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Caleta Olivia
Con motivo de la conmemoración del 9 de Julio, como secretario general de Sindicatos Unidos, Claudio Vidal trazó un paralelismo entre el hito experimentado en 1816, y la lucha que aún se manifiesta hoy.
A continuación, lo compartimos:
“Este 9 de julio quiero invitarlos a reflexionar. Durante años y años nos han contado una historia que no es nuestra historia”, sostuvo Vidal.
Agrega que “el 9 de julio de 1816 en Tucumán, no nació la independencia. Lo que nació fue la lucha por nuestra independencia, que aún no termina. La declaración de ese Congreso, el último en tierras federales, en el interior profundo de las provincias unidas del sur, fue un acto de defensa tras la caída de Napoleón y la restitución del rey Fernando Séptimo, el Cretino”.
“Pero también fue un triunfo del puerto de Buenos Aires sobre los intereses federales, sobre los intereses del pueblo. Ese Congreso se trasladó a Buenos Aires y nos convirtió en provincias separadas entre sí para defenderse del ataque porteño”, señaló.
El dirigente petrolero sostuvo además que “América Latina se fragmentó, los estancieros del Plata y los comerciantes porteños se apoderaron del puerto y la aduana; y se olvidaron de la patria grande, con quienes no repartía sus ganancias. Exactamente igual que ahora, ¿no les parece?”
“Buenos Aires creó la barbarie con su desmedida ambición económica. Solo la rebeldía de San Martín, que no colaboró con la represión al interior y partió con su ejército a Chile para iniciar la lucha independentista que todos conocemos, salvó al pueblo del exterminio y lo proyectó en su liberación”.
Sostiene que “esa misma lucha por una verdadera emancipación se mantiene hasta nuestros días. Los pueblos de América Latina luchamos por nuestras verdaderas independencias económicas, soberanías políticas y justicias sociales”.
“Hoy la historia se repite hacia el interior de nuestra patria. Producimos el petróleo que Buenos Aires necesita, la energía eléctrica que Buenos Aires requiere. Faenamos las vacas que otros comen, esquilamos las lanas de los abrigos que otros usan”.
Manifiesta que “los trabajadores nos vemos obligados a una resistencia extra. No sólo discutimos salarios con nuestros patrones, sino también con los gobiernos centralistas, que pretenden desde Buenos Aires, determinar de cuánto ha de ser el aumento cada año”.
“Seremos independientes y libres cuando nuestros gobiernos se nos parezcan. En aquél cercano 1816, una sola cifra nos muestra la esencia de las luchas, las mismas luchas de hoy: un poncho inglés costaba 3 pesos; el mismo artículo elaborado en los telares criollos tenía un valor de 7 pesos”.
“San Martín dijo entonces que era preferible andar en ojotas un tiempo, antes que morir ahorcados por los imperios. Seamos libres, que lo demás no importa nada”, aseveró Claudio Vidal.