El 26 de marzo se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Cuello de Útero, el cuarto tipo de cáncer más frecuente en las mujeres de todo el mundo. En este marco, la Dra. Valeria Valko, médica ginecóloga, destaca la importancia de concientizar y prevenir esta enfermedad que afecta a un gran número de mujeres en todo el mundo.
El cáncer de cuello de útero, causado por el Virus del Papiloma Humano (HPV), es una patología que surge a partir de un crecimiento anormal de células. “El HPV, siendo la principal infección de transmisión sexual, afecta a aproximadamente el 80% de las personas que han iniciado su actividad sexual.
Aunque la mayoría logra eliminar el virus gracias a su inmunidad, una pequeña proporción puede desarrollar una infección persistente, lo que aumenta el riesgo de desarrollar cáncer”, explica la Dra. Valeria Valko, médica ginecóloga de OSPEDYC.
Síntomas y métodos de prevención
Es crucial entender que esta infección suele ser asintomática, por lo que resulta fundamental realizar controles periódicos, incluso en pacientes que se consideren sanas.
Una de las principales armas en la prevención del cáncer de cuello de útero es la vacuna contra el HPV. Esta vacuna, incluida en el calendario de vacunación nacional, se administra a niñas y niños a los 11 años actualmente consta de una sola dosis. Además, está disponible para mujeres nacidas a partir del año 2000 y varones nacidos desde el 2006 que no la hayan recibido a los 11 años, pudiendo ser administrada hasta los 45 años fuera de calendario.
Otro método de prevención es el uso del preservativo durante las relaciones sexuales, lo que reduce significativamente las posibilidades de contagio del HPV y otras infecciones de transmisión sexual.
El Test de HPV, es un estudio que se realiza en consultorios de ginecología y permite detectar la presencia de HPV de alto riesgo oncogénico en el cuello uterino. “Es importante destacar que un resultado positivo en este test no indica la presencia de cáncer, sino la presencia del virus, por lo que se requiere la realización de Papanicolaou y colposcopia para determinar la existencia de lesiones causadas por el virus. Este test se recomienda para mujeres mayores de 30 años que no estén embarazadas”, detalla la profesional.
El estudio del Papanicolaou y la colposcopia, que se comienzan a realizar a los tres años después del inicio de las relaciones sexuales, son fundamentales para detectar lesiones en el cuello uterino que puedan predisponer al cáncer. El tiempo que tarda el HPV desde una primera lesión hasta el desarrollo de un cáncer es de más de 10 años. Es una enfermedad altamente prevenible, ya que durante esos 10 años se pueden detectar lesiones y tratarlas a tiempo.
“El cáncer de cuello de útero afecta a mujeres jóvenes y puede tener consecuencias devastadoras. Sin embargo, es una enfermedad prevenible y tratable si se detecta a tiempo.