La excusa fue el primer aniversario de la creación de uno de los organismos más nefastos y nocivos para la democracia dentro del gobierno de Alicia Kirchner: la Agencia de Medios y Contenidos Audiovisuales de Santa Cruz (AMA). Fue en ese contexto, que se “bajó línea” sobre lo que pretende la gobernadora para los últimos meses de su actual mandato, de cara a las elecciones generales de este año.
La idea es simple pero sumamente siniestra: el control total de medios, periodistas y redes sociales en la provincia.
Es que los primeros doce meses de este mega organismo que concentra las operaciones de todas las áreas de comunicación oficial, como así también el monitoreo de medios oficialistas, con pauta o con afinidad al gobierno, la gestión fue un fiasco.
Son millones de pesos que se destinan a establecer una “sumisión” de medios de comunicación en todos sus formatos; y sin embargó el “relato” permanente y el pretendido ocultamiento de la realidad nefasta de la provincia no estarían dando resultados. Y esto no sólo queda en evidencia en los sondeos que manda a hacer el gobierno provincial, sino que “honrosas” excepciones de comunicadores sociales que eluden el “cepo” a la verdad, impiden que aún se crea las mentiras que difunden los medios “comprados” y los “alquilados” por el Kirchnerismo.
A meses de que se inicie la campaña electoral – aunque la familia Kirchner y sus “empleados” ya están en actividad proselitista con dinero de los santacruceños – la gobernadora “ordenó” convocar a los funcionarios del ámbito de las comunicaciones para que no dejan pasar un sólo comentario crítico de su gestión.
Fue en ese contexto, que durante charlas informales posteriores al acto formal de “festejo” de la creación de la AMA, se dejó bien en claro que no debe haber voces disonantes, pero no solamente en medios de comunicación, sino también en Redes Sociales, donde los “monitoreos” son constantes para ver que se opina; sobre todos los “posteos” de empleados públicos, comunicadores y ciudadanos en general y de ese modo aplicar “correctivos”. Sin dudas una “política del miedo”.
Pero aún falta un paso para “burocratizar”, “alinear” y estatizar todo tipo de emprendimiento periodístico libre: la creación del “Consejo Provincial de Comunicación”; proyecto que está en marcha.
Alicia es la AMA
La AMA funciona como “brazo ejecutor” del denominado “Sistema Integral de Medios y Contenidos Públicos, una surte de “mega” organismo que incluye al Consejo Asesor de los Medios Públicos Santacruceños (CAMPuS), y el Observatorio Provincial de Medios (OPM). Según el extenso articulado, las funciones y las atribuciones, hacen de este “mamotreto” burocrático una verdadera “caja negra” de fondos, con mecanismos destinados a que ningún medio pueda escapar al “vigilancia” de Alicia.
Desde este “mega” ente, al cual deben alinearse todos los medios oficiales, no sólo del gobierno provincial sino también los municipales; se fiscaliza toda la información oficial que se hace pública, pero también se abarca a los medios de comunicación privados (en todos sus formatos) cuya subsistencia depende de la pauta oficial.
Puntualmente la AMA, es “ente autárquico de derecho público con personería jurídica propia y capacidad para actuar pública y privadamente de acuerdo a las disposiciones de esta ley”. Y allí está la clave: tiene una actividad autónoma que le permite no rendir cuentas.
Cuando se estableció este “sistema” nefasto, se explicitó que la AMA “es la Autoridad de Aplicación” y “actuará como órgano de ejecución de la política comunicacional de la provincia de Santa Cruz”.
Con sus “súper” atribuciones, la AMA coordina “las políticas de comunicación e información pública, gestiona y administra los medios públicos de la provincia”. No obstante, esto no es todo, ya que además entiende en “lo referido a la comunicación integral de los contenidos estratégicos de la provincia de Santa Cruz y sus políticas públicas, coordinación del contenido institucional de las páginas Web y canales oficiales de comunicación digital vinculados al Gobierno de la Provincia”. El alcance de este control llega además a “las diferentes áreas de Gobierno, Municipios y Comisiones de Fomento en lo referido a la comunicación pública y al vínculo de las instituciones con la comunidad”. Esto en lo referido a los medios oficiales; pero la AMA también está facultada para vincularse con “los medios de comunicación de gestión privada en todos sus soportes y formatos”.
