La internacionalización está muy lejos de ser una estrategia nueva para Aena. Al contrario, el operador español de aeropuertos ya tomó posiciones en el aeródromo londinense de Luton y en países americanos como Colombia, México, Jamaica. Pero es en Brasil, donde tiene mayor peso al gestionar 11 aeropuertos, incluyendo el propio de Sao Paulo. Ahora la compañía pujará por el aeródromo de Edimburgo por 3.500 millones, que es el primero de Escocia y el sexto de Reino Unido por volumen de pasajeros. Cifras que convierten a esta infraestructura en clave para que Aena impulse su internacionalización. Una estrategia más que oportuna en un contexto de total recuperación del tráfico aéreo, tras los mínimos que se registraron durante la pandemia.