Ofrece a los 24 gobernadores, ex presidentes y líderes de los principales partidos políticos reunirse en Córdoba y firmar un ‘Pacto de mayo

Excelente discurso presidencial !

Javier Milei dio este viernes un paso atrás en su constante presión, descalificación y ataque a los que no piensan como él, al ofrecer un pacto a los gobernadores y asegurar que no busca la confrontación, aunque advirtió que no está dispuesto a salirse del rumbo que pretende para Argentina.

«Si eligen el camino de la confrontación se encontrarán con un animal muy distinto al que están acostumbrados», dijo el presidente argentino al inaugurar en una inédita sesión nocturna el período de sesiones ordinarias del Congreso.

«Nosotros no vinimos a jugar el juego mediocre de la política, no vinimos a ser más de lo mismo, vinimos a cambiar el país en serio. No negociamos el cambio. Lo haremos con las herramientas que nos puedan brindar o solamente con los resortes legales del Poder Ejecutivo. Cuando nos encontramos con un obstáculo no damos marcha atrás, vamos a seguir acelerando», añadió el líder de la tercera economía de América Latina.

Milei ofreció a los 24 gobernadores, ex presidentes y líderes de los principales partidos políticos reunirse en Córdoba, en el centro del país, para firmar el 25 de mayo, fecha patria argentina, un «Pacto de Mayo» con diez puntos preponderantemente económicos. 

Las primeras reacciones fueron positivas, varios gobernadores aceptaron en sus cuentas de redes sociales la invitación, al igual que el ex presidente Mauricio Macri. El kirchnerismo guardó silencio en los primeros instantes.

En una calurosa noche de verano en Buenos Aires, Milei se refirió a Cristina Fernández de Kirchner como la líder de «uno de los peores gobiernos de la historia» y criticó con dureza a los políticos en general, a los que señaló insistentemente como parte de una «casta enriquecida a costa del sufrimiento de los argentinos».

El presidente anunció también el cierre de la agencia oficial de noticias Télam, fundada en 1945, alegando que fue «utilizada en las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista», y confirmó el cierre del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi), al que definió como una «policía del pensamiento».

El líder ultraliberal apuntó a los poderosos sindicatos peronistas, a los que pretende democratizar, tal como intentó hace 40 años el radical (socialdemócrata) Raúl Alfonsín, y dijo que acabará con la primacía de los convenios colectivos de trabajo para pasar a privilegiar a los acuerdos por empresa.

El nivel de locura es tal, que un tercio de los trabajadores formales son pobres», aseguró, tras referirse a un «esquema putrefacto extendido a todos los poderes del estado, sustentado también por empresarios prebendarios y sindicalistas que entregan a sus trabajadores». 

Al inicio de su discurso, Milei se dedicó a elogiar sus 82 días en el gobierno.

«El precio de los bonos sube, el riesgo país baja y las acciones vuelan por las nubes pese a los intentos de algunos degenerados fiscales por sabotear el futuro de algunos argentinos de bien (…). Pese a que aún quedan unos meses de alta inflación, la misma seguirá en descenso, y la salida del cepo (de moneda extranjera) está cerca».

«Llegamos al superávit tanto financiero primario en nuestro primer mes de gobierno, lo que constituye un récord global en la historia del capitalismo moderno», se ufanó.

«Vamos a volver a hacer de la Argentina una de las grandes naciones del mundo», prometió el presidente, que al llegar al palacio que alberga el Poder Legislativo se fundió en un largo abrazo con la vicepresidenta Victoria Villarruel, con la que la relación se había enfriado y llevaba tiempo sin hablarse.

Mientras su automóvil llega al Congreso, la Televisión Pública habló del «recibimiento laudatorio» al presidente, que llegó al Palacio Legislativo en medio del dispositivo de seguridad más fuerte que se haya visto en situaciones similares, ante una plaza del Congreso con muchos y furiosos manifestantes de los partidos de izquierdas.

Pese al duro fondo de su discurso, Milei tendió la mano a sus adversarios tras semanas de una tensión política insostenible entre el Poder Ejecutivo, el Legislativo y los gobernadores.

«Si eligen estar a la altura de las circunstancias y presentarse en Córdoba a firmar el pacto (…) será una señal clara de qué podemos trabajar juntos sin rencores. A los argentinos les pido paciencia y confianza, falta un tiempo para que podamos percibir el fruto del saneamiento económico y de las reformas. Por más oscura que sea la noche siempre sale el sol por la mañana».