El 15 de septiembre de 1890 nacía la creadora del detective mas famoso de la historia: Hercules Poirot. Convertida en una de las escritoras más leídas del mundo, sus continuos viajes y su boda con el arqueólogo Max Mallowan convirtieron su vida en una digna historia de aventuras.

Al igual que sus dos hermanos, Agatha creía que su madre, que influyó profundamente en su vida, tenía poderes y percepciones extrasensoriales.
Agatha Christie, nació el 15 de septiembre de 1890 en Wallingford, al sureste de Inglaterra, en el seno de una familia de clase media alta y liberal. Rodeada de mujeres fuertes e independientes, su infancia fue muy feliz.
Fue educada en su casa y siempre tuvo un carácter tímido y retraído, prefería sus amigos imaginarios antes que las muñecas y pasaba horas leyendo relatos de Julio Verne, y Dickens.
Con 11 años, perdió a su padre, y la familia quedó en una difícil situación económica.
No obstante, Agatha fue enviada a estudiar a París donde estuvo cinco años.
A su regreso, acompañó a su madre que por motivos de salud permaneció tres meses en El Cairo, Egipto, que además de ser un destino turístico habitual de los británicos de buena posición económica, tenía un clima favorable para la ya deteriorada salud de la madre de Agatha.
A esa época pertenecen sus primeros relatos.
Bajo el pseudónimo de Monosyllaba, Agatha escribió su primera novela de estilo romántico, Snow Upon the Desert, que fue rechazada por varias editoriales.
Casada en la Nochebuena de 1914, sirvió como voluntaria en la I GM, y dos años más tarde, escribió su primera novela policíaca: El misterioso caso de Styles, donde aparecen por primera vez Hércules Poirot y su fiel amigo y ayudante el capitán Hastings.
En 1928, luego de la muerte de su madre y su divorcio, Agatha viajó en solitario a Bagdad. Fue el primero de sus trayectos en el famoso tren Orient Express.
Invitada por el arqueólogo Leonard Wooley a visitar las ruinas de la ciudad sumeria de Ur, descubrió su amor por la arqueología.
Al año siguiente, en su segunda visita a Ur, conoció a Max Mallowan (arqueólogo, claro) con quien se casó en 1930 y acompañó en todos sus viajes de trabajo.
Lo fascinante de esas exploraciones, luego serían de gran inspiración para muchas de sus novelas.
En 1950, Agatha fue nombrada miembro de la Royal Society of Literatur, en reconocimiento a su trayectoria.
En 1971 fue condecorada con la Orden del Imperio Británico.
La Gran Dama del crímen, partió un 12 de enero de 1976.

Su brillante carrera Literaria que incluye 74 novelas, 154 relatos cortos, 20 obras de teatro, 3 poemas y 2 autobiografías y más de un siglo después de la publicación de su primera historia, la producción de series, películas y videojuegos basados en su Obra no cesa.
Sus novelas fueron traducidas a unos 103 idiomas, y llevadas al cine y el teatro.
Sus tramas de misterio, tejidas con una destreza narrativa única, donde el asesino aparece en la última página, fueron seguidas por generaciones de lectores en todo el mundo.

Adelantada a su época, las convenciones sociales nunca limitaron sus aspiraciones. Desafió y cuestionó la concepción de cómo se debían comportar las Mujeres y después de Shakespeare, es el autor más leído en lengua Inglesa.

El Inspector Poirot, pese a ella, le ha sobrevivido.
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UNA DESAPARICIÓN MISTERIOSA

Después de dejar una nota a su secretaria en la que le decía “que se iba a dar una vuelta”, el coche de Agatha Christie apareció abandonado muy cerca de un lago el 4 de diciembre, a casi cien kilómetros de su casa. Al registrar el vehículo apareció su carné de conducir, un abrigo y restos de sangre. La conmoción en el Reino Unido fue tal que se ideó un operativo de búsqueda que contó con cerca de mil policías y más de 15.000 voluntarios. Incluso el novelista Arthur Conan Doyle acudió a una médium para saber si podía darle alguna pista. 

Agatha Christie fue localizada once días después en un hotel en el que se había registrado con el nombre de la amante de su marido, Nancy Neele. Cuando Archibald acudió a su encuentro, ella no supo decir por qué estaba allí y ni siquiera lo reconoció.

El mensaje principal que Christie transmitía en sus novelas es la idea de que el mal siempre es castigado. A menudo, sus historias presentan personajes malvados que intentan salirse con la suya, pero finalmente son descubiertos y enfrentan las consecuencias de sus acciones. También es común en las novelas de Christie que el detective o protagonista principal sea un personaje justo y moralmente íntegro, que representa la ley y el orden en un mundo caótico.

Además, muchas de las novelas de Christie tratan temas como la justicia, la lealtad, la confianza y la importancia de la verdad. Sus historias suelen mostrar cómo la verdad siempre sale a la luz, aunque a veces puede tardar en hacerlo, y cómo la honestidad y la transparencia son fundamentales para construir relaciones significativas y duraderas.

En resumen, el mensaje principal de Agatha Christie en sus novelas es que el mal siempre es castigado y que la verdad y la justicia prevalecerán en última instancia.