Podemos asegurar que las “utopías” del pasado se están convirtiendo en “nuevas utopías” ante la desesperación de la gente.

En el ámbito sociológico se entiende por utopía la sociedad imaginaria perfecta. El primero que utilizó esta figura fue Tomás Moro en su obra Utopía, en la que fue describiendo una sociedad que no se encontraba en ningún lugar de la tierra, una ciudad donde todos vivían en armonía, felices, sin problemas, gracias al correcto ejercicio de la política.

El ser humano siempre soñó con cambiar la sociedad para conseguir la felicidad. Pero lamentablemente esto nunca pudo lograrse. Con cada elección para autoridades nacionales de cada país, surgen nuevas utopías. Cada uno, con cada color, con ideología o sin ella, pinta el futuro con promesas de lograr “la verdadera utopía”… El fin de aquellos tiempos para unos, para otros la vuelta de aquellos tiempos idos…

Aunque no todos los políticos y gobernantes en tiempos del Covid–19, hay algunos que presentan una Utopía en donde el mundo es color de rosa, y nada está pasando… Y afirman vez tras vez que hay que vivir como si nada pasara.

Por otro lado hay políticos que presentan una realidad bien negativa, paralizan todo, inician grandes emprendimientos multimillonarios, pero gran parte del dinero desaparece misteriosamente. Pero no puedo decir que todos sean así. Quizá haya políticos honestos y que están trabajando al 100% y de manera honesta ante esta situación de la historia.

Lo que podemos asegurar es que las “utopías” del pasado se están convirtiendo en “nuevas utopías” en medio de la desesperación de la gente. Los cristianos sabemos que en líneas generales el mundo tiene pocas posibilidades de mejorar (salud, alimentación, economía, medio ambiente,  etc.)

Aun así, vivimos en este planeta y seguramente deberemos pasar por algunas elecciones de autoridades en los años venideros.

¿A quién votará un cristiano genuino? El autor Redekop en su libro “Política de la mano de Dios” expresa:

“Al enfrentarnos todos con decisiones políticas, permitámonos discernir cuidadosamente en cada situación la mejor opción y apoyémosla en la medida en que lo consideremos conveniente. Si ninguna de las opciones merece nuestro apoyo o si ninguna nos atrae, aún puede ser de nuestro interés apoyar al más justo en relación con los partidos políticos, las elecciones, y las opciones de política”.

Algunos consejos para los cristianos dados por Redekop que lo podemos aplicar:

  • Deberíamos orar para que los políticos y gobernantes practiquen la integridad personal.
  • Deberíamos orar para que los gobernantes tomen decisiones sabias y gobiernen justamente.
  • Deberíamos orar para que los gobiernos hagan el bien a sus ciudadanos.
  • Deberíamos orar para que los gobiernos detengan el mal y que sean morales a la hora de sancionar a los malhechores.
  • Deberíamos orar para que aquellos que nos gobiernan gocen de salud y fuerza para llevar a cabo la tarea que se les ha encomendado.
  • Deberíamos orar para que nuestros gobernantes persigan caminos de paz.
  • Deberíamos orar para que nuestros gobiernos administren la economía con cuidado y prudencia.
  • Deberíamos orar para que Dios guíe a nuestros gobernantes al establecer sus prioridades.
  • Deberíamos orar para que nuestros gobernantes fomenten un ambiente de libertad.
  • Deberíamos orar para que nuestros gobiernos defiendan y destaquen la dignidad humana.
  • Deberíamos orar para que los gobiernos trabajen por el bien común.
  • Deberíamos orara para que los gobiernos estén abiertos a recibir buenos consejos y asesoramiento, incluyendo de parte de los cristianos.
  • Deberíamos orar para que nuestros gobernantes comprendan el papel de Dios en los asuntos humanos y reconozcan su propia responsabilidad ante Dios.
  • Deberíamos elevar oraciones de agradecimiento por la institución del gobierno.
  • Finalmente, si nuestros gobernantes no son cristianos, deberíamos orar por su salvación.

Dios guíe este proceso en este año en todos los paises de Iberoamerica, Estados Unidos, Europa y los paises del Medio Oriente.  Muchas elecciones parlamentarias, gobernaciones y municipales han quedado suspendidas por la pandemia de Covid-19. Sigamos orando para que esta situación mundial sea propicia para que los gobiernos abandonen la corrupción en favor de los miles que están sufriendo en estos momentos.

#El libro base del artículo es de John H. Redekop, “Política de la mano de Dios”, Instituto Bíblico Asunción, Facultad de Teología de la Universidad Evangélica del Paraguay, 2010.