Estar lejos de casa, separados de los afectos y seres queridos mientras se atraviesan situaciones de salud que requieren atención médica u hospitalaria no es grato, ni fácil de transitar. Quienes tienen que afrontar estas “derivaciones” principalmente en la ciudad de Buenos Aires, conocen lo que significa sobrellevar anímicamente estos trances; más aún en fechas cercanas a la Navidad y el Año Nuevo.
Por esta razón la iniciativa de los hoteles del Grupo Libertadores – que hospedan derivados de la Obra Social de Santa Cruz, Caja de Servicios Sociales CSS – de llevar adelante una jornada recreativa y de contención para quienes se encuentran en esta situación es más que destacable y expresa el concepto de “servicio” y “dedicación” más allá de una mera prestación hotelera.
Cuando se habla de calidad de vida, o se menciona la necesidad de que la salud física debe ser siempre sostenida por un equilibrio emocional o espiritual; queda en claro que propuestas como la que se plasmará este fin de semana son expresiones claras de esta idea de servicio.
A nadie escapa que el momento del país y la provincia son altamente complicados y que la profunda crisis económica ha calado fuertemente en el ánimo de todos. Frente a esta complicada realidad, utilizar recursos económicos y humanos para generar un ámbito de bienestar es más que elogiable.
En cuanto a la iniciativa, los organizadores explicaron que el objetivo es despedir el año con un taller destinado a los alojados que se encuentra derivados por razones médicas de alta complejidad, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Los talleres estarán coordinados por la premiada actriz y docente de reconocida trayectoria, Liliana Pécora.
La actividad tiene como objetivos brindar a los participantes el encuentro con la risa, la exploración del humor, el juego, la ternura, lo absurdo y lo ridículo mediante las herramientas básicas del Clown para desarrollar de una manera lúdica el carisma y la simpatía, herramientas principales para lograr el acercamiento.

La risa, remedio infalible

Un semblante alegre, una sonrisa provocada por situaciones agradables, o una carcajada por emociones desencadenadas en momentos felices son siempre una “buena medicina”. Son experiencias “sanadoras” espiritualmente que permiten sobrellevar vicisitudes.
A esto apuntan las actividades que se llevarán a cabo en los hoteles del grupo Libertadores los derivados de la CSS.
“Los huéspedes derivados compartirán la búsqueda del niño interior, realizando juegos y dinámica, produciendo una sensación al finalizar de relajamiento y felicidad. Se propone crear un espacio para estar con uno mismo, llenarlo de sentido del humor y aprender a vivir una vida positiva, intensa, sincera, y total, como los niños. Queremos crear una puerta para lograr la relajación, abrir nuestra capacidad de sentir y llegar a la creatividad sencillamente utilizando la risa como camino”, explicaron los organizadores.
En cuanto a la actividad, se precisó que “se usarán técnicas que ayudan a liberar tensiones del cuerpo y así poder llegar a la carcajada. Científicamente, se ha comprobado que la risa franca, la carcajada, aporta múltiples beneficios: rejuvenece, elimina el estrés, tensiones, ansiedad, depresión, colesterol, adelgaza, dolores, insomnio, problemas cardiovasculares, respiratorios, cualquier enfermedad. Nos aporta aceptación, comprensión, alegría, relajación, abre nuestros sentidos, ayuda a transformar nuestras pautas mentales”.
En cuanto a los objetivos de la jornada y la idea de genera un espacio recreativo para los derivados, es importante señalar que recientes estudios sobre la capacidad de las carcajadas para combatir todo tipo de enfermedades indican que mientras reímos liberamos gran cantidad de endorfinas, responsables en gran parte de la sensación de bienestar. Reír permite enfrentarse a los obstáculos diarios desde perspectivas más creativas y ayuda a las personas a sentirse mejor consigo mismas y con su entorno.

