Los datos son contundentes, alarmantes y generan indignación: en nuestro país 6 de cada 10 menores de edad son pobres. Por carácter transitivo, son “hijos e hijas” de familias pobres, indigentes; desplazados del sistema. Esa es la fotografía mas cruel de la realidad Argentina; pese a que los “flashes” apunten al nuevo avión presidencial que compró el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, en medio de la peor crisis que tenga memoria el país.
El mismo día que Cristina hacía su acto, para “auto glorificarse”; en la misma fecha de debería haberse conmemorado un nuevo aniversario de la revolución de mayo que abrió el camino a la independencia, y en la cual no hubo ni actos oficiales, llegaba el Boeing 757-2000 que demandó una inversión cercana a los 25 millones de dólares. Una cifra inaudita para un país golpeado por la pobreza; con cifras de inflación que pulverizan el salario de los trabajadores y con una situación social endeble.
En ese contexto, entre festejos a la megalomanía de Cristina y su familia, aterrizaba en Buenos Aires la nueva aeronave insignia de la flota presidencial; con capacidad para transportar 39 pasajeros; una suite principal con todas las comodidades, y otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como oficinas.
Si no fuera porque es una anécdota, la peligrosa y no autorizada maniobra del piloto que aterrizó en Aeroparque, también son una metáfora del desprecio “a todo” que tiene el Kirchnerismo.
Este gobierno, sin respeto, sin prioridades y son moral, está llegando a su fin, pero en los meses que quedan seguramente aun no nos ha llevado a lo más bajo que nos puede llevar.

Hambre vs. Avión
De acuerdo a un informe de la Universidad Católica Argentina (UCA) 6 de cada 10 niños y niñas está bajo la línea de pobreza, y una proporción alta en situación de inseguridad alimentaria: 4,2 millones comen menos que antes por efecto de la crisis económica. Es decir, comen poco, o no comen diariamente.
Un detalle, estas cifras pertenecen al informe elaborado por el Observatorio de la Deuda Social de la UCA, y son mediciones de fines del 2022. Es decir que, a la vista de los números actuales de la economía, la situación ha empeorado. Otro detalle, cuando e habla de pobreza infantil se mide: alimentación, subsistencia -es decir, carencias económicas-, salud, hábitat, crianza y socialización, información, educación y trabajo infantil.
En algunos de los indicadores sociales vertebrales que tomó en consideración el ODSA-UCA las cifras volvieron a los niveles que tenían antes de la pandemia (es decir, las del cierre de 2019) mientras que otras ofrecen una resistencia a la baja todavía mayor y se mantuvieron por encima de ese nivel.
De allí surge además que el número más crítico, en ese sentido, es el de la pobreza monetaria, el método de medición más tradicional. Es decir, lo que le falta a las familias son ingresos, dinero para sustentarse.
Mientras esto le ocurre a cada argentino pobre – casi el 50 por ciento de todos nosotros – el gobierno gasta en un “avión de lujo” que apenas si podrá usar en los pocos meses que le queda de gestión. Si bien es cierto que el histórico Tango 01, esta inoperable y su reparación requería un costo exorbitante; no se explica porque era necesario comprar otro para uso oficial habiendo vuelos “de línea” que podría suplir los traslados. Sobre todo, para mandatarios de países “pobres”, como el nuestro. Si no es “ceguera” respecto a las prioridades; todo huele a negocio. Un negocio que a la Argentina le saldrá más de 25 millones de dólares.
El informe oficial dirá que el avión fue fabricado en el año 2000 e inicialmente perteneció a la empresa Iberia. Luego en 2005 fue adquirido por Funair Corporation y finalmente el 13 de abril pasó oficialmente a ser propiedad del gobierno argentino, que debió invertir USD 21.730.000, a lo que se suma la entrega del Tango 01, valuado en unos USD 3 millones.
La pregunta es: ¿hacía falta?
La respuesta es: No.
Y esta respuesta se puede fundamentar en que un 61,6% de los niños, niñas y adolescentes de la Argentina están por debajo de la línea de la pobreza, es decir, sin tener el costo de la canasta básica cubierta. Eso implicaría que unos 8,2 millones se encuentra en esa situación. De ese total, 1,6 millones, incluso, viven en condiciones de indigencia, el 13,1% del total de la población de hasta 17 años.
Sólo restaría mencionar que mientras esa aeronave trasporte a funcionarios que seguramente tiene previstos viajes de aquí al final de su mandato; el futuro de argentina – niños y jóvenes – ira cayendo cada vez más en la miseria que le propone este gobierno sin moral.




De acuerdo a la UCA, el 2022 terminó con un 61,6% de los niños, niñas y adolescentes de la Argentina por debajo de la línea de la pobreza, es decir, sin tener el costo de la canasta básica cubierta. Eso implicaría que unos 8,2 millones se encuentra en esa situación. De ese total, 1,6 millones, incluso, viven en condiciones de indigencia, el 13,1% del total de la población de hasta 17 años.

