Próximo a concluir el mandato de la fórmula presidencial, Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, es tiempo de un balance.
El resultado no puede ser más decepcionante, tanto en términos generales como en particular, tanto para nuestro sector como para la Argentina toda.
Hoy Fernández se muestra solo en el barco y en esa abrumadora soledad, recorre medios de prensa exhibiendo comentarios y reflexiones de un final triste, adjudicando al azar los infortunios y haciendo recaer la propia ineficiencia en la pandemia, en la guerra y la sequía. Parece subestimar a la sociedad que presenció como los demás países sufrieron los mismos males y ninguno tuvo ni tiene, como nosotros, el desmadre de todas las variables económicas.
¿Nos preguntamos adónde fueron sus socios políticos? Es inexcusable la participación de Cristina Fernández de Kirchner en este Gobierno que la envuelve e interpela como partícipe necesaria de la decadencia y ruina a la que hemos llegado.
También merece un párrafo Sergio Tomás Massa quien, en poco más de un año de gestión como ministro de Economía, mostró los peores indicadores en muchos años y terminó, movido por sus ansias de poder, rifando varios puntos del PBI para sostener su candidatura presidencial.
Ha sido duro, pasamos cuatro años de creciente pobreza, inseguridad, crisis económica, decadencia educativa, falta de defensa y respeto de la propiedad, degradación institucional, impunidad, corrupción, atropellos a la justicia, ausencia de federalismo, promesas truncas, relatos, moral resbaladiza, valores pisoteados, todo mal…
De aquella «guerra declarada a la inflación con fecha y hora» a esta realidad actual, es muestra suficiente de las muchas frases y retóricas vacías. La sociedad argentina, una vez más, cargará las consecuencias de los desmanejos irresponsables de quienes nos gobiernan.
Confederaciones Rurales Argentinas quiere exponer lo que significaron estos cuatro eternos años para el sector agropecuario, donde la importancia de las economías regionales fue olvidada, la ganadería limitada e intervenida, la agricultura saqueada por retenciones; y todas sometidas al antojo de distintos tipos de cambio artificiales y ficticios.
Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, partirán de la Casa de Gobierno dejando atrás una gestión que sólo ocupará un lugar pequeño de la historia de nuestro país.
Ahora es tiempo de mirar hacia adelante. Hoy la historia como tantas veces, nos ofrece una oportunidad y estamos obligados a aprovecharla.
Parafraseando al Padre de la Patria: «…es imposible, pero es imprescindible…».