El antiguo edificio donde funcionó por varias décadas la ex Proveeduría del Personal de YPF y forma parte del patrimonio histórico de Cañadón Seco, fue remodelado por la Comisión de Fomento, respetándose su fisonomía original, para ser convertirlo en una Proveeduría Cultural.
La inauguración de la obra tuvo lugar en la tarde del jueves en una ceremonia que fue presidida por el jefe de la comuna, Jorge Marcelo Soloaga, acompañado por numerosos vecinos y referentes de varias instituciones e invitados especiales.
Del tradicional corte de cintas, además de Soloaga, participó secretario general, ingeniero Carlos Lisoni; la directora de Obras Públicas, Bárbara Romero: la directora de Cultura, Verónica Meira y el museólogo Gabriel Miremont.
Previamente, la locutora oficial del acto recordó que la génesis de este emprendimiento data de 2016, cuando se tomó la decisión política de recuperar uno de los espacios públicos históricos de Cañadón Seco, a fin de ponerlo al servicio del arte y la cultura popular, para lo cual se requirió una inversión de algo más de 57 millones de pesos.
La ocasión también fue propicia para otorgar presentes recordatorios a los vecinos Sergio Sampaoli, Pablo Miquetín, Silvia de Ambrogio, Luis Castillo (hijo del primer administrador de la Proveeduría) y Antonio González, quienes aportaron valiosos relatos y anécdotas en torno a la historia de la proveeduría ypefiana.
DE TODOS Y PARA TODOS
Luego, al hacer uso de la palabra, el Presidente de la Comisión de Fomento formuló un afectuoso agradecimiento a todo el equipo que trabajó con gran dedicación para concretar una obra que todos los vecinos se merecían.
Resaltó que, bajo la premisa de que hay dar respuesta a lo que la sociedad demanda, quienes ejercen una función de gobierno tienen que comprometerse no solo a empeñar su palabra sino también a concretarla con hechos y este era uno claro ejemplo de ello.
Puso también de relieve que “éste es un lugar de todos y para todos” porque no en vano fue diseñado como una construcción colectiva “que nos permite abrazarnos a través de la cultura, para conjugar el esfuerzo que posibilite el crecimiento y desarrollo de nuestro pueblo”.
Sostuvo además que la cultura también debe interpretarse como “el empoderamiento de hombres y mujeres de nuestro pueblo” es decir la posibilidad de tener acceso libre a un preciado derecho comunitario.
Ello lo llevo a decir en otro pasaje de su alocución que fue importante revisar cimientos históricos que conciernen a la idiosincrasia de la comunidad para diseñar el proyecto de la Proveeduría Cultural y hoy podía expresar sin dudas que “con esta obra emblemática comenzamos a trazar la hoja de ruta cultural más importante de nuestro territorio”
Además destacó que, en sí misma ella, representa revalorizar a la comunidad en su conjunto y de manera especial la memoria de los pioneros, lo cual infiere aquilatar “una identidad heredada” pero proyectada hacia el futuro” porque “si nos hubiéramos quedado solo con lo heredado, este lugar seguiría estando como lo encontramos al inicio de nuestra gestión, un galpón lleno de escombros, pero decidimos recuperarlo y ponerlo en el valor que se merecía”.