El ministro de Infraestructura hizo foco en la solicitud de la aprobación del anexo en la legislación que propone un Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones, con beneficios fiscales y excepciones en materia cambiaria.

El jueves, el ministro de Infraestructura, Guillermo Ferraro, compareció ante el plenario de la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados para exponer sobre la Ley Ómnibus enviada por el presidente Javier Milei.

Ferraro respaldó y solicitó la aprobación del anexo en la legislación, que propone un Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), con beneficios fiscales y excepciones en materia cambiaria. Según él, el objetivo del Gobierno es “que el Estado se retire de todo lo que pueda hacer el sector privado“.

En su presentación, el ministro evaluó el desorden macroeconómico, la alta presión tributaria y los cambios constantes en el panorama económico. Afirmó que el RIGI podría crear condiciones propicias para la inversión, lo que llevaría “un tiempo” para que la economía en su conjunto se recupere. Ferraro señaló la escasez de divisas y la necesidad de reconstruir la confianza para que el sector privado vuelva a asumir su papel de iniciador, emprendedor y organizador, mientras el Estado se retira de sus funciones.

El ministro especificó que el anexo actual incluye siete sectores clave con potencial de exportación, como agroindustria, forestación, infraestructura, energía, minería, gas y petróleo, y tecnología, aunque más sectores podrían incorporarse en el futuro.

Destacó un artículo que garantiza la propiedad privada del proyecto como derechos adquiridos, buscando fortalecer la seguridad jurídica y abordar las dudas existentes. Entre los beneficios mencionados se encuentran un mayor crédito fiscal para el IVA, la reducción del Impuesto a las Ganancias al 25%, y facilidades en caso de quebrantos.

Las preocupaciones se centraron en el acceso a divisas para importar insumos y la obtención de la libre disponibilidad de dólares por exportaciones. Ferraro detalló porcentajes progresivos, con un 20% en el primer año, duplicándose al 40% en el segundo año, y alcanzando la total disponibilidad en el tercer año.

El ministro subrayó la necesidad de al menos cinco puntos del PBI para revitalizar la infraestructura, destacando la participación esencial del sector privado en proyectos a largo plazo. Afirmó que el proyecto eliminará los obstáculos del “costo argentino” y anticipará decisiones cruciales, generando una corriente inversora significativa en el país.