Una actitud positiva

Un niño es capaz de reírse 300 veces al día, el adulto apenas 15. El humor es una de las mejores medicinas. Una persistente dosis de buen humor al día es capaz, sin lugar a dudas, de levantar el ánimo y así ahuyentar esos negativos virus que únicamente traen consigo una pesimista visión de la vida, para nada recomendable, cuando menos apetecible. Seguramente, una actitud positiva ante el cotidiano hecho de vivir no aumente la estancia de los seres humanos en la tierra, pero sí debe incidir en una mejor calidad de vida mientras se está sobre ella. Aunque reírse es algo innato en el ser humano, no todo el mundo sabe reírse, o mejor dicho, no todo el mundo sabe utilizar esta función biológica de la mejor manera posible para así sacarle el mejor rendimiento.
Finalmente, los organizadores destacaron que “a través de esta actividad se pretende que los participantes adquieran una serie de técnicas de relajación y entrenamientos sociales que den la bienvenida al positivismo y al buen humor, provocando así toda huida de cualquier resquicio de estrés y ansiedad, que pueda desembocar en una nada deseable triste, oscura y negativa depresión. Técnicas y aprendizaje que pasan primero por saber reírse de uno mismo y no de los demás, sino con los demás. Para lograr tal fin, tal autoconocimiento y aceptación de uno mismo, los participantes se involucran en un sinfín de actividades encaminadas todas ellas a hacerles esbozar una sonrisa o gran carcajada de sus labios o sus entrañas, respectivamente.
Vale señalar que la actividad está prevista en dos hoteles de la cadena, el Hotel Palermo y el Hotel Chacabuco y en el marco del programa de Responsabilidad Social Empresaria del Grupo Libertadores, empresa destacada como especialista en atención de alojamiento para derivaciones médicas en CABA.

Acerca de la prestación

El servicio de alojamiento que vincula a los hoteles del Grupo Libertadores con la CSS, tiene por objetivo bridar tanto a los derivados como a sus acompañantes una prestación de calidad con beneficios y atención que la “hotelería convencional de pasajeros” no dispone.
La premisa va más allá de la “garantía de alojamiento”, ya que por tratarse de “huéspedes” con necesidades más amplias y específicas (que atraviesan enfermedades, patologías y dificultades físicas) el servicio debe apuntar permanentemente a sostener la “calidad de vida” de quienes llegan a los hoteles para realizar tratamientos médicos e incluso cirugías de alta complejidad.
“Se trata de acoger a las personas que están lejos de su casa, que llegan a Buenos Aires, con la expectativa de tener un servicio acorde a su situación particular. Su gran mayoría se encuentran con problemas de salud, lejos de su hogar, con separación temporaria de su núcleo familiar, en muchos de los casos con incertidumbre en sus cuadros de salud, que convierten a estos establecimientos en verdaderos refugios de acompañamiento del proceso”, explicaron desde la empresa.
En muchos casos, los huéspedes deben recurrir a instrumental o aparatología medida para su desplazamiento cotidiano; tubos de oxígeno, respiradores, sillas de ruedas, etc. Incluso, en el tránsito diario de los hoteles del grupo puede verse a profesionales médicos, enfermeras y terapistas que deben acceder al alojamiento para determinada atención.
Por otra parte, dadas los cambios en la industria turística, los hoteles convencionales han dejado de recibir a “pacientes médicos derivados”, no solo por políticas comerciales sino por la falta de estructuras para sostener este tipo de servicios y su complejidad.
Un detalle no menor en este servicio (que se vio incrementado tras la pandemia de Covid) que hace la diferencia con hoteles de pasajeros, es la atención específica que deben recibir derivados.
En estos establecimientos se debe profundizar el tratamiento, manipulación y desinfección a la ropa de cama y ropa blanca que se emplea en las habitaciones de los huéspedes, lo que representa una organización operativa diferente a cualquier hotel.
En definitiva, se trata de un servicio diferencial y específico que apunta a “cuidar” a las personas que llegan a hospedarse, mientras se acompaña a pacientes y familiares, brindando una contención y atención adecuada.