La economía argentina pasaría del puesto 144 del mundo a situarse entre el 50 y el 55, a la altura de España y Francia.

Profundas reformas estructurales, derogación de unas 450 leyes y regulaciones, fuerte recorte del gasto público y plan de estabilización financiera para frenar la inflación. El Gobierno que preside Javier Mileien Argentina afronta un reto histórico, dada la nefasta situación económica que dejó el kirchnerismo en herencia, pero las medidas que plantea para impulsar de nuevo el país podría suponer un cambio inédito, siempre y cuando se implementen en tiempo y

Prueba de ello es que, según la Fundación Libertad y Progreso, las reformas planteadas por Milei permitirían a Argentina escalar hasta 90 puestos en el Índice de Libertad Económica que elabora anualmente la Fundación Heritage, pasando del puesto 144 a ubicarse entre el 50 y 55 del mundo, sobre un total 176 países evaluados.

En 2023, Argentina compartió el ranking de libertad económica con Lesoto (141º), Nepal (142º), Uganda (143º), Bielorrusia (145º), Tayikistán (146º) y Laos (147º). Además, es una de las economías latinoamericanas peor posicionadas, superando únicamente a Haití (149º), Bolivia (167º), Venezuela (174º) y Cuba (175º).

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Con la implementación de las reformas, Argentina tendría un índice de libertad económica similar al de España (51°), Rumania (53°) o Francia (57°). Comparando con la región, podría alcanzar, e incluso superar, a México (61°) y Colombia (62°). Aunque quedaría por debajo de Chile (22°), Uruguay (27°), Perú (44°) y Costa Rica (45°).

El ranking de Libertad Económica 2023 está liderado por Singapur, con un índice de 83,9 puntos. El podio de economías más libres es completado por Suiza (83,8 puntos) e Irlanda (82,0 puntos). En el otro extremo, aparece a Corea del Norte, con 2,9 puntos, como la economía más reprimida.


En concreto, según la citada Fundación, la calificación del país en el Índice de Libertad Económica mejoraría 51 puntos, que lo ubica entre el 20% de los países menos libres del mundo, a estar en el orden de los 65 puntos, situándose así entre el 40% de los más libres.

De este modo, abandonaría el grupo de economías “mayormente no libres” (índice en el rango 50,0-59,9). En este grupo, integrado por 64 países, las únicas economías latinoamericanas presentes son Brasil, Nicaragua y El Salvador. Con la mejora, Argentina entraría al grupo de economías “moderadamente libres” (índice en el rango 60,0-69,9), donde se encuentran 55 países, incluyendo la mayor parte de los latinoamericanos.

A mayor libertad, más riqueza

La evidencia empírica indica que los países más libres alcanzan mayores niveles de desarrollo e ingreso por habitante. El promedio de ingreso per cápita para las economías libres es 12,8 veces mayor al de economías con libertades reprimidas.

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Por su parte, el ingreso por habitante entre las economías “mayormente no libres”, grupo actual de Argentina, es menos de la mitad del que se registra en las economías “moderadamente libres”, su grupo potencial. Esto significa que, si Argentina realiza las reformas, podría aspirar a, por lo menos, duplicar su ingreso por habitante. Lo que a su vez redundaría en menor pobreza y más oportunidades.