Karin Hiebaum de Bauer
Estrategias anti-Milei: buscan frenar al líder libertario
Las encuestas lo muestran en ascenso, con fuerte aceptación entre los jóvenes. Inquietud en el oficialismo y en Juntos por el Cambio, que ya despliegan acciones
«Milei es un fenómeno importante pero cada cual construye su propio camino»
«Hay que terminar con los privilegios que existen en el Estado» , sostuvo el diputado del PRO. «Estos últimos años del kirchnerismo fueron desbastadores», sostuvo el diputado del PRO, Lombardi
No conforme con la idea de dolarizar, también cree en subir la edad de jubilación
Javier Milei quiere una vuelta completa a los noventa: ahora propone el retorno a las AFJP
«Es toda mi intención», dijo en relación a la posible privatización del sistema jubilatorio, un simbolo de los noventa que Carlos Menem copió del esquema de la experiencia de Chile propuesta por Augusto Pinochet
Javier Milei se está transformando en una piedra en el zapato. O, quizás, en una enorme incomodidad en ambos calzados al mismo tiempo. Es que tanto el Frente de Todos como Juntos por el Cambio inevitablemente perciben el crecimiento de Milei.
El líder de La Libertad Avanza y su discurso disruptivo, a juzgar por los sondeos de opinión que se conocen casi a diario, han permeado sobre votantes de ambos espacios. Con un malhumor social en sostenido aumento, Milei no sólo ha pescado adhesiones sobre sectores socialmente postergados que tradicionalmente votan al peronismo sino que además le está impidiendo a la coalición que integran el PRO, la UCR, la Coalición Cívica y el Peronismo Republicano, transformarse en el único vehículo electoral de ese rechazo ciudadano a las políticas oficiales.
Milei y una oferta que se sostiene en base a críticas virulentas a lo que llama “casta política”, atrae por esa actitud. Refleja “la bronca” y no un voto ideológico. Lo importante, para sus partidarios no es disolver el Banco Central o derogar la obligatoriedad de la enseñanza primaria o la dolarización.
El líder libertario pesca en la cada vez más amplia laguna del malestar colectivo, producto de la crisis económica frente a la cual un sector de la ciudadanía siente que los partidos políticos tradicionales también fracasaron.
Es una situación que se repite en muchos países y que ha dado lugar a la aparición de nuevos liderazgos de características muy distintas según del país de que se trate. Pero las irrupciones son un fenómeno registrado en Europa y que se ha reflejado en Latinoamérica en Brasil, Perú y Chile por ejemplo.
El líder libertario aparece como el candidato más elegido entre los jóvenes
Uno de los fenómenos que registran las encuestas es la ascendencia que Milei está logrando sobre el votante joven. Un reciente estudio de opinión puso foco sobre la franja etaria de entre 16 y 29 años. Y cuando se les preguntó por qué dirigente político se sentían más representados, el 20 por ciento de los consultados se inclinó por Milei y con solo esa cifra se convirtió en el más apoyado, lo que demuestra la crisis de representatividad que amenaza al sistema. Con un coaching sobresaliente Milei adopta frases de los jóvenes como: “Hay que agarrar la motosierra”.
Esta realidad genera reacciones y cambios en las tácticas que los líderes utilizan en la presente campaña electoral. La más notoria, quizás, sea la que motorizó justamente la actual Vicepresidente en el acto que hace algunas horas encabezó en el Teatro Argentino de La Plata. Cristina Kirchner se encargó de zamarrear a Milei al que incluso definió como un “mamarracho”.
El kirchnerismo también percibe que ha empezado a perder ascendencia sobre ese votante juvenil que hasta hace no tanto tiempo parecía monopolizar La Cámpora. Un fenómeno que, admiten en el PJ, se registra en los barrios más marginales del Conurbano, donde también se imagina a Milei como una opción frente a un oficialismo que, sienten, dejó de interpretar sus inquietudes y necesidades.
Juntos por el Cambio busca captar parte del voto liberal sumando a Espert
No parece casual entonces que Cristina Kirchner se haya ocupado personalmente de subir al ring a Milei a quien buscó emparentar con la convertibilidad y su final tumultuoso, al trazar un paralelismo entre aquél plan ideado por Domingo Cavallo y la dolarización que pregona el legislador de los pelos revueltos. También es una manera de reducir el protagonismo de Juntos por el Cambio y alimentar una posible polarización entre el peronismo y Milei.
Una confrontación directa en busca de recuperar ese voto que, de consistencia dura, pasó a ser permeable a un discurso que condena un presente de pesares.
Juntos por el Cambio asiste al “fenómeno Milei” envuelto en sus propias internas, con una inquietud similar al oficialismo: el interrogante que plantea qué techo podría llegar a tener el empuje de la oferta del líder libertario.
En busca de algún freno, sectores del PRO junto con la UCR y la Coalición Cívica, cerraron trato con José Luis Espert, ex socio político de Milei. Buscan así atraer parte de votantes liberales hacia la oferta de Juntos por el Cambio.
La jugada, no obstante, ya desató otra interna en la coalición opositora porque Patricia Bullrich sospecha que, más que la declarada intención de sumar votos libertarios, lo que a su juicio está en juego es una maniobra para perjudicarla en la carrera presidencial que libra con Horacio Rodríguez Larreta. Básicamente, le adjudica al alcalde porteño ser quien arrimó a Espert para que sea candidato presidencial y le quite votos por derecha a la ex ministra de Seguridad.
La cuestión es que, de uno u otro modo, la posible llegada de Espert a Juntos por el Cambio forma parte de un dispositivo que procura ofrecer, desde esa coalición, una alternativa a los votantes liberales.
Las dudas que sobrevuelan en la política es si todas las alquimias en danza alcanzarán a convencer a votantes que, más que por ideología, parecen ver a Milei como vehículo de la bronca y el desencanto.