Buenos Aires
La Universidad Siglo 21 indagó acerca de los hábitos vinculados a la movilidad de las personas cuando están activas y qué tipo de actividades físicas realiza a diario. Los resultados arrojan que el sedentarismo es cada vez más habitual y, como consecuencia, empiezan a detectarse más complicaciones en la salud.
Mediante su Observatorio de Tendencias Sociales y Empresariales, y en el marco de su reciente investigación sobre hábitos saludables en los argentinos, analizó sobre las conductas de las personas respecto al sedentarismo y a la actividad física diaria que realizan. La muestra fue tomada en siete ciudades durante la pandemia, y el estudio refleja que el 44% de los encuestados se mantiene acostado o sentado la mayor parte del día.
Desde el Observatorio plantearon tres categorías para evaluar la práctica de los encuestados: Caminata, Actividad Moderada y Actividad Intensa.
Respecto al primer punto, cerca del 90% de los consultados, aseguró haber caminado por al menos 10 minutos seguidos en la última semana. Pero, al establecer una mayor intensidad, tanto en el esfuerzo como en el tiempo destinado a la actividad física, esa proporción se reduce a 6 y 5 de cada 10 participantes (considerando las categorías moderada e intensa, respectivamente).
Con el foco puesto en las actividades moderadas, sólo 4 de cada 10 personas manifestaron haber realizado esta práctica al menos 3 días de la última semana, durante al menos 10 minutos seguidos. A su vez, este tipo de ejercicios son más comunes entre jóvenes y residentes de ciudades como Buenos Aires, Córdoba y San Miguel de Tucumán.
Por último, en cuanto a las actividades físicas más intensas, solamente 3 de cada 10 personas sostuvieron esta práctica en 3 días de la última semana, por al menos 10 minutos seguidos. Además, cabe destacar que este tipo de actividad es más común en hombres, respecto de las mujeres, entre personas más jóvenes y residentes de la ciudad de Buenos Aires.
Un detalle no menor es que el sedentarismo, durante el tiempo de ocio o en las actividades laborales y domésticas, se acentúa en las mujeres, y en los más jóvenes en comparación con las personas de mayor edad. Esta tendencia queda más en evidencia en ciudades como Buenos Aires y Mendoza.
“Quedarse mucho tiempo quieto, a largo plazo puede perjudicar seriamente la salud, generando dificultades en las funciones cardiorrespiratorias y musculares, debilitando la estructura ósea y aumento en el riesgo de Enfermedades No Transmisibles (ETN) y depresión, entre otros aspectos. Si bien es ideal completar una hora de caminata diaria, leve, para estar activos, las mejores recomendaciones pasan por intercalarlas con actividades intensas, porque son las que requieren de un esfuerzo físico que hacen mucho más fuerte al ritmo cardíaco y tiene mayores beneficios sobre nuestro organismo”, completó la Dra. Marcela La Villa, directora de la Lic. en Kinesiología de Universidad Siglo 21.