Cañadón Seco
A mediados de esta semana la gobernadora Alicia Kirchner y otros mandatarios de provincias productoras de petróleo mantuvieron una video conferencia con el ministro de Desarrollo Productivo de la Nación, Matías Kulfas y el nuevo CEO de YPF, Sergio Affronti, a fin de avanzar en la implementación del barril criollo de petróleo a un valor de 45 dólares.

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La medida, apunta a sostener la actividad en la industria hidrocarburifera y consecuentemente a conservar puestos de trabajo ante la crisis desatada por la baja de precio internacional, agravada por la brusca caída del consumo de combustibles en todo el mundo debido a la pandemia del Coronavirus.
En Santa Cruz, uno de los principales impulsores de esa iniciativa fue el Presidente de la Comisión de Fomento de Cañadón Seco, Jorge Soloaga quien hace varias semanas le enviara una nota formal a la mandataria provincial, solicitándole que intercediera ante autoridades nacionales para su aplicación y que también canalizó a través de un
pedido a la gobernadora la puesta en marcha de la emergencia hidrocarburífera en Santa Cruz.
Al respecto, el jefe de la comuna, Capital Provincial del Petróleo, explicó que el barril criollo sintetiza medianamente los requerimientos de las compañías para sostener su actividad, la de los trabajadores para conservar los puestos laborales y los de las provincias
productoras para recomponer sus ingresos por regalías.
“Es una decisión trascendente del gobierno nacional y es de esperar que las operadoras de yacimientos, que por muchos años han acumulado ganancias, sobre todo las internacionales, no pongan más excusas porque siempre están esperando que el Estado resuelva sus problemas”, reparó.

“Tienen que devolver la plata que les quitaron”
“Entonces -enfatizó- es hora que dejen de recortar salarios a los trabajadores como ocurrió en otras provincias mediante acuerdos entre Cámaras empresariales y dirigentes gremiales o de generar descuentos a través de sus contratistas como sucedió esta semana en
Santa Cruz sin ningún justificativo. Tienen que devolverles la plata que les quitaron a los trabajadores y también reincorporar a los que despidieron y suspendieron”.
“Está claro que estamos ante malandras y filibusteros de la actividad petrolera mundial, pero también hay responsabilidad de quienes firmaron con ellos la reducción de salarios bajo la excusa de preservar fuentes de trabajo, algo que no hicieron las dirigencias de dos
gremios de la zona patagónica, el Sindicato Petrolero Santa Cruz y el de Camioneros”, puntualizó.
“Yo creo tener a suficiente autoridad política -afirmó- para decir estas cosas porque fui uno de los que pidió que se instrumente un precio sostén a través del barril criollo porque de lo contrario se venía la hecatombe financiera y laboral, no solo en Santa Cruz sino también
en otras provincias productoras de hidrocarburos”.
Finalmente, resaltó “la dignidad y el coraje” de dirigentes “que no dieron ni un solo paso atrás ni al costado para firmar una exigencia de las grandes compañías y que demostraron estar a la altura de las circunstancias, es decir que asumieron una firme defensa por la
dignidad de sus afiliados e incluso se ocupan de llevar delante operativos para controlar la salud de los trabajadores que se dirigen hacia los yacimientos, cuestión ésta que ninguna empresa se dignó hacer en resguardo de los trabajadores”, finalizó.