El exministro de Economía calificó a la expresidenta y al actual mandatario como “dos extremos” ideológicos y dejó un mensaje: “Sería bueno que nos dejemos de hacer los desentendidos”, expresó en una nota publicada este domingo.
El exministro de Economía, Martín Guzmán, cuestionó las ideas que plantean Cristina Fernández de Kirchner y Javier Milei, a los que calificó como “extremos”. Lo hizo a través de un texto publicado este domingo, donderespondió al documento publicado días atrás por la expresidenta, al mismo tiempo que cuestionó el ajuste del Gobierno.
En la columna titulada “Volver al futuro”, Guzmán se centró en las “dos posiciones extremas” sobre el rol de la sostenibilidad fiscal para la estabilidad y el desarrollo, es decir, los dos modelos que proponen Javier Milei y Cristina Kirchner.
Martín Guzmán criticó el documento de Cristina Kirchner
Luego de que Cristina Fernández de Kirchnerpublicara un documento la semana pasada, donde apuntó contra Guzmán por la “mala gestión” de aspectos centrales de la economía durante el gobierno que compartieron, el exministro de Economía respondió este domingo con un texto publicado en elDiarioAR
“Sería bueno que nos dejemos de hacer los desentendidos”, dijo Guzmán sobre decisiones que fueron avaladas por las figuras principales del gobierno del Frente de Todos y de las que, según aseguró, la exvicepresidenta tenía pleno conocimiento.
El exministro aclaró algunos datos e “información falsa” que Cristina dió en su documento días atrás. Señaló que si bien es cierto que la restricción externa es un obstáculo para el crecimiento “hace falta también poner las cuentas públicas en orden y sostenerlas”.
Para Guzmán es central construir “confianza en la moneda propia” para evitar los parates recurrentes de la economía argentina. En su visión, el bimonetarismo, uno de los ejes en los que hace foco Cristina Kirchner en el documento, estaría alimentado por la insostenibilidad fiscal.
La cuestión del déficit para Martín Guzmán
“Si el Estado gasta más de los ingresos que genera por sus tributos, o en ocasiones por vender activos, entonces sí o sí ocurre alguna de las siguientes situaciones: (i) se endeuda, o (ii) emite dinero para financiar su déficit, o (iii) una combinación de las dos anteriores. No hay un gramo de ideología aquí”, apuntó. “¿Es malo que el Estado tenga déficit? No necesariamente. El punto es que si hay déficit, de alguna manera hay que financiarlo”, expresó.
En un pasaje que condensa el núcleo de la tensión conceptual con el kirchnerismo, Guzmán señaló la inconveniencia de considerar el déficit fiscal como parte del escenario permanente: “La sostenibilidad fiscal no requiere que un Estado deba tener superávit o equilibrio fiscal siempre. Para nada. Lo que requiere es no tener déficits percibidos como estructurales”.
Guzmán volvió sobre uno de los temas que más confrontación generó al interior del gobierno de Alberto Fernández, los subsidios a los servicios públicos, a los que denominó “prorricos”.
Dio cuenta de las ideas que guiaron la política económica durante la pandemia iniciada en 2020, y también de la decisión de que cuando la emergencia comenzase a ceder bajar el déficit fiscal “lo más rápidamente posible para reducir los niveles de emisión monetaria, y marcar desde la política un camino de ordenamiento creíble, que ayudase primero a contener y luego a fortalecer la demanda por la moneda nacional”.
Recordó la carta publicada por Cristina Fernández de Kirchner el día en que se presentó el proyecto de ley de presupuesto para el año 2022, en la que sugirió que las elecciones legislativas se habían perdido porque él estaba llevando adelante un ajuste, “y que debía aumentar más el gasto”. “Sostener que la economía argentina es bimonetaria y al mismo tiempo pedir que haya una política de gasto público más expansiva financiada con emisión monetaria no es coherente”, espetó.
Acuerdo con el FMI: qué dijo Martín Guzmán
El exministro dijo que “estar endeudados con el FMI es una real cagada para el país” y negó que se ocultara información sobre la negociación por el nuevo acuerdo con el FMI, algo que la exvicepresidenta le reclama. “Absolutamente cada línea del acuerdo con el FMI y su posterior revisión constituyen información pública”, señaló, e intentó refutar apreciaciones sobre el acuerdo firmado que considera incorrectas.
En el documento de 33 páginas difundido el 14 de febrero, la expresidenta había señalado que “durante la pandemia el gobierno (de Alberto Fernández) reestructuró la deuda externa con bonistas privados contraida durante el gobierno de Mauricio Macri pero sin quita de intereses y escasa reducción de capital”.
Guzmán aseguró que se trata de “información falsa”. “La reestructuración de la deuda citada conllevó una reducción de la tasa de interés promedio de 7% en dólares a 3,07% en dólares, junto a una reducción del capital adeudado de 1,9% -detalló-. Ello significó un alivio de los pagos de deuda programados de un monto de 34.800 millones de dólares en el período 2020-2030 con respecto a los pagos estipulados por los bonos que fueron reestructurados”.
Sergio Massa, reservas y tipos de cambio: qué dijo Martín Guzmán
Quien fue ministro de Economía entre 2019 y 2022 apuntó contra decisiones tomadas por quien lo sucedió y fue el candidato presidencial del peronismo en las elecciones del año pasado, Sergio Massa, que habrían generado más inflación. Cuestionó la suba de la tasa de interés y también el tipo de cambio preferencial dado al sector sojero, el “dólar soja”.
