Básicamente, Argentina no produce los suficientes dólares como para sostener su economía. Los gobiernos han solucionado esto de dos formas: endeudándose o con control de capitales (o ambas cosas, como ocurrió durante el gobierno de Mauricio Macri).

De las 16 últimas recesiones económicas que padeció Argentina desde finales de la Segunda Guerra Mundial, 15 surgieron “porque el país se quedó sin dólares”, según el Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec).

El ciclo parece funcionar así: un alza económica aumenta la producción industrial; eso sube las importaciones, porque la industria argentina depende de insumos importados (el sector automotriz, uno de los más grandes, importa el 70% de sus partes, por ejemplo).

Esto hace que haya más importaciones que exportaciones —o, en términos económicos, que la balanza comercial entre en déficit— y que escaseen los dólares. 

Una balanza con dólares
Pie de foto, Las crisis ocurren porque se importa más de lo que se exporta y se gasta más de lo que se recauda.

A su vez, ese déficit deriva en un salto del tipo de cambio (o una devaluación), lo que automáticamente se traslada a precios (es decir, genera inflación) e, indirectamente, golpea la economía (llevando a una recesión).

Ese freno económico hace que se reduzcan las importaciones y, por ende, que se reduzca el déficit. 

La contracara es que la devaluación torna más competitivas las exportaciones y por eso tienden a aumentar, haciendo que el país vuelva a tener un superávit comercial y eventualmente vuelva a crecer. 

Con el alza económica, el ciclo se renueva

No alcanza

Pero ¿cómo se explica que un país famoso por sus exportaciones agropecuarias y de carne tenga tantos problemas para generar dólares?

“El problema es que Argentina exporta productos primarios o con poca elaboración y no son suficientes para generar los dólares que se necesitan”, le explicó a BBC Mundo Eduardo Levy Yeyati, que fue economista jefe del Banco Central tras el colapso económico de 2001 y hoy es decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella.

A pesar de producir cosechas récord decommodities valiosos, como la soja, expertos como Levy Yeyati advierten que “simplemente no alcanza”, ya que tienen un “techo” y son menos redituables que las exportaciones de productos con valor agregado.

Según sus estimaciones, con los dólares que genera el campo Argentina puede crecer al 1% anual. Pero para crecer más debe endeudarse.

Las otras grandes economías de la región, como Brasil o México, resuelven estos desequilibrios financiándose internamente.