El presidente argentino, Javier Milei, considera que “el Estado es el enemigo, una asociación criminal” y el comunismo, “una enfermedad del alma”, al tiempo que asegura que, tras “reconsiderar algunas posiciones”, ha empezado a “construir un vínculo positivo” con el papa Francisco, que le recibió este lunes en el Vaticano.
Entrevista emitida por televisión
“Filosóficamente soy anarcocapitalista, y por lo tanto, siento un profundo desprecio por el Estado. Creo que el Estado es el enemigo, creo que el Estado es una asociación criminal”, dijo Milei en una entrevista que se transmitirá en la noche de este lunes en el programa “Quarta Reppublica”, de la cadena Retequattro, que ha avanzado algunos extractos.
Milei explica, en la conversación con el periodista Nicola Porro, que él seguramente es “el primer liberal libertario en ser presidente y no es un sentimiento sino una realidad, un hecho”, mientras que sobre el Estado dice que es “una organización criminal en la que un grupo de políticos se ponen de acuerdo y deciden utilizar el monopolio para robar los recursos del sector privado”.
“El método del Estado es el robo”
“Pero en realidad, como decía Oppenheimer, el método que se utiliza en el mercado es la inversión, el comercio, y el método del Estado es precisamente el robo, y por lo tanto el Estado no es solo la mayor organización criminal del mundo, sino también el mayor ladrón estacionario del mundo”, enfatiza.
Porque un ladrón ataca de vez en cuando, pero “cada vez que vas a comprar algo en un lugar, te está robando el Estado a través de los impuestos; por lo tanto, el Estado te roba todos los días”.
“El Estado tiene el poder de arrestar a la gente”
“Conceptualmente, hay que decir que todo esto es muy, muy fuerte, porque hay una situación en la que el liberal libertario -nosotros nos dirigimos al mundo real-, es decir, el debate sobre si debemos entrar o no en política está lleno de ingenuos, casi podría decir tontos, que de hecho piensan que haciendo lo contrario de lo que dice el Estado, consigue resultados”, explica.
“Pero el Estado tiene el poder de arrestar a la gente, los políticos no se ven afectados, no ven su poder en juego. Pero en esto me di cuenta de que la única manera de entrar en el sistema era dinamitarlo”, añadió.
El presidente argentino, además, califica de “comunistas cobardes” a “muchos socialistas que quieren llegar a eso a largo plazo”.
“Leyes para devolver la libertad a los argentinos”
“Pongámoslo de otra manera. Mire, una de las cosas que hemos hecho en estos 50 días ha sido iniciar y poner en marcha reformas estructurales. De estas reformas, 350 se consideraron urgentes y 650 se incluyeron en una ley, es decir, la ley de la libertad de los argentinos de base. Y eso es interesante, porque el eje central de todo esto es que se refiere a devolver el poder y la libertad a los argentinos”, afirma.
“Y luego hay un segundo punto, otro punto: avanzar hacia estructuras de mercado más competitivas”, añade.
“El comunismo es una enfermedad del alma”
Además Milei explica que antes pensaba que el comunismo “era un problema mental. Porque el socialismo puro ha sido derrotado por la teoría económica” y explica: “Antes pensaba que era un problema de carácter, de carácter mental. Pero luego me di cuenta de que era algo mucho peor, que era una enfermedad del alma. Cuando el socialismo se ha aplicado bien, han asesinado a más de 6 millones de seres humanos”.
Milei en el Vaticano
El jefe del Estado argentino también se refiere a su relación con el papa Francisco, con el que este lunes se reunió durante una hora en su primer encuentro cara a cara después de haber dicho de él que era “el representante del Maligno en la tierra” después de que el pontífice restara importancia a esas declaraciones hechas en campaña electoral.
Milei, que se define como católico aunque también practica “un poco el judaísmo”, reconoce que ha tenido que “reconsiderar algunas posiciones” porque ha “comprendido en estos últimos tiempos, entre otras cosas, que el Papa es la persona argentina más importante de toda Argentina, es el líder de los católicos en el mundo”.
“Por consiguiente, todo esto implica algo muy, muy importante: representa una institución muy importante sobre todo en un país como Argentina, que tiene tantas raíces católicas. En consecuencia, tuve que reconsiderar algunas posturas y, a partir de ese momento, comenzamos a construir un vínculo positivo”, explica.