La petrolera Shell ha aumentado el precio de sus combustibles en un 37%. YPF, otra petrolera importante, también ha anunciado que aplicará una suba similar. Se espera que el resto de las petroleras sigan el mismo camino. Este aumento se debe a la evolución de los costos asociados a la refinación y comercialización, el incremento de los precios locales de biocombustibles producido por terceros y que los comercializadores deben adquirir a precio regulado, y el sostenido aumento de los precios internacionales de los combustibles que es necesario importar para complementar la refinación local.