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La semana pasada botaron por primera vez al mar el buque de pesca “Caleta Olivia”. La construcción de la embarcación demandó cinco años y cumplirá funciones en el puerto de Caleta Paula. Se espera que genere hasta diez puestos de trabajo.
Hace cinco años los hermanos Marcelo y Eduardo Barone comenzaron con un proyecto que tenía como objetivo construir el primer barco pesquero en Comodoro Rivadavia.
La ambición de la propuesta se basaba en que la familia contaba con emprendimientos pesqueros y siempre habían tenido la premisa de construir uno.
En consecuencia, decidieron asociarse con Diego D´Alessio, César y Martín Maldonado ya que los trabajadores pesqueros contaban con un permiso para operar en Santa Cruz.
Así, se inició la construcción del buque en el predio que posee la empresa Gresuco S.A. en barrio Industrial que contó con la participación de Astilleros Salungo mientras que Luis Amaya estuvo a cargo de la parte técnica y el ingeniero naval, Walter Granja, estuvo a cargo de las gestiones y presentaciones de los planos ante los entes correspondientes.
De esa manera, se construyó una embarcación que cuenta con 12 metros de eslora, 4,40 metros de manga y tiene una capacidad para 350 cajones.
Además, podría brindar hasta diez puestos de trabajo cuando comience a operar en puerto Caleta Paula.
Asimismo, el traslado del buque pesquero “Caleta Olivia” hasta inmediaciones del Stella Maris finalizó ayer con la colaboración de la Dirección Municipal de Tránsito y de la Sociedad Cooperativa Popular Limitada por los tendidos aéreos de cables.
Un barco construido en un barrio de Comodoro que ya tiene vida propia y buscará merluza
El barco pesquero “Caleta Olivia” es una realidad. Fue construido en un galpón del barrio Industrial y botado en una emotiva ceremonia.
Tiene 12 metros de eslora y 4,40 de manga, con capacidad para 400 cajones de pescado. Tendrá como base el puerto de Caleta Paula en Caleta Olivia.
Existe parte de romanticismo e historia familiar en el proyecto iniciado por los hermanos Varone. Del croquis al papel y de ahí, al material. Una apuesta a la producción e inversión local pero con valor agregado.

Montaje
Así como no resultó fácil la construcción y el montaje, tampoco lo fue la operativa para transportar el barco desde su “cuna” hasta las costas del barrio Stella Maris.
En la playa, vecinos y curiosos observaron y fotografiaron la maniobra. El “Caleta Olivia” aguardó la marea. Ya en el mar, con vida propia y autonomía, navegó sus primeras millas.
“Esto empezó hace unos cinco años en la cabeza de Eduardo, mi hermano. Quería construir un barco y hacerlo acá. Contamos con el asesoramiento de Astilleros Salungo e intervino el ingeniero naval Walter Granja quien estuvo al frente de las aprobaciones y los requerimientos pertinentes. En la parte de construcción técnico-naval intervino Luis Amaya”, detalló Marcelo Varone.
“Es un orgullo porque se hizo en Comodoro y participó mucha gente. Hubo un gran esfuerzo para que esto que era un sueño años atrás, lo veamos plasmado como una realidad. Siempre se puede”, agregó el empresario.
Destacó el aporte de los asociados Diego D’Alessio y César y Martín Maldonado, hermanos oriundos de Caleta que influyeron en el nombre de la embarcación.
“Fueron muy importantes en la construcción; hicieron mucho esfuerzo para conseguir un pesquero en Santa Cruz ya que este barco operará en el puerto de Caleta Paula”. Marta Romey cumplió la tradición y como madrina, rompió la botella de champagne en el simbólico bautismo del barco.
“La tradición indica que debe haber una madrina, y es mi mamá, no hay una mejor. Es un momento que debiera de ser de gran felicidad pero lamentablemente estamos atravesando en la familia, una situación de salud con un sobrino. Por eso mi hermano no pudo estar. Todos con fe pensamos que va a salir adelante. Mi viejo desde algún lado, nos ilumina”.
El buque construido por cuenta de la sociedad Costa Bonita, ya tiene una historia diferente a todas. Formará parte de la Flota Amarilla, capturará merluza para procesar y comercializar en la zona y empleará a diez personas.
El proyecto demandó cinco años con una inversión superior a los 4 millones de pesos. El personal que lo construyó y ensambló sus elementos, lo hizo bajo constante supervisión y bajo techo, en un galpón de la empresa Gresuco, propiedad de la familia Varone.
Su primer destino fue el puerto de Caleta Córdova. Se quedará hasta las inspecciones de Prefectura Naval para luego establecerse en el área asignada en costas santacruceñas. Apostar a la pesca, reflotarla como industria alternativa es un plus para concretar el anhelo de un barco con sentido comercial pero costado romántico.