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Buenos aires
Será uno de los juicios por lavado de dinero más importante de la última década. La Ruta del Dinero K, con 25 procesados y tres detenidos -entre ellos Lázaro Báez-, entre octubre y noviembre de este año podría comenzar a juzgarse y deberá sortear una serie de problemas tecnológicos y estructurales que se plantearon ante el Consejo de la Magistratura.
Sólo hay cuatro micrófonos en funcionamiento para más de una veintena de acusados, poca capacidad física de la sala más grande, si quisieran hacer una videoconferencia deben optar entre el audio o la imagen y la documentación está apilada en contenedores a la intemperie. Las irregularidades las hizo constar el Tribunal Oral Federal 4 (TOF 4), que estará a cargo del juicio.
“Se abrirán las puertas y no se descarta habilitar el pasillo durante la primera audiencia”, contó a este diario una fuente judicial, al proyectar el inicio del juicio oral y público de la causa por lavado de dinero contra el socio comercial de Cristina Kirchner.
Los jueces de los tribunales orales estiman que en promedio, pasan más tiempo en las salas de audiencia que en sus despachos en el sexto piso de Comodoro Py.
Entonces, no les resulta difícil enumerar las falencias estructurales y tecnológicas con las que lidian en diferentes juicios.
En el caso del TOF 4, integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, María Gabriela López Íñiguez y Néstor Costabel, que lleva adelante el juicio contra Amado Boudou por la venta de la ex calcográfica Ciccone y contra Julio De Vido por la Tragedia de Once, realizaron en este último una videoconferencia donde si priorizaban la calidad de la imagen, el audio era imperceptible.

Falencias
Es tan sólo uno de una extensa lista de falencias estructurales y tecnológicas que se manifiestan en la realización de los actuales juicios en curso y que fueron expuestas en un escrito días atrás, ante el Consejo de la Magistratura, según pudo saber Clarín.
Durante la audiencia semanal del juicio contra Julio De Vido por la tragedia ferroviaria de Once se contabilizaron un total de seis micrófonos de los cuales, cuatro se encontraban en funcionamiento.
En la Ruta del Dinero K habrá 25 procesados. Así y todo, si se contara con un micrófono por imputado, debe solucionarse la reorganización de la Sala AMIA -la más grande-. Sólo ubicar a los acusados se convierte en un “tetris”.
Estiman que el primer día del juicio de la Ruta del Dinero K, entre acusados y sus abogados, más un asistente que es lo más habitual para las defensas, habrá más de 65 personas para ubicar, sin contar las partes acusadoras (AFIP, Oficina Anticorrupción y Unidad de Información financiera) y la Fiscalía ante el tribunal.
“Si es necesario se habilitará el pasillo para el público y se pedirá una pantalla para transmitirlo”, explicaron fuentes allegadas al juicio a Clarín.
Filmar, grabar todas las audiencias que se estiman serán tres por semana, tal como contó Clarín, es otro desafío tecnológico: no se cuenta con la tecnología necesaria y esto fue planteado en el oficio que los jueces del TOF 4 presentaron ante el presidente de la Cámara de Casación para que sea remitido al Consejo de la Magistratura.
En el escrito se pidió que se arreglen los micrófonos y se sumen más, además que se mejore el sistema de audio y video. También se solicitaron mejoras en la iluminación y una sala de testigos.
Si durante el juicio el Tribunal, que será presidido por el juez Costabel, quisiera exponer parte de la documentación tampoco podría hacerlo.
“No hay tecnología a disposición para que los papeles se vean con nitidez”, explicaron a Clarín fuentes judiciales.
Fuera de las dificultades que presenta la sala a nivel estructural, el TOF 4, al igual que otros tribunales, carece de espacio en sus oficinas para albergar la cantidad de documentación con la que cuenta este expediente: 191 cuerpos (38.200 hojas) y 270 incidentes, cada uno de estos llega a tener 50 cuerpos.
El juzgado del juez Sebastián Casanello ya remitió gran parte de la documentación al TOF 4, y según pudo saber Clarín, la misma ya colapsó el contenedor utilizado para almacenarla. Es uno de los tantos contenedores que se encuentran a la intemperie fuera de los tribunales de Comodoro Py y que muchas veces sólo son custodiados por un policía.
Por delante quedará, además, la necesidad de contar con más recursos humanos para procesar la gran cantidad de documentación e incidentes que una causa de esta magnitud demanda.

Lázaro y 20 más
El Tribunal Oral Federal 4 planifica realizar tres audiencias por semana. Están acusados Báez y otras veinte personas.
El Tribunal oral Federal 4 (TOF 4) busca imprimir celeridad al juicio de la Ruta del dinero K, donde junto a Lázaro Báez y sus cuatro hijos se encuentran procesadas 20 personas más, entre las que se encuentra Leonardo Fariña, Federico Eleskar y Fabián Rossi. Estiman concluirlo en un año con tres audiencias semanales.
Todos están acusados de lavado de activos con embargos de 600 millones de dólares cada uno: diez veces el monto blanqueado en la maniobra delictiva que tuvo como pieza central a Austral Construcciones y los fondos que recibía del Estado a través de los contratos viales.
La “ruta del dinero K” es uno de los expediente de lavado de mayor envergadura. La investigación cuenta con 191 cuerpos (38.200 hojas) y 270 incidentes.
La mayor parte de esos documentos ya se encuentra en el sexto piso de Comodoro Py, en las oficinas del TOF 4 integrado por los jueces Pablo Bertuzzi, Gabriela López Iñiguez y Néstor Costabel. Será este último quien presidirá las audiencias contra Lázaro Báez, sus cuatro hijos y otros 20 imputados. El fiscal que interviene es Abel Córdoba.
El juicio ya tiene un calendario estimativo. El Tribunal está realizando los juicios de Once con Julio De Vido como principal acusado; y el de Ciccone contra Amado Boudou. Estiman que ambos podrían concluirse para mediados de este año.