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Caleta Olivia
Desde la justicia pidieron ayer a los padres denunciar y hablar con los hijos sobre el peligroso juego que se viraliza por la conocida red de washap, debido a que ayer se radicó una denuncia en la fiscalía.
Desde el Ministerio Público Fiscal, aseguraron que los padres deben estar “alertas” ante comportamientos de los hijos y adelantaron que la franja etarea que involucra a menores va desde los 9 años a los 15 años.
“En el caso denunciado, no hubo consecuencias para el menor contactado”, aseguró el fiscal Martín Sedán y adelantó que la denuncia fue realizado por un familiar de un menor de edad que “observó comportamientos extraños por esta situación y que tiene que ver con retos y desafíos”, sostuvo.
Más casos se registraron en el país, uno de ellos en Cutral Có. En este sentido, la defensora de los Derechos del Niño y el Adolescente de Cutral Co, Natalia Stornini, dijo al diario LM Neuquén que “los mensajes son atemorizantes por lo que es importante abordarlo y difundir los riesgos que implican viralizar estos juegos”. “Estamos hablando de jóvenes que están en una edad vulnerable, por lo que es importante prevenir”, agregó.
La funcionaria recalcó que “es fundamental instar a los niños, niñas y adolescentes a no entablar conversaciones, ni contestar mensajes de números desconocidos. Los padres deben estar alertas y, sobre todo, el diálogo familiar es fundamental”.

Cadena
Momo es una cadena que se está extendiendo entre los usuarios más jóvenes de WhatsApp y que tiene inquietantes similitudes con la ‘Ballena Azul’, un ‘desafío’ nacido en la red y vinculado con la muerte de al menos 130 personas, todos jóvenes, sólo en Rusia.
La enésima alarma lanzada por las autoridades esta vez se llama ‘Momo Suicide Game’ y parece haber causado, hace unos días, la muerte de una niña de 12 años en la ciudad Argentina de Ingeniero Maschwitz.
De acuerdo a lo manifestado por los investigadores que se han ocupado del caso, la chica habría sido empujada a quitarse la vida por otro usuario que le había escrito en las horas previas y que la había desafiado a grabarlo todo en un vídeo destinado a las redes sociales. Ahora se está buscando a la persona que la contactó, quien, según los primeros hallazgos, tendría unos dieciocho años.
En el caso de la Ballena Azul, se trataba básicamente de una invitación dirigida a los más jóvenes para que se hicieran daño.
En este caso, en cambio, es más bien una especie de cadena de imágenes violentas que se envían a través de la aplicación de mensajería y que deben ser reenviadas a los contactos respectivos.
El funcionamiento del desafío se basa en una serie de ‘pruebas’ que un usuario indica a otro, empujándole a superarlas.
Entre las acciones que se solicitan a las víctimas, muy jóvenes y por lo tanto no siempre capaces de comprender el peligro, se incluyen varias prácticas autolesivas. Los que se niegan, reciben a cambio amenazas, insultos y chantajes de intensidad creciente, en un intento de obsesionar a la víctima para convencerla.
A veces, las consecuencias pueden ser devastadoras, como en el caso de la niña argentina. “A veces los más jóvenes no pueden soportar toda esta presión – dijo un portavoz de la policía local, argentina- y terminan atrapados en una pesadilla. Animamos a los padres a controlar siempre a sus hijos, sobre todo cuando se dan cuenta de que hay algo raro en su comportamiento. No tengan miedo de preguntar, informarse e insistir, hasta persuadirlos para que se abran”.