“Quiero decirles a todos los que están acá y a quienes nos están mirando que si lo que buscan es el conflicto, conflicto tendrán“. Javier Milei lanzó su desafío al Congreso argentino, que ha frenado en 82 días de Gobierno su ambicioso paquete de leyes con los que la ultraderecha busca cambiar de raíz la política, la economía y la cultura de este país. Al inaugurar la Asamblea Legislativa, esta vez al estilo norteamericano, el anarco capitalista sugirió estar frente a una cofradía de corruptos e insensibles a los cambios que impiden que Argentina vuelva a ser una “potencia mundial”. La agresividad ante el “nido de ratas”, como lo llamo antes de entrar al Congreso, se tornó en medio del discurso en una oferta a la concordia que incluye también a expresidentes, gobernadores provinciales y líderes de los partidos opositores. A todos los convocó a suscribir un pacto de 10 puntos, como los 10 mandamientos sugeridos en su cuenta de X, con letras en hebreo, el próximo 25 de mayo. Pero antes, deben dar luz verde a la “Ley Ómnibus” que no pasó el filtro de la cámara de diputados.
El nuevo “contrato social”, como lo denominó, gira alrededor de la “inviolabilidad de la propiedad privada”, el equilibrio fiscal “innegociable”, la reducción del gasto público “a niveles históricos, en torno al 25% al PIB”, una fuerte reforma tributaria, un nuevo sistema federal impositivo, la explotación de los recursos naturales, una reforma laboral “moderna que promueva el trabajo formal” y otra equivalente del sistema de pensiones que permita, como en los años noventa, la participación del sector privado. Por último, llamó a consensuar “una reforma política estructural” y un compromiso en favor de “la apertura del comercio internacional, de manera que la Argentina vuelva a ser un protagonista del mercado global”.
Milei aseguro que no quiere la confrontación. “No es el camino que queremos ni el que elegimos”. Abogó por una paz fundada en una aceptación a rajatabla de su programa. “Debo ser honesto en decirles que no tengo demasiadas esperanzas”, dijo a los diputados y senadores que lo escuchaban. Y advirtió: “si eligen el camino de la confrontación se encontrarán con un animal muy distinto al que están acostumbrados”.