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A un año de su primer mensaje en la Legislatura, la gobernadora Alicia Kirchner se presentará hoy ante los diputados para dar su segundo mensaje de apertura de sesiones ordinarias.
El año pasado, a semanas de haberse hecho cargo del gobierno provincial, Alicia dio un mensaje mas bien testimonial, en donde se focalizó en hacer duras críticas a su antecesor (Daniel Peralta) y en criticar al presidente Mauricio Macri, anticipando lo que sería su relación con el gobierno nacional. Pero sobre todo se preocupó por rendir homenaje a su cuñada; para ese entonces ex presidente, Cristina Fernández de Kirchner.
Fue un momento “familiar”; entre el recuerdo a su fallecido hermano, Néstor las constantes menciones a la gestión de su cuñada, Cristina y la presencia de su sobrino Máximo, y con una bajada de línea política que solo anticipaba un año sin demasiadas expectativas de revertir la crisis.
Hoy, no pareciera haber mayores esperanzas de escuchar un discurso alentador. Desde Economía ya avisan que “no hay plata para nada” y “la mesa chica” del gobierno provincial se “sentó sobre la caja”; a tal punto que ni el vicegobernador Pablo González tiene llegada para que le liberen algún fondo. Es más, en la administración y tesorería de la legislatura se quejan que a lo largo del 2016, ni siquiera pudieron acceder a algún dinero parea insumos de oficina, para la fotocopiadora o para pagar las deudas con los proveedores. Esta “sequía” de fondos hace que no se hayan pagado aún las liquidaciones de personal que se fue en la anterior gestión. Así llegará hoy Alicia a la Cámara en donde será recibida por Gonzáles para dar comienzo a la sesión prevista para las 9. 30 horas.

Análisis
De todo lo que prometió o insinuó hace un año Alicia, lo único que se puede contabilizar en el haber, es el aumento de impuestos, y la mayor presión fiscal. Luego de los “pseudo anuncios”, apenas si se podría mencionar el hecho de no pasara la Caja de Previsión Social de Santa Cruz a Nación.
Lo demás, en aquel primer mensaje, fue arenga política, criticas y reproches a la dirigencia provincial, evocación de proyecto K.
En esa diatriba había expresado: “me atrevo a proponerles hoy como utopía lo que mañana será realidad, un desafío que no es individual sino colectivo: reconstruir nuestra identidad para llevar a Santa Cruz a los más altos niveles de trabajo, educación, salud, ciencia y producción”. A la luz de los hechos, no se ha dado ningún paso en ese sentido.
Es cierto que Alicia había “abierto el paraguas”, y se preocupó por hacer un detalle del desastre encontrado. Habló de haber constatado “ que en la Administración Central, cómo los organismos descentralizados, no se presentan balances desde el 2008. Las condiciones edilicias decía, son deplorables, sin gas natural, sin calefacción, fachadas abandonadas, veredas rotas, condiciones sanitarias deficientes”, detalló.
También mencionó que en el IDUV tenía “como último registro actualizado el del año 2009, “lo que muestra poca correspondencia con los planes habitacionales. Se registran 6.083 créditos por vivienda en mora superior a 3 mensualidades”, había denunciado.
En esa línea evaluó de manera negativa la evolución del precio del petróleo; con lo cual ya preveía una menor recaudación por regalías.
En medio de ese discurso oscuro y marcado por el pesimismo, la gobernadora fue clara y apuntó: La plata no alcanza para cubrir el actual gasto salarial de municipios y provincia, sin embargo, vemos cómo se especula desde algunos gremios con paritarias que siguen el ritmo de una inflación empujada hacia arriba por la devaluación, mientras el precio del petróleo, como decía recién, ronda entre los 26 y 30 dólares, cayendo muchísimo en estos últimos los años”.
La enumeración sólo redundaría en lo que Alicia quiso dejar aclarado de entrada. Esto fue exactamente hace un año, y lo que es evidente es que las cosas han cambiado; pero para peor.
Es por eso que para el mensaje de hoy ante los diputados provinciales, en lo que debería constituirse como un balance de la gestión 2016 y las líneas de acción del 2017, no habrá que esperar ni logros para destacar, ni grandes anuncios de corto o mediano plazo.