América Latina y el Caribe ha batido este 2023 una cifra récord de niños y niñas “en tránsito en las principales rutas migratorias” y la mayoría son menores de once años, según ha señalado este martes Unicef.

Un migrante haitiano acaba de cruzar uno de los ríos a su paso por el Tapón del Darien, entre Colombia y Panamá
Un migrante haitiano acaba de cruzar uno de los ríos a su paso por el Tapón del Darien, entre Colombia y PanamáImagen: Fernando Vergara/AP/picture alliance

“Este año en América Latina y el Caribe se ha alcanzado una cifra récord de niños y niñas en tránsito en las principales rutas migratorias”, dijo en un comunicado el director regional de Unicef para América Latina y el Caribe, Garry Conille.

Entre es número inédito están los 99.995 menores de edad que transitaron por la selva del Darién entre enero y octubre pasado, una cifra que deja muy atrás la de 40.438 registrada en todo 2022, según las estadísticas oficiales panameñas, explicaron a EFE fuentes de Unicef, que agregaron que esta tendencia se mantiene en otros puntos migratorios de la región.

Conille agregó que “lo más preocupante” es que “el grupo mayoritario de niños y niñas migrantes está formado por menores de once años”, pues “este grupo de migrantes corre especial riesgo de sufrir malnutrición, enfermedades infecciosas, separación familiar y diferentes formas de abuso”.

En Latinoamérica siete de cada diez niños y niñas “en tránsito” tienen menos de once años, según estimaciones de Unicef basadas en encuestas realizadas en Chile, Colombia y Costa Rica entre octubre y noviembre de este año.

16,4 millones de menores necesitarían apoyo humanitario en 2024 en América Latina

Unicef alerta de que la región presenta “una de las situaciones de migración infantil más complejas” al tener flujos migratorios “cada vez más grandes e interconectados, a los que se suman desplazamientos internos, la violencia y fenómenos relacionados con el clima”, destaca el comunicado.

Y advierte de que la situación no mejorará en 2024: se calcula que 16,4 millones de menores en Latinoamérica necesitarán apoyo humanitario el próximo año a causa de las crisis actuales como los flujos migratorios y el desplazamiento interno, la violencia y las necesidades humanitarias relacionadas con los desastres naturales.

“Se espera que el próximo año las consecuencias del fenómeno El Niño sean aún más devastadoras, con sequías en América Central y lluvias torrenciales en el sur. Los niños y niñas serán los primeros en perder el acceso a los servicios de salud, nutrición, educación y protección”, declaró Conille.

Explicó que “estas condiciones meteorológicas extremas crearán un efecto dominó que limitará el acceso al agua potable, aumentará los niveles de inseguridad alimentaria y malnutrición infantil”.

Unicef ha hecho un llamamiento para recaudar 711,5 millones de dólares con el fin de apoyar la preparación y respuesta de emergencia ante las crisis emergentes.

jov (efe, unicef)

Frontera entre EE.UU. y México: en tierra de nadie

Miles de migrantes esperan en la frontera entre México y Estados Unidos el fin del Título 42, para así poder entrar a los Estados Unidos más fácilmente. Sin embargo, no es tan sencillo como parece.

Al fondo, en un paisaje de colinas, se ve una alta valla de alambre de espino que brilla al sol. Varias personas caminan y se paran frente a ella.

Esperando detrás de los alambres

Quieren entrar: los migrantes se entregan a la Policía Fronteriza estadounidense tras cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Este jueves (11.05.2023), Estados Unidos pone fin oficialmente a su emergencia por COVID-19 después de 40 meses. De paso, también se deroga el polémico reglamento migratorio Título 42, aplicado por el expresidente Donald Trump en marzo de 2020.

En el fondo de la imagen, la gente está de pie en una fila a lo largo de una pared. En primer plano se ven los alambres.

Superar los obstáculos

Para las personas que actualmente atraviesan los alambres al final del fronterizo río Bravo, el fin de la prohibición de entrada significa una esperanza: el Título 42 permitía a las autoridades estadounidenses rechazar a los migrantes en la frontera debido a la emergencia que causó el COVID-19. Así, se le negó la entrada a más de 2,5 millones de personas a Estados Unidos.

Imagen: HERIKA MARTINEZ/AFP/Getty Images

Un hombre tiende la mano para ayudar a una mujer a cruzar una alambrada pisoteada.

El Título 8 reemplazará al Título 42

El gobierno estadounidense aclara que la frontera no queda abierta tras la expiración del Título 42. La normativa anterior será sustituida por el Título 8: las personas que entren al país pueden solicitar asilo si presentan pruebas creíbles de amenazas en su país de origen. A quienes se les sea negado el asilo o no lo soliciten serán deportados inmediatamente.

Un malentendido arriesgado

A lo largo de los 3.100 kilómetros de línea fronteriza, las autoridades esperan una avalancha de migrantes. Esto se debe a que muchos de ellos interpretan el fin del Título 42 como el comienzo de una política de inmigración más relajada. Como este grupo de personas que arriesgan sus vidas atravesando el río Bravo solo con una cuerda.

Un grupo de personas trepa por la empinada orilla de un río; otras siguen deslizándose a lo largo de una cuerda amarilla tendida sobre el río.

Anhelo de seguridad

En la parte mexicana del río Bravo, esta mujer espera una vida mejor en Estados Unidos, al igual que otros migrantes. El gobierno estadounidense calcula que hay más de 150.000 migrantes en el norte de México que quieren llegar al país. La gente huye de la pobreza, la violencia, los regímenes autocráticos, las catástrofes naturales y la delincuencia organizada.

Una mujer con camiseta roja mira a la cámara mientras saca agua de un cubo para lavar a su hijo desnudo.

El corazón de la esperanza

Han llegado a Estados Unidos: estos migrantes se encuentran frente a una iglesia en El Paso, Texas. Oscar Leeser, alcalde de la ciudad fronteriza, calcula la llegada de 15.000 migrantes en los próximos días y semanas. En la vecina Ciudad Juaréz, se encuentran ya aproximadamente entre 8.000 y 10.000 migrantes, afirma Leeser. Además, una “caravana” de refugiados se dirige a Ciudad Juárez.

Un grupo de personas está sentado en una acera frente a una pared en la que hay pintado un corazón rojo entrelazado con una corona de espinas.

Varados tras la llegada

Pero las autoridades de muchas ciudades fronterizas estadounidenses se encuentran ya desbordadas. En El Paso, los migrantes que se salvan de la deportación tiene que dormir muchas veces en la calle. Los niños piden dinero, sólo servicios de aseo han sido construidos improvisadamente.

Imagen: PATRICK T. FALLON/AFP

Varios jóvenes están tumbados en una acera frente a una valla de la que cuelgan ropas y mochilas.

Entre las vallas

Los inmigrantes están en una tierra de nadie (entre México y Estados Unidos). Es dudoso que el fin del Título 42 facilite realmente la entrada en la “tierra de las oportunidades”: el presidente Joe Biden ha anunciado que seguirá tomando medidas estrictas contra el cruce ilegal de fronteras. Ha movilizado a 1.500 soldados adicionales para reforzar la seguridad en los pasos fronterizos.

Se ven dos vallas. Entre ellas hay una franja escasa de verde. Junto a ella hay un coche blanco de la guardia de fronteras y una hilera de personas.