Llegar a la oficina con una sonrisa puesta dando los buenos días, decirle antes de salir de casa lo guapa que esta tu mujer, dar las gracias por las pequeñas cosas que te hacen puede marcar la diferencia entre un buen día y uno menos bueno o lo que es mejor, puede marcar la diferencia entre destacar en tu entorno o ser uno mas. 

La ausencia de halagos deja huellas negativas en nuestro estado emocional. En otras palabras, quienes sólo reciben críticas acaban creyendo que hacen las cosas mal. Poco a poco van perdiendo la confianza en sí mismos.

Si las críticas son frecuentes, y no hay jamás un elogio, se acaba perdiendo completamente la autoestima. Esto indica que es necesario marcar los errores, pero es más necesario aún resaltar los aciertos.

– ¿Como es esto posible? Que es elogiar?

Mucha gente piensa que elogiar a alguien es decirle cosas bonitas de su físico cuando no es del todo cierto. Elogiar es dejar a alguien saber que te has dado cuenta de alguna característica especial de otra persona. Esto puede ser:Algo físicoDar las graciasHacer énfasis en el buen trabajo de alguienHacer alusión a un gesto de otra personaReforzar a alguien por algoMostrar admiración por otra personaElogiar algo que lleva puesto la otra persona o que tiene

¿Para que sirve esto?

Sirve para hacer que el otro tenga un día mejor y por ende tu lo tengas también. No solo hace sentir bien a quien lo recibe sino a quien lo hace. Dice mucho una persona que elogia a otra, da sensación de estar de buen humor, de ser una persona observadora, empática y cariñosa con los demás. Sirve para, en algunos casos hacer que un encuentro con alguien desconocido sea mas agradable y cercano. Sirve para que el otro sepa que estas ahí. También nos saca de nuestros ombligos para centrarnos algo mas en los demás. 

¿Como hay que elogiar?

No es lo mismo elogiar que ser pelota. Se ve la diferencia por cosas esenciales. Para elogiar:Hay que estar seguro de uno mismo y del elogio para que no suene forzado, algo que sea real y de verdad para nosotros. Mirar a los ojos de la persona a la que se elogia sin intimidarSonreír con cariño, sin forzar la sonrisa, sino usándola como complementoDejar caer el elogio con seguridad pero tampoco regodearse en el como esperando algo ya que puede ser intimidatorio.Utilizar frases en primera persona

¿Y recibir elogios? También hay que saber hacerlo? 

Claro que si, hay gente que no sabe. No sabe por que no se los cree y por eso al recibirlos sale como sale. Hay personas que ante un elogio se sienten incomodas y dicen las típicas frases como: “que va, si me he puesto cualquier cosa” o “tu trabajo si que es digno de admiración”. No se dan cuenta de que, a parte de perderse la alegría de que alguien te elogie, puedes hacer sentir mal a la otra persona por desprestigiar su elogio haciendo que no lo vuelva a hacer. Es mejor: Mirar a la persona que te elogia a los ojosResponder con una sonrisaDar las gracias por el elogio y por fijarse en aquello que está elogiandoResponder con otro elogio en caso de que sea propicio por la situación.

Un profesor de matemáticas escribió lo siguiente en la pizarra: 1×9 = 9 2×9 = 18 3×9 = 27 4×9 = 36 5×9 = 45 6×9 = 54 7×9 = 63 8×9 = 72 9×9 = 81 10×9 = 91 Primero sonó una risa silenciosa, luego muchos de los estudiantes se rieron porque el profesor obviamente se había equivocado. ¡¡10×9 = 91!!” En algún momento, toda la habitación se rió. El profesor esperó hasta que todos volvieran a estar en silencio. Luego dijo: “Cometí este error a propósito para demostrarles algo. He resuelto nueve tareas correctamente y solo he cometido un error. En lugar de felicitarme por haber resuelto correctamente nueve de cada diez tareas, se rieron de mi error. Y así muestran muy claramente cómo funciona nuestro sistema educativo. Y eso es muy triste, pero desafortunadamente cierto. Vivimos una cultura de error que hace que las personas sean heridas y a veces incluso humilladas, solo porque se equivocan. Tenemos que aprender a elogiar a las personas por sus éxitos, y también a apreciarlas por sus pequeños errores