Buenos Aires
Aunque no se llegó al récord de 2014 – en que los combustibles aumentaron un 45% en un año y 60% en un período de 13 meses-, las naftas subieron este año más que la inflación.
Desde diciembre de 2016 a hoy, el precio de los combustibles escaló entre un 32% y 35%, con mayor incidencia en las “premium” que en las súper.
El acumulado entre diciembre 2016 y noviembre de 2017 es del 22,6%. En cualquier caso, es altamente improbable que el alza del costo de vida quede emparejado con el aumento en los importes de los combustibles.
Desde 2007 que el precio de los combustibles locales venía desacoplado con lo que sucedía en el resto del mundo.
Este año se puso en funcionamiento el “mercado libre”. Eso implica que los valores argentinos también reflejarán las variaciones del petróleo crudo internacional.
Ese factor, que es de seguimiento estricto en la mayoría de los países, fue esquivo para el mercado local por no menos de una década.
El año que termina arrancó con el petróleo variedad Brent (que se utilizará como referencia) a US$ 55.
A mediados de año, retrocedió a US$ 45 y sobre el final repuntó a US$ 65. La decisión de liberar el mercado venía siendo conversada entre las petroleras y el ministerio de Energía desde hace dos años y se habían establecido etapas.
Si durante 10 días la cotización del precio internacional del petróleo estaba por encima del precio local (variedades Escalante y Medanito), se caían una serie de obligaciones pactadas entre el Gobierno nacional, las provincias, las productoras de petróleo y las refinadoras.
Recuperos
Eso sucedió a fines de septiembre y empezó a reflejarse en octubre. Este año, los combustibles subieron en enero, bajaron dos centavos en abril, recuperaron precio en junio y después volvió la racha de aumentos tras las elecciones. En noviembre fueron retocados, después cayeron por una disposición transitoria sobre biocombustibles y en diciembre tuvieron otra remarcación.
El litro de nafta súper estaba a $ 17,08 el diciembre pasado, mientras que ahora se despacha a $ 22,66, lo que representa un 32% de suba.
La “premium” se conseguía a $ 19,30 a fines del año pasado, pero su valor desde el último aumento es de $ 26,15, lo que marca un 35% de aumento.
Hasta octubre, el consumo de premium venía creciendo a mayor ritmo que el de súper.
En dólares, los precios locales son los segundos más caros de la región, después de Uruguay.
En la industria siempre argumentan que el componente impositivo local duplica al de los Estados Unidos, por ejemplo. La reforma impositiva en marcha puede corregir estas distorsiones. Pero aún es más lo que se especula que lo definido en torno a esa modificación de impuestos a los combustibles.
Hasta 2013, la cotización internacional del petróleo era elevada, pero los precios argentinos no lo reflejaban. Eso era porque el Poder Ejecutivo impuso retenciones a las exportaciones, que privaron a la industria local de despachar los excedentes al exterior, ya que las retenciones eran muy elevadas.
Desde 2014, la balanza cambió por completo. Los precios se hundieron afuera, pero hacia adentro el Gobierno, la industria, los sindicatos y las provincias acordaron importes superiores a los internacionales.
Como consecuencia, mientras que en todo el mundo se hablaba del desplome del petróleo, en la Argentina seguía subiendo la nafta.