Santa Cruz tendrá una elección que mira atento todo el país: Muchas veces se dice que lo que ocurre en el conurbano bonaerense es el pulso de la política del país. En términos de cuantificación electoral es cierto, y eso explica el abandono que los candidatos nacionales hacen de distritos del interior; y sobre todo Santa Cruz donde por décadas el “mundo de la política” daba por hecho que sería un triunfo oficialista sin más. Pero por primera vez en la historia de nuestra Democracia reciente podría “caer” un bastión de 30 años.
Claramente, por cuestiones de restricción electoral, desde hace semanas no se publican encuestas; y en las próximas horas no se podrá hablar de política desde lo estrictamente proselitista; pero cabe un análisis del novedoso escenario con el que se encuentra nuestra provincia a días (horas) de los comicios.
Es que de la inesperada elección de “tres tercios” que se especulaba hace unos meses; y que se vaticinaba sólo semanas atrás; la recta final avizora lo que todos consideran un cambio de ciclo.

Una diferencia abismal

A nivel nacional, el asesinato de una pequeña de tan solo 11 años (Morena Domínguez) ocurrido el miércoles pasado cuando iba a la escuela en el partido de Lanús, y el crimen del cirujano Juan Carlos Cruz (52), “fusilado” el jueves de un tiro en la cabeza por tres delincuentes que lo abordaron para robarle su auto mientras ingresaba a la casa de su madre en Morón; pusieron en primer plano la inseguridad que se vive en la provincia donde todos suponen que se definirán la elección del domingo. Eso llevó a los principales candidatos a suspender los cierres de campaña; tal vez no por respeto, pero si por temor a los reclamos ciudadanos.
Pero en Santa Cruz, si hubo cierres de campaña, y en cada uno de ellos se pudo “respirar” y “presentir” la tendencia. Algo que las encuestas muchas veces no atinan a acertar.
Y tal vez aquí este la clave: mientras que el oficialismo desplegó “todo el aparato” en movilizaciones muy poco espontáneas; la oposición pudo medirse cara a cara con la realidad.
Mientras que el sector encabezado por la diputada nacional Roxana Reyes (bajo el mecenazgo del empresario y senador Eduardo Costa), apenas si logró mantener filas para procurar un éxodo de votos; la “nueva oposición” surgida de los acuerdos programáticos bajo el Lema Por Santa Cruz, logró consolidar su aura esperanzadora, de la mano del dirigente petrolero y diputado nacional Claudio Vidal.
Los cierres de campaña que tuvieron como escenario Caleta Olivia y Río Gallegos en una extensísima y extenuante jornada, con un ánimo que sólo puede ser explicado por la convicción de estar en las vísperas de una elección histórica; y sobre todo por un acompañamiento popular como nunca se vio en la provincia, expresaron un nuevo contexto.
No era euforia; sino más bien emoción. No se trató de un “palpito”, sino más bien de un convencimiento y de datos concretos que hablan de una debacle oficialista y un cambio en el paradigma en donde siempre jugaba la dualidad de dos partidos.
La diferencia en puntos que separan a Vidal, principal candidato de Por Santa Cruz, de los oficialistas Grasso y Belloni, es amplia; pero sobre Cambia Santa Cruz sería abismal. El impacto que tendrá esta tendencia el domingo en las urnas santacruceñas, seguramente justificará porque todo el país mira a Santa Cruz.