestón actual estará en la capacidad que tenga Vidal de comunicar el desastre recibido; el saqueo que sobrevino en la provincia; y los pasos necesarios para poner nuevamente de pie a Santa Cruz.