Pico Truncado
Junto a un grupo de profesionales el Ing. David Trejo nacido en Pico Truncado, habían ofrecido al gobierno nacional a través de la Senadora Nacional de la Provincia, del Socialismo Santacruceño, un proyecto para desarrollar mascarillas y otros insumos para atacar esta pandemia.
La contestación de la Senadora fue que no se tenía fondos para la compra de hilo para hacer las mascarillas en Tres D. Solamente se le pidió un solo artículo, lo demás lo pondrían ellos. (esta fue una anécdota que contó el Ingeniero cuando pidió una ayuda de los políticos para ayudar a la sociedad santacruceña).
«En principio uno de los proyectos era confeccionar un reparador de bajo costo, es decir de aproximadamente doscientos cincuenta dólares, nosotros lo ponemos en perspectiva con otros, este sería un respirador para casos leves (intermedio), el costo real en estos momentos en el mercado están en alrededor de cuatro mil a cinco mil dólares. Este es un desarrollo que hicimos con universidades de Estados Unidos, de Israel y también en Alemania.
Es decir, este modelo que armamos en Buenos Aires, es un modelo que en Estados Unidos ya se aprobó. En cuanto a las piezas de este respirador se están fabricando en Córdoba, son empresas muy reconocidas, también se están fabricando en Alemania e Israel. Este dispositivo ya está aprobado y hemos presentado toda la documentación en el ALMAT, solo faltaría que este organismo en algún momento lo apruebe.
Respirador
«En principio, este es un respirador que es muy útil para casos medios e intermedios para Terapia Intensiva. Lo bueno de este desarrollo es que se puede hacer con piezas que se consiguen con facilidad en todo el país. Nuestro desafío más que nada fue contribuir al diseño, esto es algo muy común afuera donde el trabajo es colaborativo, es decir un trabajo abierto. Todo lo que tiene que ver con proyectos en Tres D o nuevas tecnologías suele ser encadado con una mentalidad muy abierta, de innovación abierta», dijo Trejo.
Agregó que «aparece una Universidad que propuso un diseño abierto, en este caso fue una Universidad de los Estados Unidos, luego una Alemana y ahí aparecimos nosotros con la Universidad Caese, que es donde doy clases. Y en un tiempo reducido de tres a cuatro semanas, ya teníamos un prototipo funcional que lo empezaron a probar médicos, y en función de eso lo fuimos estudiando».
«Hoy está presentado en ANMAT esperando autorización y lo que a mí me deja tranquilo que este mismo prototipo se presento en estados Unidos ex CDA, donde nuestras regulaciones son bastantes similares, lo que vendría se el ANMAT estadounidense, allá ya se aprobó. Lo de acá seria ya cuestión de tiempo».
Sostuvo además que «otros de los proyectos en lo que estamos trabajando en la ciudad de Buenos Aires, es cuando en el mes de abril pasado, me sume para trabajar en un área que es innovación. En esa área queríamos implementar inteligencia artificial para salud, para educación. Estamos haciendo varios proyectos, un par tiene que ver con inteligencia artificial en algunas actividades de las escuelas, para poder empezar a hacer esa transición que los chicos empiecen a interactuar con ciencia de inteligencia artificial sin que se den cuenta», .
Diseños
Ejemplificó que «diseñando canciones, escribiendo textos con ayuda de inteligencia artificial, haciendo arte con las computadoras y en materia de salud, con este mismo modelo de innovación abierta nos enteramos que había un proyecto afuera que estaba que estaba haciendo la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, que tenía que ver con detectar el coronavirus a partir de la tos. Y esto es aprovechar los componentes de audio, es decir el audio como frecuencia, que tiene las características de un sonido para detectar si hay diferencia entre una voz normal y una voz de una persona que tiene el virus en su cuerpo».
«Esto surge que cuando uno va al médico le dice que tosa, porque hay enfermedades como la pertussis, donde la tos es bastante notoria y bastante particular. Entonces simplemente escuchándola el médico puede saber si tenes esa enfermedad. En cambio con el coronavirus no es tan fácil, pero aquí es donde ingresa la computación y la inteligencia artificial. Escuchar un audio, descomponerlo y analizarlo, ver si tiene el patrón del coronavirus o no», manifestó.
Añadió que «entonces ahí lo que hicimos fue armar un protocolo de salud con el Ministerio de Salud de la ciudad de Buenos Aires y empezar a capturar con un número de waths App las toses de las personas que se iban a realizar el hisopado. El hisopado tiene un error del 2% que es muy chiquito y da mucha seguridad, si una persona tiene o no tiene coronavirus. Lo que hicimos es tomar toses de personas positivas y personas negativas, la pasamos por una red neuronal para entrenarla. Esa red neuronal lo que hace es aprender cómo son las toses positivas y aprender cómo son las toses negativas. Entonces después ponemos una tos positiva o una tos cualquiera, con el análisis te dice si es positiva o negativa».
Indicó también que «esto no lo estamos pensando como un reemplazo de los test PCR o de los test epidemiológicos, sino lo estamos pensando como un complemento que pueden utilizar los médicos para simplificar su tarea. Muchas veces lo que pasa es que estamos rodeados de personas que son a sintomáticas, es decir tienen el virus pero no tienen síntomas, en Buenos Aires son mucho los casos».
«Con este mecanismo donde estamos en la etapa de validación, ya lo probamos, ya lo usamos, ya lo diseñamos y ahora estamos en la etapa de validación, que es ver cómo lo vamos a usar cuando esto interactué con el ciudadano».
«Además debemos saber con qué nivel de seguridad la red neuronal de este sistema que armamos, nos permite saber si tenes o no tenes el virus, porque también puede pasar que tengamos muchos falsos positivos o muchos falsos negativos. Nosotros aquí hicimos una herramienta y ahora es el personal de salud el que debe ver cuál es la mejor forma de implementarla», consideró finalmente.