La película más amplia muestra que entre 2020 y 2021, por la pandemia de coronavirus, hubo un marcado incremento en las dos métricas -pobreza e indigencia- y que en 2022 fue retomado el camino de mejora, aunque fue insuficiente para “recomponer” el efecto hacia arriba que había provocado la crisis sanitaria y las medidas de restricción a la movilidad. Como referencia, cuando terminó el 2019 la cantidad de niños y adolescentes pobres era de 59,5 por ciento. El pico de pobreza fue el 64,9% de 2021 y de indigencia, el 15,7% de 2020.


El arzobispo de Buenos Aires, Mario Aurelio Poli, expresó su preocupación por la pobreza infantil durante su homilía realizada en el tradicional Tedeum del 25 de mayo, y advirtió a los candidatos sobre los perjuicios de “la confrontación que busca culpables” en un contexto de “descrédito y debilitamiento de nuestra democracia”. Lo escuchó en primera fila el presidente Alberto Fernández, que llegó acompañado por su gabinete. También estuvieron en la Catedral Metropolitana el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta y autoridades judiciales.

“No puedo dejar de mencionar, como demuestran recientes estudios de campo, la sensible desigualdad que existe en un amplio sector de la población más vulnerable. Es de información pública que seis de cada diez niños, niñas y adolescentes argentinos son pobres y ese porcentaje se visualiza más crudamente si consideramos que alcanza a 8.200.000 menores de edad, de los cuales hay más de 4.200.000 con carencias alimenticias”, introdujo Poli en su mensaje.

Y profundizó: “Al mismo tiempo cabe señalar que entre los niños, niñas y adolescentes pobres, 2 de cada 10 sufren privaciones graves. Si pensamos que en esa franja etárea aproximadamente son 11.556.000 alumnos del nivel inicial, primario y secundario en la escuela pública, estatal y privada, la educación, –uno de los derechos fundamentales de la infancia, y a mi entender, piedra basal de la democracia–, enfrenta graves desafíos. Ellos son el valioso presente, y en ellos –si atendemos sus necesidades–, es posible imaginarnos un porvenir venturoso para el país que todos deseamos”.

Las palabras del primado incluyeron varios mensajes para la política y a los precandidatos presidenciales.

La nueva aeronave insignia de la flota presidencial es un Boeing 757-2000 que demandó una inversión cercana a los USD 25 millones y tiene capacidad para transportar 39 pasajeros. Cuenta con una suite principal con todas las comodidades, y otros dos dormitorios de visitas que se pueden adaptar como salas de reuniones.


El nuevo avión de la Presidencia de la Nación, que reemplazará al histórico Tango 01, se encuentra en un hangar del aeropuerto de Miami, Estados Unidos, y llegará a la Argentina el viernes de la semana que viene.

El avión fue fabricado en el año 2000 e inicialmente perteneció a la empresa Iberia. En 2005 fue adquirido por Funair Corporation y finalmente el 13 de abril pasó oficialmente a ser propiedad del gobierno argentino, que debió invertir USD 21.730.000, a lo que se suma la entrega del Tango 01, valuado en unos USD 3 millones.

De acuerdo a los datos técnicos, es impulsado con motores Rolls-Royce RB211 y sus características le permiten aterrizar en los principales aeropuertos del país, a diferencia de otros modelos como el B737, que enfrentaría limitaciones en San Juan, San Rafael, Bahía Blanca y Santa Rosa.

El avión fue fabricado en el año 2000 e inicialmente perteneció a la empresa Iberia. En 2005 fue adquirido por Funair Corporation y finalmente el 13 de abril pasó oficialmente a ser propiedad del gobierno argentino, que debió invertir USD 21.730.000, a lo que se suma la entrega del Tango 01, valuado en unos USD 3 millones.


El flamante ARG 01 puede volar sin escalas a destinos como Europa o Estados Unidos, a diferencia del Tango 01, que no estaba técnicamente preparado para viajes de esa distancia. No obstante, el Boeing 757 aún tendría pendiente una certificación para poder cruzar el océano Atlántico, por lo que no podría ser utilizado para las misiones a Europa por el momento. Una vez que se terminen las pruebas podrá hacer un vuelo cruzando el océano Atlántico.

Cabe recordar que el Tango 01 voló por última vez en 2015 y su reparación se volvió inviable, tanto por el costo como por las dificultades para acceder a los repuestos. El gobierno de Mauricio Macri lanzó la primera licitación ante la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), pero la operación no progresó. Fue recién en la gestión de Alberto Fernández cuando se barajó la posibilidad de reparar el viejo avión presidencial, pero finalmente se resolvió la compra de la aeronave que aterrizará en Aeroparque en los próximos días.

El avión tiene nombre nuevo: ARG 01. El antiguo, Tango 01, proviene de la época en la que los aviones oficiales eran manejados por la Fuerza Aérea. Aprovechando el cambio de aeronave, se decidió rebautizar toda la flota.