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Caleta Olivia
Los ex empleados de la empresa CPC, quien buscan que el empresario kirchnerista les abone salarios adeudados, volvieron ayer a reclamar en el Casino, aunque encargados del Casino les notificaron que López no es propietario de la firma.
Los ex operarios, quienes desarrollaban tareas en las obras de circunvalación y Autovía Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia, se encuentran en una situación critica y buscan que el empresario kirchnerista les pague lo adeudado.
Hace dos años, Cristóbal López decidió vender todas sus empresas ligadas al negocio de los juegos.
El empresario K pactó con su socio y amigo Ricardo Benedicto la venta de su participación accionaria y la de sus hijos (30% en total) en Inverclub -la firma dedicada al juego- por 39 millones de dólares.
Meses atrás, Benedicto pagó la segunda cuota de la operación por 103 millones de pesos, con un cheque cruzado que López recibió en la cárcel y que no podrá cobrar.
Embargado por la justicia y con todo el Estado buscando sus bienes y tenencias para cobrarse la deuda con la AFIP, el juez Julián Ercolini interpuso su firma y evitó que el dinero llegue a alguna cuenta del dueño de Indalo.
La fórmula más directa que encontró para hacerlo fue embargar a Benedicto por el monto del cheque.
En 2016 el “zar del juego”, inició un proceso para transferirle sus acciones en el negocio de casinos, bingos y tragamonedas a su entonces socio.
Renunció el 3 de mayo, un día posterior a informar la venta. Lo que hizo, fue ceder el 30% de sus acciones en Inverclub, la sociedad que se dedica al negocio del juego.
Esta firma estaba compuesta por López (30%, pero de los cuales él era titular del 22,5% y sus dos hijos del 7,5%), Benedicto (30%), Castellanos (30%) y Héctor Cruz (10%). ¿El precio? 39 millones de dólares, que se pagarían en seis cuotas anuales. Inverclub se encarga de las inversiones y tenencias accionarias, pero la operadora es Casino Club, otra firma que López vendió en ese momento por 61 millones de dólares.
Esta empresa opera 27 casinos en casi todo el país. Pero Inverclub -junto con otros socios- participa en otros casinos y bingos, que son los más importantes del país.
Por el monto de dinero involucrado, la intención de venta ingresó a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, que en octubre de 2016 aprobó la operación comercial.
El año pasado -según pudo saber Clarín- Benedicto pagó la primera de las cuotas anuales acordadas. Fue por 4 millones de dólares.
Cuando buscó hacer el segundo pago, el ex socio y amigo de toda la vida de Cristóbal se encontró con el escollo judicial: López está preso por orden del juez Ercolini, que lo encontró responsable de haber defraudado al Estado junto a Fabián De Sousa y Ricardo Echegaray. Fue por no pagar a la AFIP 8.000 millones de pesos del impuesto a los Combustibles.