“¿Cuál es la crítica a la política de tasas de interés que se incluyó en el acuerdo con el FMI?” “¿Por qué luego de haber forzado mi salida del Gobierno, se apoyó semejante aumento de tasas de interés bajo la gestión de un ministro que sí tuvo respaldo político? ¿Podemos alguna vez discutir estas cuestiones en serio?”.
En otro dardo contra Guzmán, la exvicepresidenta dijo que durante los primeros años de la gestión de Unión por la Patria “el gobierno no logró la fortaleza necesaria en materia de reservas por una mala administración de los dólares obtenidos”, pese a obtener superávits comerciales muy importantes.
En el marco de una argumentación más amplia en la que responde esa acusación, el exministro habló sobre la intención que tuvo de avanzar con un desdoblamiento formal del mercado cambiario. “La propuesta era una porquería y su implementación hubiese generado rechazo por parte de las empresas endeudadas en dólares.. Pero todas las alternativas eran una porquería; otra vez tocaba elegir entre porquerías”.
Según detalló, el entonces ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas fue la única persona del Gobierno que apoyó su iniciativa. “Curiosamente, también acusado de ser el responsable de que no se hayan recuperado las reservas internacionales a pesar del superávit comercial”.
Según su argumentación, haber avanzado en otro sentido implicó que no se pudieran acumular reservas y señaló a cuatro responsables: Alberto Fernández, Cristina Fernández de Kirchner, Miguel Pesce y él mismo. “Sería bueno que nos dejemos de hacer los desentendidos”, lanzó.
El ajuste y las políticas de Javier Milei: qué dijo Guzmán
Para el exministro, las políticas de Javier Milei persiguen dos objetivos: la dolarización y maximizar el precio de los bonos. “El plan en curso va a generar un aumento de la pobreza, de la desigualdad y de la miseria, dado lugar a una sociedad más insegura y angustiada, que involuciona”.
“Hacer desaparecer de circulación a la moneda no resuelve las debilidades que su mala salud genera. Lo que hace es suprimir los mecanismos de defensa ya tan débiles que tiene esta economía bimonetaria”, explicó el exministro hoy.
En sus diez propuestas hacia adelante, Guzmán incluyó la modificación propongo de la Carta Orgánica del BCRA, revirtiendo de forma ordenada la reforma del año 2012 que amplió la capacidad del BCRA de financiar al Tesoro “con carácter de excepcional y si la situación o las perspectivas de la economía nacional o internacional así lo justificara”. El Poder Ejecutivo debería pedir aprobación al Congreso para que el BCRA provea financiamiento adicional.
Fuera de la grieta Cristina-Milei: qué propone Martín Guzmán
Entre los dos extremos de la grieta entre Cristina Kirchner y Javier Milei, Martín Guzmán propone una serie de puntos en su visión de la economía para salir del encierro de “los dos modelos”:
- Para fortalecer la moneda, “hoy es condición necesaria acumular reservas y reducir el déficit fiscal. La reducción del déficit debería ser de carácter progresivo (esto ocurrió en 2021, aunque hubiese sido deseable que la reducción fuese mayor principalmente a partir de la reducción de los subsidios energéticos)”. Si “vamos a incurrir en llamar ajuste a la reducción del déficit, denominemos a esta propuesta como “ajuste progresivo””.
- Gasto público: se debe “reducir la participación de los subsidios económicos y aumentar la de la inversión en infraestructura pública digital y física, en conocimiento y en política industrial”. Dentro de los subsidios económicos “debe haber cierto nivel de subsidio al transporte público, pero casi nada de subsidio al consumo de energía”
- La arquitectura del sector público “tiene que ser reorganizada”. Para ello, se requiere de “una ley de Administración Financiera de segunda generación”, consideró Guzmán.
- Resolver el problema de los fondos fiduciarios del Estado que hoy se discute también sería atacado por tal actualización del marco jurídico. El ordenamiento del Estado requiere también de un marco más adecuado para la asignación de la obra pública y del control y supervisión de los recursos que se transfieran entre el Gobierno nacional y las provincias y municipios.
- La arquitectura del federalismo fiscal requiere de un marco que impida que las provincias y los municipios puedan emitir títulos públicos en moneda extranjera, ya que las potenciales consecuencias sobre la inestabilidad cambiaria que esas decisiones generan se transmiten al resto de las provincias, y cada provincia no internaliza esas externalidades negativas cuando toma tales decisiones de endeudamiento público externo.
- La política monetaria debe apuntar a una tasa de interés real que aliente la demanda por activos en pesos, que casi siempre debe ser positiva, excepto si las tasas reales en el mundo son muy negativas y el riesgo argentino ya es más bajo.
- Se debe apuntar a la eliminación del cepo cambiario, para lo cual se requiere acumular previamente cierto nivel de reservas, y cuando se unifique el mercado cambiario, se deben adoptar regulaciones de la cuenta capital-financiera basadas en principios similares a los que estuvieron imperantes en el esquema 2005-2011.
- Posunificación cambiaria, la política de tipo de cambio debe apuntar por cierto tiempo a uno real más competitivo que el resultado de libre mercado, lo que ocurre si el BCRA interviene comprando reservas en un esquema de flotación administrada.