Además, se recreó el pesebre viviente.
La Plaza de la Sagrada Familia de Cañadón Seco adquirió en la noche del martes un renovado espíritu de alegría e ilusión con la recreación del pesebre viviente que recuerda el nacimiento del niño Jesús.
También se procedió a encender el árbol navideño que constituye otra de las tradicionales celebraciones de la grey católica y la antesala de las fiestas de fin de año.
Ambos acontecimientos fueron organizados por la Comisión de Fomento a través de sus diferentes áreas de gobierno y esta vez el emblemático espacio público contó con la presencia de cientos de vecinos.
Esto no había sido posible el año pasado ya que las medidas de bioseguridad por la pandemia del Coronavirus obligaron a cambiar el formato de la celebración religiosa.
En esa ocasión, se difundió por la radio comunal un relato del pesebre, mientras algunos vecinos tuvieron que limitarse a presenciar desde sus automóviles el encendido del árbol a cargo de un reducido grupo de autoridades comunales.
Ahora, al mejorar notoriamente la situación epidemiológica, retornó la presencialidad y a partir de las 22.30 el público comenzó a concentrarse en la plaza ambientada con luces y música.
Allí se montó una magnifica escenografía del cuadro bíblico protagonizado por niños, adolescentes y adultos vestidos de ángeles, pastores, hadas y reyes, como así también por un matrimonio muy joven de la localidad con su pequeño hijo, para representar a María, a José y al niño Jesús.
También hubo ofrendas por parte de referentes de instituciones escolares, Mujeres del Arte, Consejo Agrario, Puesto Sanitario, Partido Justicialista y de la vecina Margarita Vargas, en tanto que
Integrantes de escuelas deportivas de la localidad (básquet, vóley, atletismo, taekwondo, fútbol de salón, desarrollo motor y skate, entre otras), depositaron elementos de sus actividades.
Huésped de honor
Tras ello, se dio a conocer una Resolución comunal por la cual se declara “huésped de honor de nuestro pueblo” al niño Jesús y hubo una bendición para toda la comunidad a cargo del diácono Mario Sosa.
Seguidamente, llegaron hadas con sus varitas mágicas que acompañaron el momento que se encendió el árbol navideño y de manera sorpresiva, sobre todo para admiración de los niños, arribó San Nicolás o Papá Noel a bordo de una autobomba de la Unidad 18 de Bomberos, quien repartió golosinas a niños y niñas.
De esta manera, la Comisión de Fomento resaltó la importancia que revistió este encuentro anhelando “que este nuevo aire de esperanza y dicha nos siga acompañando” y al mismo tiempo transmitió el deseo de que toda la comunidad disfrute de “fiestas llenas de amor, unión y alegría”.