Días de definiciones se viven en Santa Cruz, y en las vísperas del final del 2023 comienza a quedar claro cuál es el escenario político de la provincia.
Mientras el gobernador Claudio Vidal daba una categórica muestra de la impronta que pretende dar a su gestión, confirmando su postura de ajustar a la política y eliminar los privilegios de la dirigencia y los funcionarios; el bloque del Unión por la Patria (UP) se negaba a avanzar en el necesario trabajo parlamentario, impidiendo el quorum para que se lleve a cabo la sesión extraordinaria convocada por el Ejecutivo.
Ya en horas de la mañana, con la convocatoria en vigencia, el Kirchnerismo daba las primeras señales de su “resistencia” a avanzar en la agenda que había propuesto Vidal. Tal vez esto no sería una novedad, teniendo en cuenta lo que mostró durante todos los años que fue oficialismo, careciendo de voluntad de consenso, dialogo o incluso discusión.
Ahora en su rol de oposición, lejos de re perfilarse como una voz parlamentaria representativa de la ciudadanía, asume la figura de herramienta política de UP, bajo las ordenes de la familia Kirchner.
Éste papel de “diputados-empleados”, se pudo comprobar este viernes cuando los “legisladores K” se negaron a bajar al recinto y bloquearon el tratamiento del Orden del Día que impulsaba una serie de herramientas necesarias para la nueva administración. Sobre esto, el bloque de UP tampoco dio explicaciones; solamente no dio quorum, presumiendo esto como una estrategia parlamentaria, cuando en realidad es solamente una postura poco democrática (para decirlo elegantemente) y a su vez, es un anticipó de las batallas que se darán (o no se darán) en la Cámara de Diputados santacruceña, cuando el gobernador intente avanzar en las reformar necesarias para sacar a la provincia del estancamiento.

El debate eludido

La agenda prevista incluía cuestiones de necesaria resolución administrativa, como el Proyecto de Ley del Presupuesto Provincial 2024, que pondría “blanco sobre negro” las expectativas económicas y financieras de la flamante gestión; y también se esperaba abordar la nueva estructura de Ministerios que constituyen de alguna manera el orden de prioridades o la visión del Estado que tiene Vidal. En tal sentido valdría mencionar que la nueva Ley de Ministerios dispone en ese rango a solo 10 carteras incluyendo a la Jefatura de Gabinete y al Concejo Provincial de Educación; pero, además elevar al Instituto de Energía de Santa Cruz a categoría ministerial. De este modo, el novedoso Ministerio de Energía, Gas, Petróleo, Minería y Biocombustibles expondría el perfil productivo que pretende gobierno a partir de ahora.
En el caso del Presupuesto de gastos e ingresos para el incipiente periodo, es un tema que había quedado pendiente en la agenda de las sesiones ordinarias de este año. El tratamiento de ésta herramienta financiera no había podido concretarse por “falta de quorum” y los reclamos de trabajadores de la Legislatura.
Pero fuera de este contexto, la introducción en el debate de la derogación a la Ley de Lemas, que podría poner fin a un sistema que tergiversa el concepto de voto directo de los ciudadanos; buscaba proponer una discusión política profunda.
La derogación de esta Ley es una de las grandes apuestas de Vidal, quien había expresado en toda la campaña que lo llevó al gobierno, que devolvería la “normalidad” al sistema electoral provincial. Haber colocado este asunto dentro del Orden del Día de la sesión extraordinaria, suponía un verdadero desafió al “viejo status quo” en términos políticos y legislativos.
Este “acting-out” demuestra la inconsistencia de la “oposición K”, que “actúa” como si aún estuviera en el “Poder”; disociando de la realidad y del mensaje que dieron las urnas que pidieron un cambio; no solo de color político, sino de la “actitud política” que es el fondo y la forma de la nueva realidad democrática santacruceña.
Por esto la oposición de UP prefirió rehuir el debate, pretendiendo que, hacer fracasar la sesión, les permitiría “marcar la cancha” de aquí en más. Nada más alejado de la realidad, ya que lo que evidenció es un bloque carente de ideas propias y de dinámica parlamentaria definida; exponiendo una bancada que aún se maneja bajo las ordenes de “los Kirchner”.