El presidente de la Comisión de Fomento de Cañadón Seco, Jorge Marcelo Soloaga marcó su posición distante de la tomada por la gobernadora Alicia Kirchner al dar directivas al Ministerio de Seguridad para que se destinen efectivos policiales a la custodia de las sucursales de La Anónima en Santa Cruz, temiendo que las mismas puedan ser objeto de protestas populares.
Vale recordar que el descontento generalizado de la sociedad hacia esa firma supermercadista que tiene sus raíces en la Patagonia, se incrementó de sobremanera la semana pasada cuando el dueño de la cadena de supermercados, Federico Braun, dijo burlonamente en reportaje periodístico que para combatir la inflación su empresa remarcaba todos los días los precios de los productos de primera necesidad.

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En tal sentido y en mensaje directo a la mandataria provincial, Soloaga expresó: “es al revés, hay que poner a la policía para que cuide a la gente, para que La Anónima de Braun y su casta no le metan la mano en el bolsillo y le roben”.
Para refrendar su postura, trajo a colación una frase del recordado escritor, pensador y político argentino Arturo Jauretche cuando dijo que “hay que dar vuelta el gendarme para que en lugar de cuidar el interés de los poderosos, cuide que los poderosos no dañen el interés de la gente.”
Consideró además oportuno recordar que los antepasados de otros dos referentes de ese grupo empresario, Marcos Peña Braun (ex jefe del Gabinete nacional del macrismo) y Miguel Braun (ex secretario de Comercio de la misma gestión), “junto a sus hermanos de clase, los terratenientes ingleses, se apropiaron de miles de hectáreas en la Patagonia argentina y chilena”.
“Lo hicieron a sangre y fuego, en principio exterminando a pueblos originarios y años después contribuyendo con la masacre de más de 1.200 trabajadores rurales durante las huelgas rurales de los años 20 y 21 del siglo pasado, triste episodio que históricamente se conoce como La Patagonia Rebelde”, puntualizó.
En consecuencia, el jefe comunal sostuvo que, ante la brutal escalada de precios que sigue llevando adelante la firma supermercadista, “toda la dirigencia gremial, social y política tiene el deber ineludible de convocar y movilizar a la gente en resguardo de sus intereses” ya que “mantenerse ajena constituye una complicidad inadmisible e imperdonable”.