Es decir, la AMA es el organismo que debe proteger el “relato K”.
Y para lograr este objetivo, es el único organismo que maneja “lo referido a la contratación de la pauta publicitaria”.
En definitiva, la AMA se creó para llevar adelante la política de desinformación y ocultamiento; sin dejar cabos sueltos y sin que ninguna “noticia” moleste o ponga de mal humor a la gobernadora.
En síntesis: Alicia es la AMA.
Millones para silenciar
Todos los recursos financieros de la AMA están en el Presupuesto anual de la provincia; pero esto no es todo; este organismo tiene la potestad absoluta para comercializar la producción de contenidos. Todo esto con “amplias facultades de administración y disposición de los bienes propios y de los recursos asignados. A tal efecto, “el titular de la AMA Santa Cruz puede asignar y redistribuir los fondos que le correspondan a proyectos, programas, premios, tareas y actividades, así como para determinar la planta de personal, su distribución y la asignación de dotaciones a las distintas unidades del organismo y efectuar las inversiones que resulten necesarias para la mejor consecución de los compromisos de gestión asumidos”
Se trata de millones que se gastan indiscriminadamente en “pagar” lo que se les ocurra. En este sentido hay que recordar que Alicia – por decreto – facultó a transferir, sin cargo, los inmuebles en uso por la AMA Santa Cruz y que son propiedad del Estado Provincial. Finalmente, y como si fuera poco, la AMA tiene la posibilidad de “contratar” gente a su antojo.
Medios y coerción oficialista
En cuanto a los medios privados, el ente en cuestión lleva desde hace un año un “Registro de Medios de Comunicación”; es decir a quienes beneficia con la pauta.
Pero esto no es gratis: el año pasado reconocidos periodistas y comunicadores de la provincia fueron obligados a “firmar” una solicitada en favor de Cristina Fernández de Kirchner. Todos ellos con cierta relevancia en medios locales, cuyos nombres no mencionaremos para no avergonzarlos y no generarles escario público; aunque por los contendidos que difunden los lectores y oyentes de medios saben de quien se trata. Pero fue el mismo gobierno de Alicia (la AMA) la encargada de “escracharlos” con una foto de la videoconferencia por Zoom de la cual los hicieron participar para “apoyar a Cristina” luego de que ella sea condenada por el escandaloso robo millonario con la obra pública provincial.
Esta sistemática coacción a los medios, periodistas y comunicadores se profundizará a partir de ahora. Esta fue la “bajada de línea” que tuvo lugar el pasado 27 de marzo cuando la gobernadora llamó a todos los funcionarios y comunicadores contratados, en un evento que tuvo lugar en el Auditorio de la Administración General de Vialidad provincial en Río Gallegos.
Estuvieron presentes el ministro de Gobierno, Leandro Zuliani; la directora Superior de AMA, Viviana Lazarte; la ex secretaria de medios e Información Pública, Valeria Di Croce; y la ex subsecretaria de coordinación informativa, Victoria Griffin. Además, participó la presidenta del Consejo Federal de la Televisión Pública y directora de la TV Pública Fueguina, Paula Arruda. Fue la funcionaria nacional quien quiso salir en defensa del “elefantiásico” aparato de prensa y propaganda del gobierno y disparó: “Una de las cosas más graves que está sucediendo, actualmente, es que nos quieren hacer creer que somos una entelequia en el aire, robándonos los rituales que nos van haciendo sentir que somos parte de una modalidad y no una extraña virtualidad que no ayuda a construir comunidad”.
Una frase que no sólo es una falacia – ya que fuera del Estado nadie tiene la estructura comunicacional de los medios oficiales – sino que son los mismo lectores, oyentes y usuarios de redes quienes no los tienen en cuenta, porque no les creen.
De todos modos, con esta nueva embestida contra aquellos que están fuera del sistema de compra o alquiler; serán estos medios los que terminarán siendo una entelequia.