El año pasado terminó con un alevoso incumplimiento de los compromisos asumidos por los funcionarios del Ministerio de Desarrollo Social de Santa Cruz. Pese a cumplir todos los trámites, incluida la “reseña social”, no se habilitaron las tarjetas sociales por alimentos y las ayudas financieras adeudadas a quienes están en situación de desalojo. Y por si fuera poco, en el caso de Caleta Olivia se fueron a receso y les quedaron debiendo módulos alimentarios a 200 familias de un listado que hasta incluía el teléfono de cada compañero/a.
El Ministerio de Desarrollo Social de la Nación dejó de enviar en agosto, las partidas de alimentos para 300 familias de Santa Cruz y 200 de Tierra del Fuego. El Gobierno de la “sensibilidad social” le da la espalda a los más vulnerables de la Patagonia Sur. Todos los días se acercan a los Delegados barriales más y más compañeros a quienes la changa no le alcanza para parar la olla.
Alientos y Tarifas con INFLACION, jubilaciones y salarios en DEPRESION
Los datos del Indec señalan que el mes de diciembre cerró con una inflación promedio del 4%, totalizando un 36,1% para todo el año 2020. Los alimentos se ubicaron por encima de la media, llegando al 9,6% de aumento mensual para las zonas más pobres. Pese a la pandemia, la caída de la actividad y la “regulación” de precios, los alimentos siguen subiendo y aún no habría pasado lo peor.
La suba de diciembre se presenta como la más elevada de todo el año, marcando una tendencia alcista. Un ejemplo de esto es la carne y sus derivados, cuyo precio saltó el mes pasado un 20,5% en nuestra región. Por otra parte, el aumento regular y sistemático de los combustibles suma su adicional al costo de traslado y a la producción de bienes y servicios. Se trata de aumentos autorizados por el gobierno nacional, tanto de las naftas como del bioetanol y el biodiesel, los cuales seguirán impactando progresivamente. En poco más de cinco meses, los combustibles subieron un 25%. Otro es el caso de los aumentos de las tarifas de luz y gas, postergadas hasta mediados de marzo.
Contra el señalamiento de Alberto Fernández de que ningún jubilado perdería en 2020 con la inflación, la realidad se mostró un tanto controvertida: ningún jubilado, sea de la escala que fuere, superó la barrera del 36,1% que tuvo la inflación oficial. Otro es el caso del Salario Mínimo Vital y Móvil, el cual además de ser el piso para los salarios convencionales es la base del cálculo para el pago de los programas sociales como el Potenciar Trabajo (un 50% del Salario Mínimo). Este solo contó con un aumento del 21%, (contra 36,1% de inflación) en dos cuotas y recién llegando a fin de año (octubre y diciembre).
En este 2021 que recién se inicia no vamos a abandonar la calle por los reclamos más elementales de subsistencia, como tampoco por el TRABAJO GENUINO, la tierra, la vivienda, el agua, la salud y educación.
Cuerpo de Delegados, Polo Obrero