droga

Río Gallegos
Juan Carlos Rodríguez, y Ariel Hernández fueron juzgados y condenados a la pena de cuatro de prisión en cumplimiento efectivo por el delito de: “Transporte de Estupefacientes”.
Los condenados, con antecedentes condenatorios relacionado al tráfico de estupefacientes, fueron detenidos por Gendarmería el 23 de diciembre del 2014, por intentar ingresar a Río Gallegos con 38 kilos de marihuana.
Juan Carlos Rodríguez Cajal, y Ariel Hernández fueron juzgados y condenados a la pena de cuatro de prisión en cumplimiento efectivo por el delito de: “Transporte de Estupefacientes”, tras un juicio abreviado que se realizó la semana pasada, en la sala de audiencia del Tribunal Oral Federal de Río Gallegos. Pena que fue solicitada por la representante del Ministerio Público Fiscal Federal.
Según consta en el expediente, el 23 de diciembre del año 2014, Rodríguez y Hernández, regresaban a la ciudad de Río Gallegos, desde Caleta Olivia, a bordo de un Volkswagen Gol, con 38 kilos de marihuana.
Al llegar a la localidad de comandante Luis Piedrabuena, detienen su marcha, y se estacionan a la vera de la ruta, motivo por el cual los gendarmes se acercaron, para asistir al conductor en caso de ser necesario, pero como todo estaba bien según los sujetos, les solicitaron la documentación del vehículo, la que luego de haber sido entregada por Rodríguez -conductor-, éste realizó una maniobra abrupta y se dio a la fuga, en sentido a la localidad de Piedrabuena.
Lo que originó una persecución por parte de los gendarmes ante la sospecha de estar en presencia de una situación irregular. En el marco de la persecución los delincuentes cruzaron el puente sobre el “Río Chico”, el vehículo detuvo su marcha, los ocupantes bajaron los vidrios y arrojaron al costado de la ruta dos bolsas de color blanco, y siguieron su marcha, deteniéndose a cinco km. de distancia, dando los gendarmes la voz de “alto”.
Tras la detención, y con la presencia de un testigo, los gendarmes se dirigieron al sector donde fueron arrojados los elementos, efectuándose la apertura de uno de ellos, constatando la existencia de varios paquetes envueltos en papel de aluminio, de forma rectangular que emanaban el aroma propio de la marihuana.
Las bolsas fueron secuestradas, y los detenidos trasladados a las instalaciones de la Subunidad de Gendarmería, una construcción cerrada, donde se realizó la requisa vehicular y personal sobre los imputados en resguardo de su pudor.
Como resultado de las requisas los gendarmes secuestraron del interior del auto un teléfono celular de la empresa Movistar, en tanto de la requisa personal sobre Rodríguez, se incautó la suma de $ 1835 en efectivo, como así también un teléfono celular marca, también de la empresa Movistar, otro aparato celular marca LG, y la suma de $275.
Respecto a los bolsos se determinó que en su interior contenían un total de cuarenta paquetes rectangulares envueltos en papel de aluminio y con cinta adhesiva color transparente conteniendo como ya fue expuesto, sustancia estupefaciente, junto a una balanza portátil, en funcionamiento.

Bolsos
Respecto al contenido de los bolsos se secuestraron 38,299 kilogramos de marihuana, cuya pericia bioquímica, efectuada por la División Criminalística y Estudios Forenses, de la Agrupación XVI “Santa Cruz” de Gendarmería Nacional, determinó que: La sustancia vegetal resultó marihuana que arrojó un peso total de 38,299 Kilogramos, discriminados en cuarenta paquetes, de los cuales se tomaron diez muestras, conforme establece la Resolución NO 858/2011 del Ministerio de Seguridad de la Nación, así como la correspondiente autorización judicial, que del muestreo efectuado, surgió que la sustancia analizada arrojó un porcentual de concentración de THC que oscilaba entre 1,09 y 15,09, corroborando su aptitud tóxica, alcanzando la cantidad de 176.762 dosis umbrales, aseverando que la sustancia hallada en la oportunidad bajo análisis resulta estupefaciente en términos de ley.
Si bien la sustancia estupefaciente fue hallada fuera del VW Gol, quedó debidamente demostrado que el día 23 de diciembre de 2014, la misma era transportada por Rodríguez y Hernández.
Es por ello que los jueces consideraron que el hecho de haberse dado a la fuga luego de ser entregada la documentación al personal de Gendarmería Nacional, en momentos en que estos últimos se dirigían al sector trasero del automóvil para inspeccionarlo, permite afirmar que los imputados buscaron evitar que se llevase a cabo un control más detallado sobre el vehículo, y sustentaron su fundamento con el testimonio brindado por Leopoldo, quien observó cuando se arrojaban elementos desde el VW Gol, más precisamente que ello se produjo a unos pocos kilómetros de distancia desde donde se inició el control, agregando que de igual modo, la maniobra fue constatada por las marcas de frenada de vehículo que los testigos observaron en cercanías de donde se halló la sustancia.
Sumado a todo ello, el Can “GOKU” señaló el sector trasero del vehículo donde se constató la presencia de restos de marihuana, entendiendo así que ese era el lugar donde se encontraba la sustancia antes de ser arrojada a la vera del camino.
Por último, respalda lo expuesto, la constatación del teléfono celular que se halló dentro del automóvil desde donde se produjo el intercambio de mensajes (con Erik y Emi), diálogos detallados precedentemente, que reflejan el estado de alerta en que se encontraban los enjuiciados respecto a la posibilidad de un control caminero durante el transporte de la sustancia.